Capítulo 29

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Jamás pensé que el llegar a ser policía iba a cambiar tanto mi vida y mi perspectiva de ver las cosas. Ser policía no es solo sacar un arma y amenazar a los rebeldes, tampoco es acusar y meter injustamente en la cárcel a personas y mucho menos es abusar de tu poder por el simple hecho de que te creas que puedes hacerlo.

El trato con las personas es complicado porque somos imperfectos y a veces nos pueden hacer que perdamos la paciencia o que entremos en cólera, pero no es excusa de usar mal el poder que poseemos.

Algo que también puede afectar a nuestra carrera es el que nos enamoremos de aquellas personas que esconden lo que son. Porque aparentemente son inofensivas, te roban el corazón y te hacen sentir especiales de tal manera que los acabas creyendo. Pero muchas veces esas personas también están igual o más rotas que tú. Yo no soy de las personas que piensan que hay personas malas y buenas. Hay personas imperfectas, todos lo somos. Y si actúan de cierta manera es por algo.

Llegar a entender el pensamiento y las actuaciones de alguien demuestra tener mucha empatía. Y en este mundo, esa cualidad, brilla por su ausencia.

La indiferencia es alarmante. Nos hemos acostumbrado tanto a la violencia, a la pobreza, a la injusticia, que ya no nos conmueve. Las personas se han vuelto rápidas para juzgar, pero lentas para comprender. Ven una situación difícil y de inmediato piensan que alguien "se lo merece" o que "debió haber hecho algo para evitarlo", sin detenerse a pensar en las circunstancias, en la historia que llevó a esa persona a estar donde está.

Es fácil olvidarse de la humanidad de los demás cuando se vive en una burbuja de comodidad o privilegio. Muchos piensan que, mientras sus vidas no se vean afectadas, los problemas de los demás no son realmente problemas. Esto se traduce en la falta de solidaridad, en una cultura donde prevalece el "sálvese quien pueda". Las personas están más preocupadas por proteger lo suyo, por cuidar su zona de confort, que por ayudar a quien lo necesita.

El dolor ajeno se vuelve lejano, y eso tiene consecuencias graves. Sin empatía, no hay comunidad, no hay apoyo mutuo. La falta de ella deshumaniza, tanto a quienes sufren como a quienes eligen no mirar. Se convierte en una barrera que impide cualquier intento de cambio real, porque para transformar algo, primero hay que entenderlo. Y si no somos capaces de sentir el dolor de otro como propio, nunca tendremos el impulso de hacer algo al respecto.

Ahora que tengo tiempo para meditar en todo lo que me ha pasado, pienso en él. No como un monstruo, sino como un niño roto que creció pensando que no puede ser amado.

Acaricio el collar mientras pienso en los besos que me daba, en las caricias que provocaba algo hermoso en mi piel, en su mirada sobre la mía. No me enamoré de un bicho raro o de una bestia, me enamoré de Samuel. Un hombre el cual solo merecía amor.

Cierto, no excuso el daño que le ha provocado a tantas personas, por eso está pagando las consecuencias de sus actos. Pero sí trataré de borrar la etiqueta que le han formado. Trataré de demostrarle que las personas pueden cambiar y que no tienen porqué repetir el error de sus padres. Si yo fuera él, me gustaría que me ayudaran a cambiar.

En eso se basa la empatía... ¿Cómo te gustaría que te tratasen? ¿Cómo me gustaría que me trataran?

La empatía es la capacidad de ver el mundo a través de los ojos del otro, incluso cuando nuestros caminos nunca se crucen.

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—¡Agente Ivy! Tengo otra pregunta más... —la prensa aun impedía el que me pudiera marchar —¿Sigues enamorada de él?

Esa pregunta me hizo reflexionar en todo. ¿Cómo podría amarle después de todo? Pero a la vez... ¿Cómo no podría seguir sintiendo cosas por él?

— Sí.

— Pero el que seas policía y a la vez estar enamorada de ese hombre... ¿No te importa? ¿No te importa que la gente ya no te vea como alguien en quien puedan confiar?

— No, porque todos comentemos errores y lo que hacemos en el pasado no determina lo que somos en el futuro —sonreí a la multitud que me rodeaba — además, a veces la vida nos hace ser algo que no somos —recordé la frase que Samuel me había dicho y que ahora la entendía a la perfección.

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Al final, nuestros corazones revelaron que, incluso en el abismo del crimen, el amor tiene el poder de redimir las almas perdidas.


Fin

 📖 𝐄𝐥 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora