O46. i'll tell you the truth, but never goodbye

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capítulo cuarenta y seis !
parte uno

hay tantas líneas que crucé sin perdón
te diré la verdad, pero nunca te voy a decir adiós

❪ hay tantas líneas que crucé sin perdónte diré la verdad, pero nunca te voy a decir adiós ❫

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24 DE DICIEMBRE, 2022
📍 CALCHÍN, CÓRDOBA.

Camila

ME VEO OBLIGADA A MORDERME la carne de mi labio inferior hasta hacerlo sangrar para no dejar que se me escape ningún gemido, no quiero ser producto de traumas en mis sobrinos o cargadas de mi familia al levantarnos.

Siento como la mano de Julián recorre mi columna vertebral hasta ejercer fuerza en mi nuca, empujando mi cara contra el respaldo de la cama. No hay nada que me enloquezca más en este momento que la sensación del miembro de Julián entrando y saliendo bruscamente de mi, estoy a nada de perder la cabeza y gritar su nombre con todas mis fuerzas. Pero no lo hago, solo cierro los ojos con el ceño fruncido, apretando su alrededor, mientras siendo cada embestida vibrandome en todo el cuerpo.

Mis fluidos se resbalan entre mis piernas e inevitablemente el ruido de Julián entrando y saliendo de mí llena la habitación. Sin dejar de embestirme, Julián agarra el control remoto de la mesita de luz y le sube a la tele para disminuir un poco el ruido. Y sin dejar que me acostumbre a su grosor, vuelve a embestirme con todo.

Me arqueé contra su pecho dejando escapar un suave gemido, el nudo que se acumula debajo de mi vientre me estremece cada fibra de mi cuerpo. Mi novio deslizó sus manos por mi estómago para aprovechar a apretarme las tetas y finalmente agarrarme por la garganta, ejerciendo una suave presión para atraerme a él, pegando más mi espalda a su pecho. Se queda quieto, todavía dentro de mí, puedo sentir su respiración pesada en mi oído, dejando escapar un gemido en el mismo que, por más suave que haya sido, me volvió loca.

―Cómo me calentás, gordita linda. ―me susurra al oído, con su tonadita cordobesa, dejando besos calientes en la parte trasera de mi cuello―. Estás re apretada.

Retomó sus embestidas, hundiéndose en mí de manera profunda. Era un montón, más de lo que podía aguantar, no sentía las piernas. Cuando dejo escapar otro suave gemido se da cuenta que encuentra mi punto G, sus movimientos se vuelven más descontrolados.

Quería hablar, pero ni siquiera podía, cada una de sus embestidas me sacaba el aire.

Mis pensamientos se nublaban del placer. Su respiración se volvía más entrecortada contra mí nuca, su agarre en mi cadera llegaba a dolerme por como sus dedos se hundían en mi piel, y sentí como me agarraba del mentón bruscamente para comerme la boca de un beso, mientras sentía como sus gemidos se amortiguaban contra mí boca.

Su lengua se deslizó dentro de mí boca mientras sus manos recorrieron mis muslos para abrirme más las piernas. Sus embestidas son casi erráticas y rítmicas, su trozo me parte al medio. Siento el calor de su respiración cuando rompe el beso y una de sus manos se deslizan por mis pliegues, frotandolos con agilidad sin dejar de cogerme.

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂𝐀𝐓𝐄¹, julián álvarez. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora