El sol de la mañana apenas comenzaba a despuntar cuando Shinji se despertó, con la mente ya en el proyecto que había comenzado a ocupar gran parte de sus pensamientos. Había decidido abrir un café, un lugar donde la gente pudiera encontrar un refugio del bullicio diario, algo que siempre había deseado después de todo lo que había vivido. Aunque la idea parecía simple, el camino hacia hacerla realidad estaba lleno de detalles y desafíos.
Ymir, que dormía a su lado, aún no se había despertado. Shinji la observó por un momento, apreciando la paz en su rostro mientras ella descansaba. Acarició suavemente su cabello antes de levantarse para comenzar el día. Hoy, planeaban dar los primeros pasos en la realización de este sueño.
Más tarde, en la cocina, Shinji repasaba los planos que había esbozado en papel. Ymir entró, todavía adormilada, y se acercó a él, abrazándolo por la espalda mientras él le servía una taza de café.
—¿Ya tan temprano pensando en el café? —murmuró Ymir, apoyando la cabeza en su hombro.
—Es un proyecto importante. Quiero que todo salga bien —respondió Shinji, con una sonrisa mientras giraba para besar su frente.
Ymir tomó asiento a su lado y comenzó a examinar los bocetos. No entendía mucho de negocios ni de arquitectura, pero su interés y apoyo eran incondicionales.
—Confío en ti, Shinji —dijo Ymir con sinceridad—. Sé que este lugar será especial porque tú lo harás especial. Además, me encantaría ayudarte en lo que pueda.
Shinji sonrió ante su entusiasmo. La visión de un pequeño y acogedor café comenzó a tomar forma en su mente, y tener a Ymir a su lado en este proceso hacía que todo fuera más significativo.
Los días siguientes estuvieron llenos de actividad. Visitaron diferentes lugares, buscando la ubicación perfecta para el café. Ymir caminaba a su lado, ofreciendo sugerencias y señalando detalles que Shinji podría haber pasado por alto. Finalmente, encontraron un local que cumplía con todos sus requisitos: tenía suficiente espacio, estaba en una buena ubicación y tenía un encanto rústico que ambos apreciaron.
—Este lugar tiene potencial —dijo Shinji mientras recorría el local vacío, visualizando cómo sería en unos meses—. Con un poco de trabajo, podría convertirse en algo realmente especial.
—Lo será, Shinji —afirmó Ymir, tomando su mano—. Será nuestro pequeño rincón en el mundo.
Con el local asegurado, comenzaron la etapa de diseño y renovación. Ymir observaba con fascinación cómo Shinji se sumergía en los detalles: eligiendo colores, materiales, y el mobiliario. Aunque no era su área de expertise, Ymir se ofreció a ayudar con la decoración, sugiriendo detalles que añadirían calidez y personalidad al lugar.
Un día, mientras discutían sobre los muebles en la tienda, Ymir tomó un cojín suave y lo abrazó contra su pecho, pensando en cómo sería tener su propio hogar, un lugar lleno de los toques personales que habían seleccionado juntos.
—Este lugar se siente como un hogar ya, Shinji —dijo con una sonrisa, imaginando cómo sería cuando estuviera lleno de clientes disfrutando del ambiente que estaban creando.
Shinji la miró, sintiendo una oleada de gratitud. Tener a Ymir involucrada en este proceso hacía que todo fuera aún más especial. Su apoyo y participación no solo le daban confianza, sino que también lo hacían sentir que no estaba solo en este nuevo capítulo de su vida.
A medida que avanzaban con las renovaciones, también comenzaron a planificar el menú. Shinji, siendo un cocinero apasionado, estaba emocionado de experimentar con recetas y crear platillos que reflejaran su estilo y cariño por la comida. Ymir, por su parte, lo apoyaba con sugerencias y, ocasionalmente, probando algunas de las nuevas creaciones.
Una tarde, mientras Shinji estaba en la cocina probando una nueva receta para un pastel, Ymir entró y lo encontró concentrado en su trabajo. Se acercó por detrás y, como era costumbre, lo abrazó, apoyando su barbilla en su hombro.
—Esto huele delicioso —murmuró Ymir, cerrando los ojos para disfrutar del aroma—. ¿Qué estás haciendo esta vez?
—Un pastel de té verde. Quiero que el menú tenga algunas opciones tradicionales con un toque moderno —respondió Shinji mientras cortaba una rebanada para que Ymir la probara.
Ella tomó el tenedor y probó el pastel, saboreando cada bocado. Sus ojos brillaron con aprobación.
—Está perfecto, Shinji. Estoy segura de que será un éxito.
Shinji sonrió, contento con su aprobación. Tener a Ymir a su lado en cada paso de este proyecto le daba una satisfacción que iba más allá de lo profesional. Era una prueba más de lo bien que funcionaban como equipo.
Finalmente, después de semanas de trabajo arduo, el café comenzó a tomar forma. Aunque aún faltaba mucho por hacer, ambos podían ver cómo su visión se estaba convirtiendo en realidad.
Una noche, mientras terminaban de limpiar el lugar después de un día de trabajo, se sentaron juntos en el suelo del local, rodeados de cajas y herramientas, pero con una sensación de logro en el aire.
—Nunca pensé que disfrutaría tanto de un proyecto como este —admitió Shinji, apoyando su cabeza en el hombro de Ymir.
—Yo tampoco —respondió Ymir, acariciando su cabello—. Pero me alegra estar aquí, haciendo esto contigo. Es como si estuviéramos construyendo algo más que un negocio... estamos construyendo una vida juntos.
Shinji levantó la cabeza y la miró a los ojos. Sus palabras resonaron en su corazón, y sintió una oleada de amor y gratitud por la mujer que estaba a su lado. Sin decir una palabra más, se inclinó y la besó suavemente, sabiendo que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en su vida juntos.
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Un Nuevo Comienzo
RomanceDespués del trágico final de *Shingeki no Kyojin*, la Fundadora Ymir renace en una nueva realidad, donde encuentra refugio y una nueva oportunidad de vida junto a Shinji Ikari, quien ha superado los eventos tumultuosos de *Evangelion 3.0+1.0*. En es...