CAPÍTULO 12: CELOS

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En los últimos días, Fang Li había visitado todos los rincones de la ciudad de Quqing en los que se podía comer o entretenerse, lo que le había dejado bastante satisfecho. Aunque el palacio demoníaco tenía todo tipo de lujos, seguía siendo un lugar desolado y remoto. ...... Incluso un jugador que paga para ganar necesita algunos jugadores gratuitos como carne de cañón para que el juego sea divertido, ¿verdad?

En cuanto a Wu Yimei, al principio seguía siendo rígido e incapaz de relajarse, pero poco a poco se había acostumbrado y había dejado de sacar a relucir asuntos de trabajo. Cada vez se parecía más a un miembro cualificado del partido.

Aunque sólo era un mundo sacado de un libro, era más interesante de lo esperado.

Mientras Fang Li volvía paseando tranquilamente, el grito de un vendedor ambulante sonó desde un lado del camino. "Pasteles de cristal de flor de baniano, ¡una especialidad de la provincia de Linxian! ¡No se lo pierdan! Es una especialidad local de la provincia de Linxian!"

¿Oh? El interés de Fang Li se despertó de repente. ¿No estaba la Fortaleza del Banco de Nubes en la provincia de Linxian? Ya había estado fuera durante varios días, y ya que estaba fingiendo adorar a Xie Huai, no sería bueno volver con las manos vacías, ¿verdad? Esta "especialidad local de la provincia de Linxian" no podría ser más apropiada como regalo de recuerdo. En cuanto a por qué un vendedor ambulante de la ciudad de Quqing que estaba a diez mil li de distancia estaría vendiendo una llamada "especialidad local de la provincia de Linxian", eso no era importante, no era importante en absoluto...... ¡Era el pensamiento lo que contaba!

"Dame uno", dijo Fang Li, acercándose.

El vendedor ambulante tomó alegremente el dinero y envolvió el pastel de cristal para dárselo a Fang Li, diciendo halagadoramente: "Su pastel de cristal, señor. Vuelva más tarde."

La expresión de Wu Yimei se hundió ligeramente. Estos días, él era el único que estaba al lado de Su Excelencia, hasta el punto de que casi había olvidado que Xie Huai era la persona por la que Su Excelencia se preocupaba. Sólo una simple mención de la "provincia de Linxian" de un vendedor ambulante fue suficiente para que se dirigiera con entusiasmo a comprar un regalo a Xie Huai.

En cuanto terminó con su compra, Fang Li vio la expresión sombría de Wu Yimei y no pudo evitar suspirar. Wu Yimei era excelente en todos los aspectos, excepto que era demasiado sensible hacia todo lo relacionado con Xie Huai. Fang Li tosió ligeramente y dijo significativamente: "No pienses demasiado. Xie Huai es sólo una pieza de ajedrez, ¿entiendes?"

El significado subyacente era, tú eres en quien este señor confía, ¡así que no discutas con una pieza de ajedrez!

Wu Yimei apretó los labios y asintió lentamente.

No refutaría las palabras de Fang Li. Si Fang Li dijo que Xie Huai era una pieza de ajedrez, entonces Xie Huai sólo podía ser una pieza de ajedrez, y en cuanto a él...... Él no le daría a Xie Huai la oportunidad de acercarse un solo paso.

Tenía que llegar el día en que matara a Xie Huai. De esa manera, el único al lado de Su Excelencia sería él.

Fang Li no sabía si Wu Yimei realmente le había escuchado o sólo fingía estar de acuerdo. Sacudió la cabeza y siguió caminando hacia delante.

Para bien o para mal, Wu Yimei seguía siendo uno de los mejores expertos del mundo, y su potencial no tenía límites. ¿Qué necesidad había de enemistarse con el protagonista? Para entonces, me temo que ni siquiera yo podré salvarte.

Lo único que había que temer en la vida era cortar todos los caminos hacia adelante.

Justo cuando estaban a punto de llegar de nuevo a la posada, vieron a una multitud de personas a un lado de la carretera rodeando a alguien, y el débil sonido de un sollozo procedente de entre la multitud.

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