EL GUIÓN

CAPÍTULO 18: RUMORES

La expresión del hombre con perilla era de horror y desesperación, y apenas podía respirar mientras miraba a Fang Li. Esta persona, esta persona, esta persona......

Alguien que podía hacer que Yuyi-jun le siguiera en silencio, que podía decir las palabras que había dicho antes: la identidad de esta persona estaba en la punta de su lengua.

Pero el hombre de la perilla no se atrevía a decir esas dos palabras, como si en cuanto las pronunciara en voz alta ya no hubiera vuelta atrás. Tenía los dientes tan apretados que rechinaban y todo su cuerpo se estremecía.

Los dos compañeros de secta detrás de él estaban aturdidos de mirar a Xie Huai, sólo pensaban que esa persona era realmente demasiado guapa. Incluso el rumoreado Yuyi-jun probablemente no se vería tan bien como él, ¿verdad ......? Pero, ¿cómo es que el Hermano Mayor había dejado de hablar de repente, y su rostro estaba horriblemente pálido, e incluso estaba sudando?¿Qué le pasaba al Hermano Mayor?

"Hermano Mayor, Hermano Mayor, ¿estás bien?"

"Esta gente es demasiado condescendiente. Definitivamente tenemos que darles una lección!"

El hombre de barba de chivo recobró la consciencia al oír esas palabras y habló bruscamente con voz estridente: "¡Cállate!"

Sus dos compañeros de secta se detuvieron, sorprendidos. No sabían qué hacer.

Fang Li volvió la cabeza hacia Wu Yimei y dijo: "Antes, ¿qué dije que haríamos con este tipo de gente si estuviéramos en Cresta Hueca?"

Wu Yimei repitió con serenidad: "Cortarles la lengua y arrojarlos al Mar de la Estrella Caída para alimentar a los peces."

Fang Li parecía un poco enfadado. "Este lugar está demasiado lejos del Mar de la Estrella Caída."

Wu Yimei dijo respetuosamente: "Eso no es un problema. Este subordinado puede llamar a alguien ahora mismo para enviarlos."

El hombre de barba de chivo finalmente se derrumbó, cayendo de rodillas con un plop y abofeteándose desesperadamente. "Su Excelencia el señor demonio, perdóneme, perdóneme, Su Excelencia, todo es culpa mía por decir tonterías, merezco morir, merezco la muerte......"

¿El d-d-d-d-d-demonio señor?

Los dos compañeros de secta del hombre con perilla miraron a Fang Li sin comprender, parecían desorientados como si estuvieran en un sueño.

Fang Li dio un paso adelante.

Los ojos del hombre de la perilla se pusieron en blanco e inmediatamente se desmayó, con un hedor a orina en la parte inferior de su cuerpo.

Los compañeros de secta que estaban detrás de él se dieron cuenta por fin de que algo iba mal y se dieron la vuelta para huir, pero Wu Yimei les golpeó, y ambos cayeron inmediatamente al suelo, inconscientes.

El callejón reanudó su paz.

Tsk, qué aburrido.

Fang Li frunció el ceño con desdén y estaba a punto de taparse la nariz, pero en cuanto levantó la mano, alguien le agarró la muñeca. Fang Li giró rápidamente la cabeza y terminó encontrándose con los ojos negros como tinta de Xie Huai.

Los finos labios de Xie Huai se apretaron débilmente, y su expresión era un poco complicada.

En realidad, desde que había decidido entrar solo en Cresta Hueca, sabía que la situación de hoy sería inevitable. Pero como cultivador que persigue el Dao, uno debe permanecer fiel a su corazón. ¿Qué necesidad había de prestar atención a esos rumores y calumnias? Por eso, aunque oyera esas cosas, sólo entraban dentro de sus expectativas y pasaban por sus oídos sin dejar rastro. Era algo a lo que ni siquiera él prestaba atención, pero Fang Li...... en realidad le prestaba más atención que él mismo.