EL GUIÓN

CAPÍTULO 40: EL FIN

Fang Li durmió hasta media noche antes de despertarse.

Cuando abrió los ojos, vio que ya era tarde. Realmente había dormido demasiado.

Por suerte, ahora mismo no había nadie en el palacio, o incluso podría haber muerto sin saberlo.

Este cuerpo era cada vez más incapaz de soportar el hambre, y Fang Li estaba a punto de conseguir un bocadillo de medianoche para comer, pero sus labios parecían doler un poco, y cuando se los tocó, en realidad encontró una lágrima...... No puede ser, ¿tenía ya tanta hambre que había empezado a roerse a sí mismo?

El sistema permaneció callado como un ratón, queriendo hablar, pero deteniéndose.

En realidad, cuando había visto a Xie Huai besar al anfitrión, ya se había sorprendido tontamente y se había estrellado en el acto. (@_@)

Podría decir que debido a que el anfitrión había cambiado la trama, Xie Huai ya no lo odiaba o quería matarlo tanto, hasta el punto de que incluso podría no desagradarle el anfitrión...... Pero el sistema nunca había pensado ni en un millón de años que Xie Huai tendría ese tipo de pensamientos hacia el anfitrión. ¡¿No lo había ocultado demasiado bien?!

¿Cómo había empezado Xie Huai a gustar del anfitrión?

¿Cuándo había empezado a gustarle?

¡No se podía saber en absoluto!

Cuando pensó en cómo la trama se había derrumbado en este estado sin el conocimiento de nadie, el Sistema de repente sintió que su corazón se convertía en cenizas.

Se había acabado. La misión ya no podía completarse. Este mundo estaba a punto de desaparecer.

Tal vez fuera porque su corazón seguía desmoronándose y desmoronándose......, pero el Sistema alcanzó lentamente el nirvana.

Si hubiera vuelto al principio de la trama, el Sistema se habría asegurado de darle un buen regaño al anfitrión y decirle que siguiera correctamente el guión...... pero a estas alturas, ¿de qué serviría decir todo eso? La trama ya era imposible de recuperar.

Cuando pensó en que el guión no podría completarse, este mundo desaparecería, y el anfitrión desaparecería junto con él......

De repente, el Sistema no pudo soportar contarle al anfitrión lo que había sucedido.

Aún recordaba con toda claridad el vigor despiadado con el que el huésped se había degollado a sí mismo en aquel sueño ilusorio. Tal y como estaban las cosas, sería mejor evitar contárselo y disgustarle, ¿no?

Dejarlo ir en paz.

Podría verse como un último acto de cuidado.

Porque todos los sirvientes habían sido despedidos. Fang Li se dirigió a la cocina a tientas, revolviendo armarios en busca de comida mientras murmuraba para sí: "Como me estaba mordiendo los labios, probablemente significa que tengo antojo de carne. Debería encontrar algo con carne para comer."

El corazón del Sistema se llenó de lástima y simpatía. Cerró la boca, haciéndose el mudo.

Por suerte, aunque el palacio demoníaco estaba vacío de gente, estaba repleto de lujosos manjares. Aunque él mismo se encargaba de los preparativos, Fang Li tenía más que suficiente para disfrutar.

Cuando estuvo lleno, volvió a dormirse.

Fang Li no se despertó hasta bien entrada la mañana siguiente y llamó a Wu Yimei.

Wu Yimei todavía tenía ese aspecto respetuoso. "Su Excelencia, ¿qué órdenes tiene?"

Fang Li se quedó pensativo un momento.