CAPÍTULO 44: FIGURA

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Fang Li respiró hondo, se serenó y siguió al resto del grupo. 

Debido a que Xie Huai había dividido el río de un solo golpe y destruido directamente la matriz debajo de él, todos cruzaron sin problemas.

Al otro lado del río había un escarpado bosque de piedra.

Los pilares de piedra crecían en todo tipo de formas extrañas, caóticamente apilados sin distinción clara y exudando un aura espeluznante, aterradora.

Esta prueba sería mucho más peligrosa que las anteriores, pero lo más probable es que no fuera capaz de detener a Xie Huai.

Lo más importante, la bóveda del tesoro estaba justo pasando aquí, y no había realmente ninguna trampa más allá de este punto. Ahora era la mejor oportunidad para evitar a los demás y moverse por su cuenta.

Fang Li bajó los ojos pensativo. Si no se escabullía ahora, sería demasiado tarde.

Lu Hongdao seguía de cerca a los miembros de la Fortaleza del Banco de Nubes. Él había sido más o menos testigo de la fuerza de Xie Huai, por lo que, naturalmente, iba a aferrarse fuertemente a este gran muslo durante todo el camino. Mientras siguiera a Xie Huai y no se alejara, probablemente no habría ningún riesgo para su vida......

La multitud entró en el bosque de piedra, pero inesperadamente encontraron que no había ningún cambio en absoluto. Los alrededores eran tranquilos y pacíficos, como si se tratara de un bosque de piedra normal.

Pero Fang Li sabía que las cosas no eran tan sencillas. 

En medio de la caminata, alguien de repente gritó con rabia y sacó su espada, clavándola hacia la persona a su lado, su expresión salvaje, sus ojos inyectados en sangre. Xie Huai rápidamente giró la cabeza hacia atrás, sus ojos negros lo miraron fríamente, y los movimientos de la persona se detuvieron abruptamente, como si quisiera moverse, pero no pudiera. El cuerpo de esa persona tembló sin pausa y, tras unas cuantas respiraciones, se desplomó en el suelo, inconsciente.

Fang Li observó esta escena impasible. Esa persona había caído en una ilusión, y aunque Xie Huai lo había detenido por la fuerza, todavía se había desmayado debido al daño a su alma.

Xie Huai se dio cuenta del método de ataque del bosque de piedra e hizo una señal a Tao Lu con los ojos.

Tao Lu sacó una campana de color jade y la agitó en su mano. El sonido claro y nítido reverberó en el aire.

Lu Hongdao había pensado en un principio que todo era normal. Sólo que, por alguna razón, sintió algo extraño a su lado y se giró para ver a Fang Li mirándole, goteando sangre por todos los orificios de su cara. Estaba tan conmocionado que casi se le doblaron las piernas, pero en cuanto sonó la campana, el Fang Li que tenía ante sus ojos volvió a la normalidad, sin dejar de sonreírle. Por fin comprendió que había entrado en una ilusión.

Fang Li sonrió mientras observaba a Lu Hongdao. Al ver que había vuelto en sí, Fang Li se relajó por fin. Las ilusiones no eran el único método de ataque del bosque de piedra, pero las ilusiones eran las que más probabilidades tenían de pillar a uno por sorpresa. Los otros ataques, Xie Huai podía bloquearlos fácilmente, y como la Fortaleza del Banco de Nubes había traído un tesoro espiritual que limpiaba la mente, no necesitaba preocuparse.

Viendo que estaban casi a mitad de camino a través del bosque de piedra......

Fang Li señaló de repente un pilar de piedra y reveló una brillante sonrisa, diciendo: "Pájaro, pájaro."

Lu Hongdao se volvió y vio que el pilar de piedra se parecía un poco a un pájaro. Estaba a punto de engatusar un poco a Fang Li, pero, inesperadamente, éste se zafó de su agarre y empezó a correr en esa dirección.

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