Cotillas

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Querido diario:
13 octubre 2015
No me creía que estaba en aquella casa con aquella familia tan acogedora.
Cenamos una pizza porque el padre no era muy cocinitas y vimos una peli en el salón, era otra habitación gigante.
Vimos la película 50 sombras de grey, tranquilo diario, mandaron a la niña a dormir.
Me senté en un lateral y al lado de Santi, al lado de este estaba momo y a su lado el padre.
En la primera escena de sexo me fije que los hermanos estaban bastantes...felices, en esas escenas subiditas de tono.
Me reía por lo bajo.

-¿De que te ríes Carolina?-
-De nada de nada- dije con una sonrisa al ver que Santi estaba un tanto nervioso y aprovechó para pasar su brazo por detrás de mis hombros.
El padre se fijo en sus hijos y en una carcajada me dijo.

-Ahora entiendo porque te ríes eh Carolina-
-¿Si? Curioso que no se den cuenta del porqué de nuestras risas-
Los dos nos reímos más, en cambio Santi y Manuel se miraban extrañados.
Me levante del sofá y me iba a la cocina.

-¿A donde vas Carolina?- me preguntó Santi.
Su padre le pegó una colleja.
-Eso no se lo preguntes a una señorita, no hace falta que contestes- me dijo con una sonrisa en la cara.

-Solo iba a beber agua, no me ha molestado la pregunta- le devolví la sonrisa.

Llegué a la cocina me , saqué la botella de agua y sentí como alguien me agarraba del vientre.

-¿Te ayudo nena?- como no, Santi. Me lo susurró en la oreja.
-No hace falta, se ponerme agua yo sola, ya tengo 15 años- dije con una sonrisa picarona.

Me dio la vuelta y me levanto hasta el mármol y me sentó ahí.
Comenzó a besarme apasionadamente, bajando por el cuello pero solo se quedaba ahí.
Yo le rodeé su cintura con mis piernas y le acariciaba el pelo de la nuca con mis manos.
El volvió a mi boca y nuestros labios se volvieron a unir.
Cuando notabámos que nos faltaba el aire nos separamos un poco y unimos nuestras frentes y narices.
Me dedicó una sonrisa ladeada y yo le devolví otra sonrisa.
Pero me di cuenta de que habían dos cabezas mirando, momo y su padre. ¿Enserio? El padre me vio liandome con su hijo. No puedo pasar mas vergüenza en mi vida.
Volví a mirar a Santi y se lo dije susurrando.

-¿Quienes?-
-¿Quienes van a ser? Tu padre y tu hermano-
-Que hijos de puta- dijo con una risa en sus labios.
-Tengo un plan Carolina-
-¿Si? ¿Cual?-
-Luego te lo explico- y me dio un beso breve.
Se giro y las cabezas desaparecieron rápidamente.
Volvimos al sofá.

-Bueno chicos, yo me voy a la cama que estoy agotada-
-¿Ya? Si no ha acabado la película- me dijo momo un poco extrañado.
-Sí, buenas noches a todos-
-Espera que te acompaño- me dijo Santi.
-Vale vamos, buenas noches otra vez-
Ellos nos contestaron y se pusieron a ver la tele.
Nosotros fuimos a la habitación con la intención de que ellos nos siguiesen y acertamos.
Santi me acompaño hasta dentro de mi habitación y pude oír como hablaban el padre y el hijo.

-¿Que coño hace Santi dentro de la habitación?- dijo el padre extrañado.
-Papá, ¿no es obvio? Vamos a controlarlos dijo momo.
Cuando estuvieron suficientemente cerca cogimos unas pistolas de agua y los mojamos enteros.

-Esto para que os penséis dos veces lo de espiarme- dijo Santi entre risas y yo también reí.
-Vale vale idea captada y ahora dejad de disparar- dijo el padre.
-Carolina buenas noches voy a acompañar a estos dos cotillas a secarse- y me dio un beso en la mejilla.
-Buenas noches Santi- le sonreí.
Momo puso morritos y me hizo burla, yo le amenacé con la pistola de agua y paró.
Me sentía poderosa.
Me encantaría ser la nuera de ese señor, es decir Jonh.

-Carolina, tengo miedo- oí una voz aguda, la de Clara.
-¿Porque?-
-He tenido una pesadilla-
-Pobrecita, ¿Quieres dormir en mi cama esta noche?- le dije sonriente.
Ella asintió.
-Vamos- la cogí de la mano y la metí en mi habitación.

Llamaron a la puerta mientras me cambiaba para ponerme el pijama, en la parte de arriba, no llevaba nada y Clara abrió me giré para ver quien era, era Santi.

-Venia a decirte por últ...-
El me vio sin camiseta y sin nada y yo me giré corriendo.
-¡Clara cierra la puerta!-
-¿Porque? Santi ya me ha visto muchas veces sin nada, no pasa nada- oh bendita inocencia.
-¡Tu cierra!-
Pero cerró Santi.
¡Ha faltado muy poco para que Santi me viera las tetas o a lo mejor ya me las había visto...!
Me puse TODO el pijama y me gire hacia Clara con una cara de decepción.

-¿Estas enfadada Carolina?- me lo dijo haciendo pucheros.
-No tranquila pero cuando diga que cierres la puerta cierrala ¿vale?-
-Vale pero era mi hermanito, no pasa nada...-
-Es tu hermano y no el mio por eso a ti si te puede ver pero a mi no- se lo dije con una sonrisa.
-Perdón- al decir esto Clara me abrazó.
-Tranquila, ya da igual-
Abrí la puerta y vi a Santi sentado en el suelo apoyado en la pared.
Me vio y se puso rojo, supongo que antes también pero como estaba medio de espaldas no me fijé.

-Lo-lo-lo siento...- me dijo con su cara rojisima.
Pensaba que había visto más chicas sin ropa, ¿por qué reaccionará así?
-Da igual no ha sido culpa tuya, debería haber cerrado con pestillo- dije en tono de broma y sonriente.
-Bueno tranquila que no he visto nada- me dedicó su característica sonrisa ladeada y me fui acercando mas iba jugando con su pelo con mis manos hasta que le besé y el me agarró de la cintura.
Sus preciosos labios se fueron acercando a los mios y antes de que se tocasen me dijo algo.

-Buenas noches, nena. Sueña conmigo- y me besó estrujandome cada vez más con el y yo haciendo lo mismo.
Él quería estar lo mas cerca mío posible.

-¡Que asco! ¿Carolina como puedes besar a Santi?- dijo eso gritando a los 4 vientos.
Deje de besar a Santi por el susto que me pegó la hermana y él me miró con ojos de cachorrito pidiéndome que no parase.
No funcionó para su suerte.
¡¿Y porque coño todos nos interrumpen mientras nos besamos no hay otra cosa que hacer o que?!

-Santi ven un momento- lo llamó su padre en las escaleras.
-¡Ya voy! Buenas noches nena- y me dio el ultimo beso antes de irse.
-Vamos a dentro Clara-
-Sii, ¡Hoy duermo con Carolina!-
-Que suerte tiene alguna- oí decirlo de la boca de Santi.
Entorne la puerta porque quería oír que le decía su padre a Santi.

-Como le hagas algo esta noche a Carolina, ¡te corto las pelotas! ¿me oyes Santi?-
-Si papá-
- ¿Como se que no harás nada que ella no quiera?-
-Papa ya hemos hablado de esto antes de coger el coche para venir-
-Pero no te escuché y quiero que lo repitas para que se te quede grabado ¿vale?-
-Papa, yo respeto a Carolina, es mi novia y la-la-la quiero-
-Así me gusta, se un bien chico eh- y el padre le pego una ostia a Santi.
¡Esta noche se me va ha hacer eterna! Solo llevo un día y ya te he escrito dos paginas diario.
Por cierto después de que le explicase todo eso su padre vino su hermano y quede espectante.

-Te la tienes que tirar ya tio- dijo su hermano.
-Callate subnormal, no me voy a acostar con ella-
-¿Porque? Ella esta en su cama con su pijamita y seguramente pensando en ti-
-Porque solo tiene 15 años y yo 16 no me parece bien y además ella no querrá y se lo he prometido a papá-
-¿Desde cuando cumples las promesas?-
-Desde que tengo novia, y tu no-
- Yo me voy a discotecas y allí pillo, no voy a tener una novia formal-
-Retrasado, Carolina no es de esas, ella se respeta y además yo...- no pude oír mas porque Clara quería jugar.
¿Iba a decir otra vez que me quería?
¡Santi yo también te quieroo!
Y me respeta y eso que el antes de mi era como su hermano, igual de salidos los dos. Y lo peor es que no he escuchado el resto de la conversación.

Diario de una preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora