Picnic

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Querido diario:
15 octubre de 2015
Después de comer solo vimos la tele y se hicieron las 21:00h.

-¿Carolina vamos a la calle?-me pregunta Santi.
-Después de lo que paso ayer no tengo muchas ganas que digamos-
-¿Y si vamos por otro sitio?-
-Esta bien...- no puedo decirle que no a este chico.

Salimos a la calle mejor dicho, nos adentramos al bosque.

-¿Santi?¿A donde vamos?-pregunto intrigada.
-Tranquila, confía en mi- me sonrió con una sonrisa de seguridad y unos ojos sinceros.

Me llevó por un sendero con alrededor arboles. Tenia bastante miedo la verdad. Él se dio cuenta y me pasó su brazo derecho por los hombros y yo lo abracé con mis dos brazos.

-¿Tienes mucho miedo?- el rió.
-No...no, simplemente tengo frío- que penosa soy con las mentiras.
-Ya...ya... Lo que tu digas nena-
Oí un ruido que me estremeció y lo abracé mas fuerte.

-¿Que no tienes miedo eh?-me sonrió.
-Tranquila que esta tu héroe aquí para salvarte- se rió y me guiñó un ojo.

-¿Falta mucho?- me quejé a Santi.
-Shhh, ya estamos llegando-

Me tapó los ojos y guió hasta... algún sitio.
Cuando llegamos estaba en una especie de descampado redondo pequeño. En el centro había una manta y una cestita de picnic.

-Guauuu... Que bonito-
Me giré a Santi y le abracé lo más fuerte que pude.
-Me alegro que te guste, nena- me sonrió y me devolvió el abrazo.

Nos sentamos en aquella manta que había en el suelo y el sacó de aquella cesta bocadillos y una botella lata de canta de limón y para el una coca-cola.

Que romántico ¿verdad diario?
-Me encanta Santi, este detalle es muy bonito-
-Me alegro que te guste lo he hecho-
Le besé durante un largo rato, hasta que notamos la falta de aire.
-¿Y cómo es que te estas tomando una coca-cola en ved de una cerveza?- le pregunto colocando mi cabeza en su hombro y el apoya su cabeza sobre la mía y pasa su brazo por mi cintura.
-Porque entre mi hermano y mi padre se las han tomado todas- se me escapa una ligera sonrisa de mi boca.

Nos ponemos a mirar el cielo estrellado, no puedo evitar sentirme como una motita de polvo cuando pienso en la expansión del universo, todo es tan grande tan impactante, y hay millones de estrellas que están en millones de galaxias donde en esas galaxias hay más planetas y lo mejor, más formas de vida...
-Sabes...- su voz me saca del ensimismamiento en el que estaba.
-Nadie sabia de la existencia de este sitio, cuando era pequeño por las noches me venia aquí cuando se enfadaban mis padres y miraba las estrellas y ya no me sentía solo, cuando se divorciaron y vine a esta casa con mi padre... Pasé la noche fuera de casa... Dormí en la hierba, sin querer...- yo no podía parar de escuchar e imaginar que un pobre niño tal vez de 5-6 años. Lo mal que lo tuvo que pasar... Yo no sabia que decir.
-Al día siguiente estaba constipado...- dice con una sonrisa nostálgica sin parar de mirar el cielo.
-Bueno, no se que decir... Que mal lo tuviste que pasar, lo siento mucho- le di un beso en la mejilla.
-Si sirve de consuelo, cuando explotó el bing bang, se formaron las estrellas y nosotros después así que técnicamente tenemos algo de estrellas en nosotros... O algo así- dije para intentar animarle.
El se gira y me mira con el ceño fruncido.
-¿De donde sacas esas cosas?-
-No lo se, lo leería en algún sitio- me sonrojo.
-Que fuerte, ya decía que sentía identificado con ellas, las estrellas digo- dice cómicamente.
-Voy a sacar otra fanta ¿quieres algo?- pregunto tras acalorarme aun más por la vergüenza.
-No, te quiero a ti- me besa en la cabeza. Y yo, como no, me muero de vergüenza.
-Y yo a ti...- no sabía que decir

Después me fijé que habían chuches y decidí sacarlas entonces me fije que se cayó algo cuando lo saqué.

-Santi, ejem...¿Porque coño hay un condón en la cesta?-dije un tanto preocupada.
-¿Que? Yo no he puesto eso ahí-
-Pues alguien lo ha puesto y has sido tú quien ha hecho la cesta-
-Ya ya, pero yo no pondría eso-
-Ya te dije que no me quiero acostar contigo o por lo menos aún
-Ya lo sé, y yo no te pienso tocar pero, bien que tocabas tu anoche-
-Pero al final no me sobrepasé y te hice caso, hazme caso tu a mi ¿no?-
-Que no te voy a obligar y por tercera vez, ¡yo no he puesto eso ahí!-
-¡¿Entonces quién lo ha puesto Santi?!-
-Espera... Yo hice la cesta y pasó un momento, sera cabrón...-
-¿Estas diciendo de verdad que no pusiste tu eso?-
-Te lo prometo Carolina-
-Esta bien, te creo- y le sonreí.
-¿Enserio momo se ha traído condones?-
-Nunca se los saca de la cartera "por si acaso" según el-
Yo me reí ante aquel comentario porque sabia que momo solo lo ha hecho tres veces.

Diario de una preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora