2°Fiesta

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Querido diario:
31 octubre 2015 (22:00h)

Lo que señalo Marta fue una escena increíble.

Estaba Elena con Fran besándose me alegraba muchísimo con ella ya que ella le quería desde primero de E.S.O.

-Guauu...- dije, me quede sin palabras.
-Madre mia- soltó Marta.
-Joder- dijo Ashley.

Después vimos como se separaban e iban cada uno por un lado.

Nosotras nos giramos e hicimos como si no hubiera pasado nada.

-Hola chicas- saludo Elena.
-Hola- dijimos al unísono.

Después se me ocurrió una idea para decirle a Elena que lo habíamos visto todo.

-Oye chicas ¿que tal se os da lengua?- destaqué esa palabra para ver si me entendían.
-¿y eso a que viene...? Ahh- Marta se dio cuenta por donde iban loa tiros.
-Mal, el profesor de lengua me odia seguro- dijo Marta destacando lengua otra vez.

Ashley estaba perdida en la conversación, nos miraba con cara de ayuda.

-A mi lengua se me da bien, pero no tanto como a Elena- y las tres la miramos.

Ella agachó a cabeza.

-Lo habéis visto ¿verdad?-
-¿Ver el que?-
-Sólo hemos visto dos personas metiéndose la lengua hasta la garganta- dijo Ashley, tan "sutil" como siempre.

Elena se sonrojó.

Ashley se emocionó.
-Que bonito tia. Te acabas de besar con tu príncipe azul- dijo Ashley.
-Bueno, príncipe azul... No creo que sea para tanto- dijo Elena.
-¡Pero a que es perfecto!- dijo Elena con un brillo en los ojos.

Pasamos un rato muy divertido bailando, hablando y riendo.

Había gente borracha ¿eso es normal en una fiesta de 15 y 16 años? Si, lo es.
Se habrán traído una petaca con alcohol y se las habrán echado a la bebida.

-Elena, ¿te vienes a bailar un rato?- dijo Fran cediéndole la mano.
-Cla... Claro- dijo Elena.
-Cuidanosla eh Fran- dijo Marta.
Ashley y yo nos reímos.

Veíamos a Fran y Elena bailar.

-Que monos- dijo Ashley apoyándose en la mesa con el codo y su cabeza en la mano.
-A que si- dije yo mirándoles atenta.
-Fijaros mas chicas, no es tan bonito como parece- nos dijo Marta.
-Ostras- dijo Ashley con la boca abierta.
-¿Que?- dije yo.
-¿No lo ves?-me dijo Marta.
-Fíjate en los brazos de Fran-
-Madre mia- dije yo al ver a Fran con las manos en el trasero de Elena mientras se besaban.

-¿No se las quita?- dije yo.
-¿El que?- me pregunto Marta.
-LAS MANOS- dije obvia y señalando.

-FRAN ES UN PERVERTIDO- pensé.

-Las parejas hacen eso, ¿estas chapada a la antigua o que?- dijo Marta irónicamente.
-No... Pero me parece no se, yo no dejaría que me tocasen el culo-
-¿Ni Santi?- me pregunto Ashley pegandome un codazo.
-Ni Santi- dije.
-Bueno, dejemos este tema, mejor os digo una cosa, pero Carolina, no te enfades- dijo Ashley.
-¿Cual?- dijimos Marta y yo al unisono.
-No creo que me vaya a enfadar- dije encogiendome de hombros y sonriendo.
-Santi ligando con una chica-
-¿Que coño?- dije yo.
-Imposible, no pueden dejar pasar a Santi. No es del colegio- dijo Marta, y solte un suspiro de tranquilidad.

Entonces Ashley señalo la escena.
Era Santi sonriendo y hablando con una chica, pero no cualquier chica, sino TAMARA.
¿Porque me tenia que hacer esta chica la vida imposible SIEMPRE?(Bueno... Desde que llegué al colegio)

Me quede observando la escena y me vino un ataque celos, quería arrancarle los pelos a esa zorra. Apretaba y relajaba los puños.

Después de ver de que Támara se le lanzó pero Santi le hizo la cobra me relajé y me reí sin parar.
A Támara no le hacen nunca la cobra y cuando se la hizo Santi se quedó con cara de poema.
Estaba ella roja pero roja de vergüenza, creo que nunca la había visto así.

Me levanté corriendo a por Santi y lo besé delante de las narices de esa guarra.
Santi se quedo un poco sorprendido ya que el siempre besaba antes o primero , pero luego siguió el beso.

La cara de Támara estaba roja pero esta ves de ira.

-¿Porque estas aquí NOVIO MIO?- destaque 'novio mio' para que Támara notase que no pintaba nada ahí.
-¿Esta era tu novia de la que habablas antes?- dijo ella incrédula.
-Si, esta es Carolina- dijo Santi agarrándole de la cintura.

Me crucé de brazos con una sonrisa victoriosa.

-Pues entonces no se para que me esquivas, adoptar a una perrra como ella, no es lo mismo que salir con una chica guapa, lista, alta... Como yo - y empezó a decir adjetivos pero no me acuerdo de todos.
-¡Y a MI nadie me hace la cobra! Esta te la guardo-después de terminar se largó.

En esos momentos quería arrancarle las extensiones a esa zorra.

Al parecer Santi se percató de que me tensé y que apretaba los dientes.

-Tranquila, yo te prefiero a ti mas que nada en el mundo- me susurró en la oreja.

Me sonrojé y lo dirigí a mi mesa con mis amigas, olvidándome que a ellas Santi les caía mal.

-Hola...-dijeron las tres rodando los ojos.
-Hola chicas- dijo Santi sonriente.
-Espera aquí, voy a traerte algo de beber- le dije a Santi.

Fui a por las bebidas y al volver había un corro cerca de nuestra mesa.
Oh, oh- pensé.

-¿COMO OSAS BESAR A MI CHICA?- grito uno.
La voz era del capitán del equipo de baloncesto. Creo que se llamaba Luis.

No podía ver nada todo el mundo era mas alto que yo.

-Debí haberme puesto tacones, joder- pensé.

-¡Sueltame capullo!- oí gritar a...¡Santi!

Narra Santi.

Cuando Carolina se largó a por las bebidas vino un chico gritando acompañado por la chica de antes.
Sigo sin entender porque reaccionaria así al verme Carolina y la otra queriendo besarme, obviamente me alejé, no iba a besar a otra por Carolina.

Cuando menos me lo esperaba el chico este me agarró del cuello de la camiseta y me levanto unos escasos milímetros del suelo.

-¿¡Como osas besar a mi chica!?- me grito a la cara escupiendome.
-Tres cosas. La primera: no escupas al hablar, la segunda:¡Sueltame capullo! Y la tercera: Yo no quiero problemas-
-¿¡La besaste o no?!-
-Si, y además me toco el culo- mintió su novia con falsa tristeza.
-!Que no! Joder que pesado-
-¿Que me has dicho?-
-PE-SA-DO- y le pegué una patada en sus partes.
El me soltó y cayó al suelo de dolor pero se levanto rapidamente.
Cuando me iba a sentar me propinó una patada en la espalda haciendo que me estampara contra la mesa y Elena, Marta y Ashley gritaron del susto.

Me giré y le pegué un puñetazo en la mandíbula que le hizo retroceder. El me pegó a mi un puñetazo en la boca haciendo que mi labio sangrara y le pegue otro puñetazo y el a mi en el pómulo.

Me harté.

Le pegué un puñetazo en el estomago, cuando se retorcía de dolor aproveché y le pegué otro en la cara y lo noquee.

Después oí a Carolina gritar una palabra que no entendía entre todo el gentío que hablaba y nos había rodeado.

Le vi tapándose la boca con las manos.

Diario de una preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora