Diario de una preadolescente

De Fiesta

Querido diario:
16 octubre 2015
Después de esta mañana la charla que he tenido con momo y Santi del condón he reaccionado ante lo que hizo momo con un poco de... Ira. A lo mejor me he pasado, bueno, así aprenderán a no enfadarme.

Después del desayuno he tenido una conversación con Jonh.

-Carolina, ¿podria hablar contigo un momento?-
-Claro, ¿que pasa?-
-Creo que ya sabrás que he tenido algunas charlas con Santi-
-Si, me lo dijo-
-Vale, eh, yo solo tengo una hija y no pensé dar la charla hasta mas tarde...-
-Espere un momento ¿me va a dar la "charla" usted?-

Que incomodo que tu suegro te quiera echar la charla ¿no?

-Eh, si, bueno, mas o menos...-
-Tranquilo que ya me han explicado todo lo que tenias que explicarme-
-Ufff... Menos mal pero quería hablarte de otra cosa-
-Dime-
-Me gustaría que evitases provocar a mi hijo, para que no se os vaya de las manos porque antes he visto como metías un condón en el bolsillo de momo-

Dos cosas, diario:
1) YO NO provoco a su hijo, es él el que provoca.
2)MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA, solo podía pensar eso.

-Eh, ya pero eso tiene una explicación-
- Ya me lo imagino y no hace falta que me lo expliques-
-Que nooo era para eso, no es lo que piensas, de verdad, la explicación es porque nosotros...-
-¡No! Perdón... por gritar, pero no hace falta que digas nada. Solo quiero decirte que si yo fuera tu padre pediría que no "experimentes" aun-
-Tranquilo sigo siendo, o sea, que... Ejem, no he experimentado nada-

El soltó un supiro y se relajó.

-Gracias- dijo con la típica sonrisa familiar.

-Gracias ¿por qué?-
-Por, por... Bueno ya sabes-
-Sale también las gracias a su hijo porque por lo que me han dicho... Conmigo se esta portando decentemente ¿no?-
Y después de decir esto me largue a la piscina, ya no podía aguantar mas esta conversación con mi suegro.

Hablando con Santi y momo decidieron ir de fiesta.

-Va, Carolina anímate- me dijo Santi.
-Déjala, Santi, si es una aburrida, es una aburrida-
-¡Yo no soy una aburrida!-
-Pues vente, ¿que problema hay?-
-Pues, que no tengo vestido, ni maquillaje, tendría que saber que hacerme en el pelo...-
-Te vas de compras después de comer, aquí tenemos maquillaje de nuestra tía que viene de vez en cuando y el pelo, te lo dejas suelto- dijo Manuel con una cara de picardía.
-Ya no te puedes escaquear-
-Pero no me he traído dinero-
-Nuestro padre te lo compra-
-Pero...-
-Ya no hay excusas, esta tarde te vienes- dijo momo convencido.

Y eso hicimos, después de comer nos fuimos de tiendas, con la tarjeta de crédito de Jonh.

-¿Que te parece este?- me dijo momo.
Era un vestido rojo, ceñido falda corta escote hasta el ombligo de trantes con toda la espalda descubierta.

-A ver momo, yo quiero un vestido, no un trozo de tela que deja poco a la imaginación ¿sabes?-
-Pues yo creo que estarías para parar un tren con este vestido-
Rodé los ojos.

Santi me enseñó un vestido largo, azul celeste, con cuello alto, el vestido solo permitían ver los brazos.

-¿Y este? Esta bien ¿no?-
Manuel casi se cae al suelo de la risa.
-Santi, mi amor, soy joven y no soy de enseñar mucho pero no soy monja-

El se enfurruñó un poco, yo me reí por su reacción.

Después de mirar muchos vestidos me decidí por uno que era negro, falda corta, tiro alto y palabra de honor con detalles plateados.

Ahora tocaban los zapatos.
-Estos están guapos ¿no?- me enseñó unos zapatos de mucha plataforma y que brillaban tanto que se veían a kilómetros a la redonda.
-Momo, quiero zapatos no zancos- reímos Santi y yo.
Santi me enseño unos zapatos de tacón plateados con una hebilla en el tobillo y dos tiras encima de los dedos.