Tranquilidad

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Querido diario:
17 octubre 2015
Hoy después de comer y estar con mi familia había quedado con Elena para hablarle sobre el chalet de Santi, y que pasé algunos días en casa de su familia.
Le conté la película, la piscina, que el me llevaba en brazos, los besos, las discusiones con momo, la fiesta y lo que hicieron Santi y momo por mi.

-Ostia, Ostia, Ostia- tan fina como siempre.
-¿Has estado pasando las noches con Santi?- dijo toda emocionada.
-Una o dos noches juntos y las otras en habitaciones separadas-
-Carolina, ¿eres virgen?- la famosa pregunta que siempre se hacia presente en las conversaciones al hablar con Elena sobre novios.
-¡Que si! Y sabes que no quiero hasta los 18- dije indignada.
-Pero tia, eso no se planea, eso surge pues cuando surge. No le puedes poner fecha ni edad-
-Entonces ¿porque no se puede poner edad si las paginas X son para mayores de 18?-
-Porque existe mucho salido por ahí que solo piensa en eso y quitar pantalones a las mujeres-
-¿Que pensaran las demás si se lo digo?-
-Pues lo primero que pensaran es ¿será virgen? Y lo segundo será preguntarlo-
-O sea como tu ¿no?-reí.
-Exacto-
-¿Como puedes estar con alguien que esta fofo?-
-¡Ay si! No te he dicho que ahora esta cuadrao-
-Santi ¿cuadrado? No me hagas reir- y soltó una carcajada.
-Que si, esta buenisimo. Yo al principio tampoco me lo creía-

Después de hablar un rato nos fuimos de compras. Ella se compró un pantalon de chándal gris, largo y yo un vestido muy ceñido blanco y rosa.

Querido diario:
20 de octubre 2015
Voy a MATAR a Elena.
No me dijo que hoy teníamos examen de matemáticas y encima con el profesor que mas manía me tiene.

¿¡COMO SE PUEDE OLVIDAR ALGUIEN DE ANUNCIAR UN EXAMEN!?

Y ella para defenderse dijo que los exámenes de mates no se estudian, solo hay que operar.

¡MENTIRA!

El examen me había salido fatal.
Solo falté dos días a clase, no pudieron dar tanta materia ¿o si?

Solo pude hacer la mitad del examen y la mitad de esa mitad creo que la operé mal.

Nota para mi: la próxima vez de faltar a clase pedir deberes a Ashley o Marta.

Pero todo se arreglo al llegar a casa.

No estan mis padres, no podia pedirles salir ni quedar y como no tenia planes y ni tenia otra cosa mejor que hacer decidí coger gusanitos, ponerme cómoda y disfrutar de la televisión. Y la verdad es que se estaba muy cómoda tomando una fanta y mis gusanitos.

Mientras veía la película, entro Santi a mi casa.
No tengo niidea de como entro a mi casa pero lo hizo.

-San...Santi, ¿Como has entrado?-
-Ahh... Yo no te lo voy ha decir, nena- y me sonrió pícaramente mientras se sentaba en un borde del sofá.

-¿Que haces en mi casa?-
-Simplemente quería verte...- dijo sonriendo ladeadamente, apenas a un centímetro de mi boca.

-Carolina, ¿estan tus padres?-
-¿Por?- dije un poco asustada. A saber que se le pasaba por la mente a Santi.
-Tranquila que no es por lo que tu piensas, ojala... ¿Pero no quieres no?-
-Que no...-dije rondando los ojos.
-Vale, vale- dijo riéndose.
-¿Cuando llegan?-
-Pasado mañana-
-Perfecto- y se acomodo en el sofá cogiendo un puñado de MIS gusanitos.
-¿Que haces?- dije mientras se quitaba la camiseta.
-Ponerme comodo, pienso pasar aquí la noche-
-¿¡Que!? No puedes-
-¿Me lo vas a impedir tu?- dijo con un tono burlón.
-Lo podría intentar...- dije a alargando la ultima palabra.
Se rió con una carcajada y acto seguido se abalanzó sobre mí dejandome inmovilizada por los brazos.
-¡Ahhh!- grité, no me esperaba esa reacción.
Se quedó observándome un largo rato.

-Me encantan tus ojos, sonpreciosos-
Me sonroje.
-Gracias. Me lo suelen decir-
-Pero que te lo diga yo es mas especial- me sonrió.

En menos de dos segundos estábamos los dos besándonos.
Yo seguía inmóvil pero no me importaba. Estaba junto a el y era en lo único que podía pensar.

Me mordió la oreja, me encantó, sentía un cosquilleo por el cuerpo.
¡Eso se nos iba de las manos!
A si que cuando el estaba con la guardia baja me libré de el y lo tiré al suelo.

-Perdón- dije mirándole desde el sofá.
-A lo mejor me he pasado un poco. Perdón por hacerte daño-dijo mientras se incorporaba y rascaba la nuca.

-No, no me has echo daño, pero a lo mejor pasarte si- y le sonreí.

-Pero... ¿Entonces te ha gustado?- dijo sonriendo ladeadamente.
-Callate y sube- le tendi la mano.
-Ahhh- me tiró encima de el.
-Dejame ir- grite entre risas.
-Dame un beso-
Le bese y cuando me iba a separar me agarró de la nuca y me lo impidió y siguió besándome.
Cuando nos falto el aire nos separamos y nos sonreímos.

Al levantarnos el golpeó la pata de la mesa y se le cayó mi fanta en su pantalones empapándoselos enteros.

-Mierda- yo me reí.
-En mi armario o hay ropa de chico, o por lo menos que te valga- reí.
-Podrías haber esperado hasta llegar al baño ¿no?- me metí con el.
-Con que esasa tenemos ¿eh nena?-
Cogió el bote de la fanta y la vació encima de mi.

Me quedé boquiabierta después de hacer eso.

-Te vas a enterar- sacudí mi pelo para salpicarle.

Nos reíamos sin parar.
De ser una aburrida tarde de viernes pasó a ser una de las mejores tardes de mi vida.

Después de luchas con líquidos decidí ducharme.

-¿Me puedo meter contigo?- dijo poniéndome una cara de corderito.
Rodé los ojos.
-Callate-
-Me encanta cuando haces eso-
-¿El que?-pregunté confundida.
-Eso de rodar los ojos y decirme que me calle- dijo sonriendo.
Le dediqué una sonrisa y me metí en el baño de mi habitación.

El me esperaba tumbado en la cama mirándome saliendo por la puerta. Me examinó de pies a cabeza con la toalla puesta.

-¡Para!- grité.
-¿De que?- rió.
-De mirarme como si fuera tu...tu...tu... presa- rió ante aquella comparación.
-A lo mejor lo eres- rió maliciosamente mirando mi toalla.
Hizo un amago y consiguió agarrarla aunque yo intentese esquivarlo.
-Ni se te ocurra- me amenacé.
-Vale, vale- soltó.
Suspire.

-Carolina quiero que sepas que nunca haría algo que no quisieses, puedes confiar en mi, no soy un monstruo violador pervertido-
-Ya se que puedo confiar en ti solo que... Algunas veces te pasas con las bromitas- dije con un hilillo de voz.
-Solo lo hago para que te piques un poco- me sonrió.
-Callate, te toca- le dije señalándole el baño.
Se rió y se metió.

Cogí el ordenador y me puse mi youtuber favorito Elrubiusomg.
Había un vídeo nuevo de PhotobothChallenge.
Me reía a carcajadas.

Oí la puerta del baño y no pude evitar morderme el labio inferior y mirarle de arriba abajo al salir del baño Santi.
El me sonrió.

-¡Para!- me copió incluso con voz femenina.
Me reí.
-Anda, ves y pinte algo de ropa-
-Pues como no me ponga tu ropa no se que voy ha hacer-
-Creo que tengo un pantalón deportivo ancho-
Me levanté y rebusqué por los cajones.
Me costó mucho encontrar los putos pantalones.

-Toma- le tendí los pantalones.
-Gracias- y se los puso por debajo de la toalla.
Cuando terminó de ponérselos seguía mirándole con una sonrisa tonta.

El se levantó me agarró de la cintura y me miro a los ojos.

-Te quiero- me susurró.
Y acto seguido me besó.

ERA TAN ROMANTICO. MALDITOS PUTOS 15 AÑOS DE MIERDA. NO PUEDO HACER NADA.

Apagué el ordenador y decidí ponerme a dormir.

-Espero que estés cómodo en el sofá- le sonreí.
-Si venga, ¿y si dormimos juntos?-
-Bueno, si estas cómodo en el suelo...- me reí.
El se empezó a refunfuñar.

Me encantaba picarle.

-Anda, tumbate- y le hice un gesto para que fuese a la cama.

Estábamos a punto de dormir y el me abrazó y me besó la nuca.

-Buenas noches nena-
-Buenas noches-.

Diario de una preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora