𝐄𝐍 𝐔𝐍 mundo dividido por la lucha entre el bien y el mal, el héroe numero dos de Japón recibe una misión insólita: infiltrarse en la base de los villanos y seducir a la villana más vulnerable para extraer información crucial. Con una estrategia...
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- XXIII -
Hawks era alguien que siempre atraía las miradas, especialmente del público femenino. Mujeres de todas las edades lo admiraban y lo seguían con devoción, como si fuera un ídolo intocable, y él lo sabía muy bien. La atención le gustaba, de hecho, le encantaba. A veces, en medio de una multitud de gritos y cámaras, podía sentir cómo esa adoración inflaba su ego.
¿Cómo no iba a disfrutarlo? Era guapo, joven, famoso, y uno de los héroes más poderosos del país. No había mucho más que pudiera pedir.
Le gustaban las mujeres, siempre habían sido una debilidad para él. Le encantaba coquetear, saborear la emoción de la atracción mutua. Sin embargo, algo curioso ocurría: a pesar de todas esas oportunidades, nunca había tenido una novia de verdad. Su vida era demasiado complicada, sus prioridades demasiado enredadas con la Comisión de Seguridad y sus deberes como héroe. El amor no había tenido cabida en su agenda, y no porque no lo deseara, sino porque siempre hubo algo más urgente.
Ahora, con Negai a su lado como su "novia", las cosas eran diferentes. No era una relación real, ni mucho menos. La Comisión había orquestado todo para que él se acercara a ella, para que ganara su confianza, la sedujera, y al final, la despojara de la información valiosa que ella guardaba sobre la Liga de Villanos. Eso era lo que importaba: el objetivo. Pero, aunque sabía que todo estaba basado en mentiras, algo en su interior lo incomodaba.
"Es mi responsabilidad ahora" pensaba mientras la observaba desde el otro lado de la habitación. Su cabello caía suavemente sobre su rostro mientras revisaba su teléfono. Hawks sentía que, a pesar de no poder corresponder a sus sentimientos, tenía una especie de deber hacia ella. No porque la amara, porque claramente no lo hacía, pero le debía respeto. Aunque la relación fuera una fachada, un teatro montado para obtener lo que necesitaba, al menos debía serle fiel.
Había algo en Negai que le hacía sentir esa responsabilidad más pesada de lo normal. Su mirada fría, esa sensación de vulnerabilidad oculta bajo su fachada de villana. Sabía que, de alguna manera, ella también estaba rota, atrapada en una vida de sombras y violencia. Y aunque él también fingía, no podía evitar sentir una pizca de culpabilidad.
Era como si estuvieran destinados a traicionarse mutuamente.
Pero así eran las cosas. La Comisión había elegido este camino para él. Negai era su misión, y aunque a veces olvidaba los verdaderos motivos por los que se acercaba a ella, sabía que no podía permitirse bajar la guardia. "Todo por el bien mayor" se repetía una y otra vez.
Aun así, mientras la veía sonreír levemente a la pantalla de su teléfono, algo en su interior se agitaba.
Suspiró pesadamente antes de ponerse de pie, dejando caer sus hombros mientras exhalaba. El peso de la responsabilidad y las mentiras comenzaba a apretar más de lo normal en su pecho. Hawks podía manejar la presión, siempre había sido así, pero ahora… tener que equilibrar esa vida de héroe, su fachada con Negai, y las constantes exigencias de la Comisión comenzaba a desgastarlo.
