𝟎𝟐𝟖 - 𝘾𝙪𝙗𝙞𝙘𝙪𝙡𝙤

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- XXVIII -

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- XXVIII -

Hawks y Negai estaban juntos en una sala común de la base, aunque el ambiente no era exactamente relajado. Hawks estaba sentado en el sofá, con las alas extendidas detrás de él, balanceando una pierna sobre la otra mientras observaba a Negai, quien parecía completamente abstraída y molesta. Caminaba de un lado a otro, evitando mirarlo directamente.

─Preciosa, ¿qué tienes?─ preguntó Hawks, su tono juguetón pero con un leve toque de impaciencia. ─Llevas rato dando vueltas como si quisieras perforar el suelo.

Negai se detuvo un segundo, pero luego continuó caminando, manteniendo sus labios apretados, sin responderle.

Hawks arqueó una ceja, claramente confundido, pero también un poco irritado. La frustración estaba acumulándose dentro de él, no solo por esa situación, sino también por el peso de su trabajo, las expectativas de la comisión y el estrés general que lo seguía como una sombra constante. ─Vamos, muñeca, no me vas a ignorar ahora, ¿verdad?─ insistió, tratando de mantener su tono ligero mientras se levantaba del sofá y caminaba hacia ella.

Negai se giró para mirarlo, pero aún sin decir nada. Sus ojos revelaban su molestia, pero no iba a ceder tan fácilmente. No iba a admitir lo que realmente sentía… mucho menos frente a él.

Hawks se acercó a Negai con esa sonrisa juguetona que siempre lo caracterizaba, buscando aliviar la tensión que podía sentir en el ambiente. ─Oye, Negai, dime qué te pasa─ se inclinó un poco hacia ella, pero Negai cruzó los brazos, con el ceño fruncido, sin responder. ─¿Ah, no me vas a decir nada? Te veo con esa cara desde hace rato, y ni siquiera me dices por qué─ dijo, buscando el contacto visual con ella.

Negai lo miró de reojo, sus labios apretados mientras una mezcla de enojo y vergüenza hervía en su interior. No quería admitir lo que sentía; le resultaba estúpido estar celosa. Pero cada vez que lo veía rodeado de esas mujeres, coqueteando y sonriendo, algo dentro de ella se retorcía. Ella seguía con los brazos cruzados, su mirada fijándose en el suelo. ─No es nada─ murmuró, sin molestarse en levantar la vista hacia él.

─¿Nada, eh?─ Hawks soltó una risa ligera, aunque era obvio que estaba cada vez más impaciente. ─¿Entonces por qué parece que me quieres arrancar la cabeza con esa mirada que me has estado lanzando toda la tarde?─ se inclinó un poco más cerca de ella, sus alas desplegándose levemente, en una mezcla de seducción y curiosidad. ─Oye, princesa, dímelo. Prometo que no me voy a burlar… mucho... Desde hace rato estás más fría que el hielo conmigo. No soy tan tonto, estas molesta por algo.

─Hawks, déjalo ya. No tengo ganas de hablar de eso ahora─ replicó ella, su tono más firme de lo habitual.

Hawks se quedó quieto por un momento, tratando de medir su reacción. ─¿Ah, entonces es una de esas veces en las que simplemente te cierras y yo me quedo adivinando qué te pasa? ¿Es eso, amor?─ su tono era medio en broma, pero había una pizca de frustración en sus palabras.

𝐈𝐍𝐂𝐋𝐔𝐒𝐎 𝐒𝐈 𝐌𝐄 𝐓𝐑𝐀𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐒 | HawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora