𝐄𝐍 𝐔𝐍 mundo dividido por la lucha entre el bien y el mal, el héroe numero dos de Japón recibe una misión insólita: infiltrarse en la base de los villanos y seducir a la villana más vulnerable para extraer información crucial. Con una estrategia...
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- XXVI -
Con el pasar de las semanas, Negai tomó una curiosa costumbre que Hawks no pudo evitar notar: enviarle fotos de ella misma en diferentes situaciones cotidianas. Al principio, podría haberlo sorprendido, pero con el tiempo se convirtió en algo casi rutinario. Y, bueno, si estabas en los zapatos de Hawks, podrías entender por qué era fácil acostumbrarse. La verdad es que Negai era... hermosa.
No podía negarlo.
Quizás tú también estarías de acuerdo en que alguien con esa apariencia llamaría la atención de cualquiera, ¿no? Ella lo sabía, o al menos empezaba a creerlo. Su autoestima había crecido un poco desde que comenzó su relación con él, y quién podría culparla. Después de todo, si Hawks, el héroe número dos, se había fijado en ella, debía haber una razón. Tal vez, pensaba, era por su belleza evidente o y también por su personalidad. "Ah, Negai" podrías pensar "si tan solo supieras la verdad detrás de todo esto"
Porque, bueno, tú sabes lo que ella no sabe, ¿verdad?
La verdad incómoda que se cierne sobre esa relación. Si Negai supiera que Hawks no se fijó en ella por esas dos cosas... si supiera que, desde el principio, todo fue una misión. Y es que, seamos sinceros, ¿por qué un héroe del calibre de Hawks se fijaría en una villana como Negai? No podría... a menos que hubiera una razón más oscura detrás. Hawks, el héroe, obligado a estar con ella, a seguir un plan que no surgió de sus propios deseos. Debe ser difícil de digerir, ¿no?
Pero bueno, dejando todo eso de lado por un momento, volvamos a lo que importa ahora.
Las fotos.
Las imágenes que Negai le mandaba a Hawks eran, en su mayoría, normales. Desde fotos de ella lavándose los dientes por la mañana, con el cabello desordenado y espuma de pasta de dientes en la boca, hasta otras más relajadas, como cuando estaba bromeando junto a Twice en la base. Incluso si eran momentos comunes, casi mundanos, Hawks había terminado por acostumbrarse a recibir esas fotos. Era como si se hubieran convertido en parte de su día, algo que esperaba con cierta curiosidad. ¿Cómo se sentiría recibir algo tan íntimo de alguien que, al final del día, no era más que una misión?
Es curioso, ¿no crees? Porque mientras Negai le enviaba esas fotos con la confianza y la creencia de que su relación con Hawks era real, él las recibía sabiendo que había algo mucho más grande en juego. Y, sin embargo, allí estaban. Ella enviando y él respondiendo, como si todo fuera tan normal. ¿Te imaginas lo complicado que debe ser para Hawks mantener esa fachada, sabiendo que todo tiene un propósito oculto?
Pero de eso va la vida de los héroes, ¿no? Secretos, misiones, y a veces... traiciones.
Claro, Hawks podía actuar como el mejor novio del mundo. Era increíblemente convincente. Era atento, cariñoso, siempre listo para lanzar una sonrisa seductora o una broma coqueta cuando el momento lo ameritaba. Cuando te pones a pensarlo, casi era perfecto en ese papel, ¿verdad? En más de una ocasión, su comportamiento habría derretido el corazón de cualquiera. ¿Cómo no lo haría? Besaba y abrazaba a Negai cuando quería, la envolvía en sus brazos con esa seguridad que solo un héroe como él podía ofrecer.
