𝐄𝐍 𝐔𝐍 mundo dividido por la lucha entre el bien y el mal, el héroe numero dos de Japón recibe una misión insólita: infiltrarse en la base de los villanos y seducir a la villana más vulnerable para extraer información crucial. Con una estrategia...
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- XXIV -
El cielo estaba pintado de un suave tono anaranjado mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, dejando paso a las estrellas. Las luces del autocine brillaban a lo lejos, y el sonido de los coches estacionándose llenaba el ambiente. En uno de esos autos, Hawks y Negai se encontraban en el asiento delantero, esperando el inicio de la película. Negai miraba por la ventana, disfrutando de la brisa que entraba suavemente a través de la rendija de la ventana abierta. A su lado, Hawks ajustaba su asiento, las alas plegadas cuidadosamente detrás de él. Estaba claro que el espacio en el auto no le daba mucha libertad para moverse como le gustaba, pero no se quejaba.
─¿Estás cómoda?─ preguntó Hawks, mirándola de reojo mientras su mano derecha descansaba sobre el volante.
Negai asintió, girándose hacia él con una sonrisa. ─Sí, bastante. Me gusta esta idea del autocine, es... tranquilo. La verdad nunca había venido a uno y es mejor que como me lo imaginaba...─ comentó, su voz suave, aunque un toque de nerviosismo se filtraba en su tono. ─Gracias por traernos a este lugar, en serio es increíble.
No era la primera vez que salían juntos, pero la privacidad del lugar, lejos de la Liga y los problemas del día a día, la hacía sentir algo diferente esa noche.
─Lo sé, lo sé preciosa. Soy todo un romántico cuando me lo propongo, ¿o apoco no?─ bromeó, su mano libre buscando la de Negai y entrelazando sus dedos con los de ella.
Ella rió, su risa siendo como una melodía tranquila en medio del silencio del lugar. ─Romántico... no sé si esa es la palabra que usaría para ti, pero lo intentas, y eso cuenta.
El sonido de un tráiler comenzando a reproducirse en la pantalla los distrajo por un momento, y ambos dirigieron sus ojos hacia el frente, donde las primeras imágenes empezaban a parpadear en el enorme lienzo blanco. La luz tenue del proyector iluminaba sus rostros, creando sombras suaves que jugaban en sus facciones.
─Por cierto, ¿sabes de qué trata la película?─ preguntó Negai, mirando la pantalla con curiosidad.
Hawks se encogió de hombros, haciendo una mueca despreocupada. ─Para ser honesto, no tengo idea. Solo pensé que el autocine sería un buen plan. Pero por ahora, no importa la película, ¿verdad?─ dijo con un guiño, su tono claramente indicando que el filme era lo de menos.
Negai lo miró por un momento, con una ceja alzada. ─¿No importa? ¿Y qué tal si es una película de romance? Ya sabes que no me gustan mucho.
Hawks se inclinó hacia ella, su expresión también divertida mientras dejaba que sus ojos se posaran directamente en los de Negai. ─¿Una película de romance, eh?─ repitió con un tono sarcástico, apoyando su brazo en el respaldo del asiento para poder estar más cerca de ella. ─No me engañas. A ti te encanta el romance, Negai. Sólo que no lo quieres admitir.