Chorreando por primera ves con Itachi

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NSFW ; estás chorreando por primera vez en la hermosa polla de Itachi


Esta vez no había nada demasiado diferente. Siempre apasionado. Gemidos susurrantes de afecto. Itachi, sintiéndose un poco... atrevido y descarado, envolvió sus delgados dedos alrededor de tu cuello. Lo escarbó suavemente mientras te embestía lentamente. Estás tan mojada, tan tensa alrededor de su palpitante polla. Hoy estaba aguantando. Quería asegurarse de que te corrieras tantas veces como pudieras soportarlo.

"..mmm.." tu suave gemido mientras él besaba tu mandíbula, mordisqueaba tus pechos. Su mano libre te sostenía firme mientras su movimiento brusco pero lento de su pene te hacía temblar. Te hinchabas de excitación, goteabas un poco más con cada orgasmo que él te hacía pasar. Ahogó su pene tan delirantemente bien que incluso tuvo que parar una vez. El patrón de los latidos de su corazón tamborileaba entre tus piernas. Coincidía con tu propio latido alrededor de su longitud.

"...Uno más." Itachi nunca suplicó, no estabas seguro si era una súplica para sí mismo o una solicitud para sentir tus paredes revolotear y apretarse a su alrededor.

"...No sé si puedo." Era una declaración verdadera. Te sentías hinchada y casi entumecida. Casi nunca Itachi traía juguetes a tu cama, pero estaba desesperado. Extendió la mano hacia la mesita de noche, su pene moviéndose dentro de ti. Esa buena presión de la punta descansando un poco sobre tu cuello uterino.

—Entonces usa esto. —Este hombre era una curiosidad. Asintiendo con la cabeza, el suave zumbido de ese pequeño y tonto dispositivo hizo que tus paredes se contrajeran deliciosamente al contacto.

La polla de Itachi se sentía bien todos los días. Todos los días, desde atrás, de costado e incluso debajo de él. Capaz de hacerte deslizarte alrededor de él cada vez que tenían sexo. Este pequeño juguete de hoy les estaba haciendo favores a ambos. Ni una palabra de ninguno de los dos, aparte de los maullidos lascivos de lo malditamente bien que se sentía.

Al sostenerlo sobre tu sobreestimulado miembro, se sentía como si una olla se desbordara. Demasiado intenso y, sin embargo, no lo suficiente. Sumado a sus embestidas profundas y el apretón de su mano alrededor de tu garganta, cortaban tu capacidad de gritar realmente por él. Apenas podías lograr devolverle el beso, aparte de algunos toques descuidados antes de que te mordiera el labio inferior.

La oleada de tu coño succionándolo mientras revoloteaba a su alrededor otra vez. "Una más... una más. Cariño, por favor".

Sus delicados dedos se entrelazaron con los tuyos en el dispositivo, desesperados por que lo estrangularas de nuevo. Encapsulaste su polla en ese cálido abrazo cuando te corriste. Apretándola contra ti con más fuerza, aumentando la producción. Tus suaves maullidos llenaron el fondo de su garganta, corriéndose de nuevo. Más fuerte que la última vez, dejándote inoperable, completamente borracho de su polla. Itachi nunca tuvo expectativas cuando se trataba de sexo. Todo era placentero.

Pero ¿eyacular por primera vez? ¿Fue un sueño? Tu semen acumulándose en sus rodillas. Empapando su cama, ¿volvería a lavar estas sábanas? Itachi no pudo evitar correrse incluso si hubiera querido. Sentiste ese calor familiar de su espeso semen brotando dentro de ti, filtrándose y saliendo mientras él lo volvía a introducir lentamente en ti.

Te alabó, te adoró. "Buena chica, lávame la polla".

Te besó la frente cuando su suave pene ya no pudo penetrarte. Te acercó y se deslizó hacia afuera por completo. Jadeaste; agotada. El cabello se te pegó a la frente y él lo apartó para besarte la sien.

Tal vez ese juguete se ganaría un lugar permanente entre las sábanas contigo.

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