Estaba caminando de un lado a otro y sabías lo que eso significaba.
Lo empujaste demasiado y pudiste sentir su mirada dura en el costado de tu rostro, observándote con atención.
No levantaste la vista de tu posición y optaste por esperar a que él hablara primero.
"¿Qué creías que estabas haciendo ?"
Te encogiste de hombros y todo tu cuerpo se movió con el movimiento antes de darte cuenta de que había sido un error.
Te abrazó con fuerza, su mano grande agarró tu mandíbula hasta que hiciste una mueca, sus ojos bermellón se entrecerraron mirándote, " habla ".
Su tono fue más que suficiente para enviar una descarga de excitación a través de tu sistema, tus muslos se apretaron ante el solo pensamiento, "lo siento papi..."
Él se burló de tus palabras en un tono que resonó en la habitación con nada más que malicia, cuadrando los hombros de una manera que de alguna manera lo hacía parecer imposiblemente más grande, "joder, mírame " .
lo hiciste, con ojos de cierva, tratando de parecer tan inocente como te sentías. Parecías enroscarte en ti misma, intentando hacerte ver más pequeña para que tal vez él tuviera piedad.
Él te arrulló: "La cosita más dulce de papá, ¿eh?"
Tu labio inferior tembló por el elogio, y si su agarre lo hubiera permitido, estás seguro de que habrías asentido.
Debiste saber que era una estratagema para que bajaras la guardia, porque tan rápido como pasó de odioso a suave, cambió de nuevo.
Su mano se apretó hasta que estuviste segura de que tendrías marcas con la forma de las yemas de sus dedos en tu cara, y te quejaste por la sensación, su título cayó de tus labios temblorosos en una súplica.
Él te hizo callar suavemente, sus labios formando una sonrisa maliciosa, "pero ahora estarás bien, ¿verdad? ¿O papá va a tener que follarte como a una puta de todos modos?"
