Capítulo 12: De la mano

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Esa misma mañana, después del desayuno Eloise bajaba las escaleras en dirección a Hyde Park, con la esperanza de ver los resultados que había logrado el panfleto de Pen; no obstante, fue interceptada por Colin al pie de las escaleras —¡Colin! —dijo sobresaltada.

—Tu ya lo sabias —dijo más como una afirmación que como una pregunta. Los ojos de Eloise abrieron en grande y la respuesta parecía haberse dado sin decir palabra alguna.

—No sé de qué hablas —fingió demencia, después de todo aún guardaba su promesa de mantener a salvo el secreto.

—¡Que Penélope Featherington es Lady Whistledown! —las palabras salieron estrelladas de su boca, de alguna forma se las había ingeniado para gritar en un susurro.

—Es Debling ahora —contestó pacíficamente, curiosa de que Colin la nombrara con su apellido de soltera.

—No tienes por qué recordármelo —insistió dejando ver su molestia en los ojos—. Tú sabias que ella era Lady Whistledown todo este tiempo.

—Lo supe la temporada pasada —la había tomado desprevenida, aún intentaba parecer firme pero las palabras de su boca salieron con una pequeña vergüenza— pero me prometí no revelar su identidad.

—No pareces molesta —la cuestionó— ella ha dichos cosas sobre ti.

—Lo estaba y muy herida por sus palabras, pero sé que no era su intención lastimarme —respondió con total sinceridad. En el pasado había ansiado conocer a Whistledown pues realmente la admiraba, y pese a lo acontecido la temporada pasada, aún quedaba algo de esa admiración.

—Entonces, ¿la perdonaste? —Él también se había debatido toda la noche en perdonarla o no, su corazón seguía herido por un sin más de razones que solo por las palabras del panfleto. Era ese corazón roto por la perdida y la incertidumbre los que no lo dejaban pensar con claridad.

—Eso estoy haciendo —afirmó con suavidad— ella está arrepentida y creo en su arrepentimiento, además lo de hoy ha sido petición mía y lo ha hecho muy bien —sonrió al recordar la noche en que ambas pudieron hablar después de tanto tiempo; el consuelo que Penélope le dio en ese momento de inquietud y temor, ella tenía toda la seguridad y confianza que a Eloise le faltaba, le aseguró con convicción que saldrían de esta situación, y aunque no hubieran hablado durante ese tiempo; más que nada por la nupcias de Penélope, se mantuvo confiada en que su amiga escribiría algo contundente para desmentir a Cressida.

— ¿Y tú? —no podía pasar desapercibido la irritación de su hermano, lo miró con atención y notó tristeza en sus ojos.

—Es difícil cuando tus sentimientos se encuentran ya comprometidos —atinó a decir viajando su mirada hacia un punto vacío, apartándola de los ojos atentos de Eloise— debo irme.

Se apartó de las escaleras con rumbo a otra parte de la casa, dejando a Eloise sin entender realmente que quería decir Colin con respecto a tener sus sentimientos comprometidos; parecía que su hermano le estaba ocultando algo más, después de todo había estado muy misterioso los últimos días.

Cambió su dirección hacia la casa de Penélope, su nueva casa como la marquesa Debling. Le parecía extraño el título, de alguna manera siempre imagino a ambas viviendo una vida de soltería y excentricidades, le divertía sobremanera la idea de vivir en casas conjuntas y pasar tardes enteras leyendo y conversando como siempre solían hacerlo; sin embargo, ahora ella ya estaba casada y portaba un título como marquesa, ya no era la Penélope que conocía tan bien, había crecido y madurado al igual que ella lo había hecho sin darse mucha cuenta. Pero seguía siendo ella, seguía siendo su amiga de confianza y verdaderamente la había extrañado horrores durante todo ese tiempo.

Romacing Lady DeblingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora