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Barty prepara la cena, no vió a Evan en todo el día. No está preocupado, pero quizá quiere contarle que hoy las vacas no lo tiraron al piso y Alice les regaló un sillón nuevo.

O quizá omita la parte de Alice, a Rosier no parece caerle muy en gracia su dulce y empalagosa mejor amiga.

La puerta suena, sacándolo de sus pensamientos y alarmándolo.

-Soy yo- avisa la voz francesa en un pobre inglés.

-Evan- saluda Barty, sonriente, tiene el impulso de abrazarlo, pero no lo hace- ¿dónde estuviste?

-¿Interesa?- responde el rubio, luce cansado y sigue arrastrando su pierna.

-Sabes que si no descansas nunca te recuperarás ¿no?- insiste Crouch, ignorando el comentario de su compañero.

-Fui a buscar trabajo.

-¿Y?

-Me hablaron en italiano en cada lugar que fui, no entendí nada.

-Debes aprender el idioma para poder trabajar en Italia, ¿no crees?- señala divertido, dejando un plato de snacks frente al rubio. Él luce frustrado y unos snacks no vendrán mal.

-Sí, ¿cómo no se me ocurrió antes?- responde sarcástico mientras eleva las manos al aire. Barty ríe y se acerca, masajeando sus hombros.

-Cuando estés bien podrás venir a trabajar conmigo, el campo deja mucho dinero y seré yo el que maneje los socios, no tendrás que aprender italiano- propone.

-¿Y qué quieres que haga mientras me curo? ¿mirar la pared como un inútil?- bufa e inclina la cabeza dejando que Barty acceda a sus hombros.

-Descansar, no es solo de la herida, Rosier. Fuiste el mortífago más activo por no ser muy conocido. Trabajaste mucho este último tiempo aunque no sea el trabajo más lindo- bromea, pero Evan no ve el chiste.

-Deja de mencionarlo, cada una de esas muertes me pesan- Barty suspira y mete sus manos por el cuello de la camisa.

-Solo bromeaba ¿sí? hoy fue un día bueno para mí, las vacas no me tiraron, ni caí al río y ¿al menos viste el sillón nuevo?- señala, el rubio voltea a ver- es muy cómodo. Más que el anterior.

-¿Robaste un sillón, junior?- cuestiona elevando una ceja, ambos se miran.

-No, más bien fue... un regalo.

-¿De quíen?

-No es importante.

-Si te tiraste a un viejo de 60 años para conseguir eso; vomitaré- señala serio.

-¡No! ¡giu! ¿no crees que merezco algo mejor?- se queja, apoyándose en la mesa, Evan recién nota que no lleva pantalones- es de Ali, solo quiere ayudarnos-el rubio rueda los ojos- Tiene esposo, Evan. Están esperando un bebé, ¿puedes dejar ese comportamiento estúpido e infantil?

-Sí, lo siento. Es que tu eres todo lo que tengo ahora y tú si tienes una amiga acá.

-Aww, ¿te sientes reemplazado, rubio?- molesta apretando su nariz, Rosier toma con fuerza su muñeca.

-No te atrevas a hacer eso otra vez- exige con voz muy serio. Barty frunce el ceño, haría alguna broma, pero está asustado; bueno, entre asustado y caliente. Evan es muy caliente, especialmente cuando está serio (o sea siempre)

-Bien- se aleja, volviendo a la cocina. Los ojos de Evan lo escanean de arriba abajo, centrándose en sus muslos- demente- susurra cuando está lejos.

-¿Qué dijiste, junior?

-Caliente-señala la sopa- la sopa está caliente- sonrie inocentemente. Evan toma del vaso que Barty abandonó ahí, es whisky.

La vista que tiene Crouch es genial, y nunca la olvidará: Evan está sentado con las piernas abiertas, un vaso de whisky en la mano; el cuello de la camisa desarreglado, los ojos color cielo helado, quemando el cuerpo de Barty; la expresión más seria que tiene y el hermoso cabello rubio desordenado.

"Sí, caliente" concluye en su cabeza, obligándose a dejar de ver a Rosier y volviendo a la cena.

Together//RosekillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora