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-No sabía eso, Barty- susurra cálidamente, el tono cálido y amoroso es raro en Rosier, cosa que sorprende y derrite al pelinegro. Evan está apoyado contra su cuerpo, acorralándolo contra la mesada- lamento todo lo que nos pasó y creo que si ambos nos esforzamos- suspira- podríamos llegar a ser felices, ya encontramos paz- señala la casa- y- se aclara la garganta- yo tampoco quiero perderte, no quiero molestarte tampoco; me siento un inútil por lo de mi pierna. ¡No puedo ni pararme solo! Duele mucho.

-Primero- eleva un dedo- NO ME MOLESTAS- le grita en la cara- grabatelo en la cabeza, hombre. Y segundo, debes darte tiempo para curar, Evan. Las heridas no se cierran de un día para otro, como la vida o el amor. Todo lleva su tiempo y proceso. Relajate un poco y cenemos- sonrie divertido estirando su mano para apretar las mejillas del rubio.

Evan ríe levemente, es una risa cálida y sincera (de esas que nadie escucha pero Crouch ahora conoce). Evan hunde su nariz en el cuello de Barty, mientras lo abraza por la cintura.

-Lamento haberte mordido- habla el más bajo.

-No mientas, no lo lamentas- responde Rosier, aunque su tono es "firme" realmente espera que la cicatriz quede para siempre. 

Crouch ríe.

-No, no lo lamento.Me atrapaste- bromea, moviendo una mano.

-Sí, te atrapé- afirma, pasando sus manos por la cintura de Barty.

El verde vibrante de los ojos de Barty se fusionan al azul cielo de los ojos de Evan, mirándose intensamente.

Together//RosekillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora