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-¿Pudiste ponerte la pomada?- cuestiona Barty, mientras hace la cena 

-No- responde Rosier, acaba de salir de la ducha. Se pudo bañar con mucho esfuerzo, cayó una o dos veces, pero lo logró- ahora me la pondré.

Barty lo mira, se rasca la nuca, el cabello mojado se pega a la frente del francés. 

-Puedo ayudarte- propone.

-No, gracias- responde cansado, sentándose en el sillón. Barty lo ve tirar la cabeza hacia atrás, dejando su cuello visible. La marca de sus dientes está ahí, cuando coqueteó el otro día (cap 23)

El pelinegro traga duro, Rosier se mantiene en esa posición, sentado con las piernas abiertas, la cabeza hacia atrás y su pijama corto.

-Prometo no molestarte- susurra, nervioso. Evan levanta la cabeza, y sube una ceja.

-No lo creo- responde suspirando, bañarse fue difícil y  cayó tantas veces que sus rodillas duelen.

-Lo juro- promete Crouch.

El rubio decide ponerlo a prueba y estira la bolsa donde tiene la pomada y todo lo que compró hoy.

-Acá está todo lo necesario, gracias- Barty asiente y se lava las manos, no sin antes bajar el fuego para que la carne a la sartén con verduras no se queme.

Barty se sienta a su lado y desinfecta la herida, luego coloca la pomada y un par de gasas, termina con cinta de papel.

-Listo- sonrie guardando la pomada- sin quemaduras químicas ni momentos incómodos.

-No sabes cuanto lo agradezco- suspira cansado.

-Por favor quédate en casa mañana, es peligroso que salgas con una herida abierta 

-Quiero juntar dinero y mudarme- admite sin mirarlo.

-Oh...- su sonrisa decae abruptamente, Evan volvió a ser el frío y lejano compañero de slytherin-el problema soy yo, así que trataré de no volver hasta que te duermas- promete, levantándose del sillón.

Evan frunce el ceño, viendo al pelinegro alejarse.

-No Barty, no lo hagas. Tu no eres el problema, es que necesito privacidad y si me voy a quedar en Italia tengo que conseguir una casa para poder tener pareja y formar una familia. No morí, así que voy a soñar en grande.

Barty se muerde el labio, no sabe por qué su corazón se aceleró, se siente descompuesto o tiene ganas de llorar.

-Claro, sí, sí- sonrie nervioso, aunque está conteniendo las lágrimas, ya se acostumbró a tener a Evan y no pensó que esto pasaría, o bueno; no tan rápido.

Crouch corta las papas para el puré. Se siente débil y humillado.

-No es contra tí, junior- insiste Rosier.

-Lo siento- responde volteando a verlo- ¡no quise sobrepasarme! ¡sé que no tengo límites y está bien que me los pongas!- grita llorando, desesperado- pero no puedes dejarme solo, no puedes, no puedes. Por favor- ruega, mirándolo a los ojos.

Evan suspira y se levanta del sillón, camina con dificultad hasta Barty y lo toma por los hombros.

-No viviré para siempre contigo, Barty.

-¿Por qué no? puedo mejorar, prometo que lo haré- llora, con miedo, Evan toma la cara de Crouch entre sus manos y besa su frente.

-Todavía falta para que me vaya, Barty...

-Pero no puedes dejarme solo, ¡yo escapé por ti!- suelta, Evan se queda helado- mi plan era morir en manos de algún Auror- susurra- no tengo ganas de vivir ni tenía razones para hacerlo- admite, los ojos celestes se suavizan, observándolo con detenimiento.

Together//RosekillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora