Capítulo 36: Despedidas

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-Danzō-sama, me han informado nuestros vigías que tanto Yamanaka Ino como Uzumaki Naruto han entrado en perimetro de Konoha-

Observando a su subordinado, Danzō cerró su único ojo visible entre tanto vendaje que rodeaba buena parte de su rostro y de su cabeza, como si una especie de meditación se tratara.

-Inteligente movimiento por parte de esa muchacha... lo primero que hizo después de mi presencia en la tienda de su familia fue contarle todo a un problema andante como Jiraiya- pensó, al mismo tiempo que abría nuevamente su ojo.

-Danzō-sama... ¿me permite preguntarle algo?- se escuchó a su subordinado.

-Adelante- respondió Danzó, secamente.

-¿Por qué no ordenó la ejecución?-

Ante aquella cuestión que le presentaron, Danzō solo suspiró, mientras aquel ojo visible en su rostro se cerraba de nueva cuenta, y tras algunos segundos, nuevamente lo abrió... aunque esta vez una sonrisa algo ligera apareció en su rostro.

-Porque la chica se nos adelantó- respondió. -Es claro que al estar en Konoha no podíamos actuar con libertad, y la llegada de Tsunade cambió todo para nosotros... con Hiruzen al mando habría sido distinto- decía. -Ahora con Tsunade como Hokage y con Jiraiya rondando por donde sea, una ejecución tan obvia para las capacidades de un shinobi como él nos habría puesto en jaque total ya que, al final, estás hablando de una persona muy importante para su alumno quien es, ni más, ni menos, que el kyubi... y ahora con el regreso de ambos, una vez más la hija de Inoichi está a salvo bajo el manto de la Hokage, por eso decidí cancelar todo el plan que habíamos trazado- dijo, para después quedar en un silencio total. -Aunque eso no quiere decir que no te mantendremos bajo vigilancia, Yamanaka Ino... corriste con suerte por esta vez- pensó.

Para Danzō, la seguridad y confidencialidad de la aldea representaba lo más valioso a su parecer. Al final ¿qué sería de Konoha si se conociera en todo el mundo de quién es hijo Naruto Uzumaki?

Para Danzō Shimura era muy obvio, y era el hecho de que a Konoha, probablemente, se le habría arrebatado su arma más poderosa con la que podían contar, y dado los rumores sobre el pulpo gigante de Kumo, bueno, sería una gran perdida para ellos.

Aunque debía admitir que la hija de Inoichi sabía mantener su boca cerrada.

Le daba ese crédito.

...

-Bien, hay que entregarle el informe a Tsunade-sama e ir a descansar un poco, realmente nos lo merecemos- decía Ino, mientras un ligero bostezo se escapaba de su boca.

Asintiendo, el Uzumaki siguió a la rubia.

-¿Y cómo te sientes, Naruto?- preguntó Ino.

Confundido, Naruto la miró.

-Eh, pues me siento bien, aunque hace unas horas pensaba que me daría una especie de dolor en el estómago, pero al final resultó ser solamente un gas- dijo, sonriente.

Aquella declaración no hizo más que formar un rostro de suma incredulidad en la jóven Yamanaka quien, mirándolo, habló nuevamente.

-No hablaba de eso, cochino- dijo.

-Eh, ¿no?- se escuchó a Naruto, mientras una risa algo nerviosa salía de su boca.

-¡Me refiero a cómo te sientes con respecto a que te irás!- dijo Ino finalmente.

Rascando su nuca, el rostro del Uzumaki solamente se sumergió en una gran expresión de vergüenza, aunque después de un rato, finalmente habló.

-Bueno... creo que no lo había pensado a profundidad, pero me siento triste por ello, principalmente porque no te veré en un largo tiempo- decía, mientras una mirada por parte de la jóven Yamanaka se centraba en él, algo sonrojada. -Además de que también está el tema de Sasuke, pero entendí que debo volverme aún más fuerte para lograr traerlo de vuelta... debo hacerlo- dijo.

Y Fue Él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora