04.- Aquel con el poder en sus ojos

921 70 25
                                    

Por la noche, en Sunagakure

Habiendo terminado de darse un baño sumamente revitalizante después de estar todo el día corriendo bajo un sol abrazador, la jóven Yamanaka se preparaba para dormir.

Afortunadamente ya habían repasado el plan, aunque este seguiría por la mañana con algunos detalles extra después de que Kakashi tuviera noticia alguna de Pakkun.

Y estando a punto de ir por fin a su cama para recostarse un poco, miró a Sakura quien, en opinión de ella, se le notaba algo distraída.

-¿Estás bien?- preguntó Ino.

Sacudiendo un poco su cabeza, saliendo de aquel pequeño trance en el que se encontraba, la pelirosa miró a la rubia.

-Eh, sí, definitivamente lo estoy ¿por qué la pregunta?- mencionó.

Alzando una ceja, la voz de Ino, nuevamente, se escuchó.

-Vamos, Sakura, escupelo- decía, mientras se acomodaba en su cama. -Nos conocemos desde pequeñas y puedo intuir con suma cuando algo te está distrayendo- dijo.

Ahí había dado en el clavo. Más que nada porque, al igual que pasaba con la pelirosa, esta sabía de la mayoría de actitudes que Ino tenía, así que era fácil saber cuando actuaba raro y fuera de su actitud cotidiana. Era algo benéfico para ambas, por decirlo de alguna manera.

Así que, suspirando, Sakura se recargó ligeramente en la cabecera que había en su cama.

-Es que... no lo sé, últimamente he estado pensando en estos últimos tres años que pasaron y siento que un poco de conflicto se genera en mí cada vez que lo hago- decía.

Algo confundida, pero intrigada por igual, la jóven Yamanaka se recargó, de igual forma, en la cabecera que tenía su cama y habló.

-Vas a tener que ser más específica con eso, te conozco pero tampoco soy adivina para saber lo que estás pensando- comentó.

Entonces, sonriendo de manera tenue, la voz de Sakura se escuchó.

-Odio admitir esto pero... ciertamente, te tengo envidia, Ino- dijo, y ante tal declaración, la rubia miró a su amiga, mientras esta última no separaba su mirada de la pared que tenía al frente. -No en una manera de odiar, más bien en una de anhelo... ¿me explico?- preguntó, mirando finalmente a la jóven Yamanaka, quien negó con su cabeza, haciendo que la pelirosa suspirase ligeramente. -Ambas nos hemos vuelto muy fuertes a comparación de cuando nos enfrentamos en aquellos exámenes chunin y, sinceramente, es algo que me enorgullece, puesto que ambas siempre quisimos eso pero... por el lado del amor, haz tenido un mejor ojo para esa situación que yo- dijo.

Ahora Ino entendía hacía donde iba todo esta situación.

Había visto un pequeño indicio antes de salir finalmente del país del fuego, pero no le había tomado importancia puesto que, bueno, un viaje largo siempre termina agotando o haciendo que una persona pierda un poco el ánimo que generalmente suele tener.

Pero, sonriendo, la rubia miró a Sakura.

-No deberías- comentaba, mientras su amiga la miraba desde su cama. -A pesar de que hemos convertido nuestra rivalidad en algo sano, en donde ambas queremos superarnos de manera mutua, no deberías sentir envidia o algo por el estilo... quiero decir, eres la alumna de una legendaria sannin, de nadie menos que la quinta Hokage y, al menos en palabras de ella, eres su mejor alumna, incluso por encima de Shizune-san- decía, para después suspirar. -El tema del amor es algo que, si bien sonará muy repetitivo, realmente viene cuando menos lo esperas, y cuando me sucedió con Naruto fue de esa manera, solo sucedió- dijo.

Y Fue Él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora