Y Fue Él...

Capítulo 2: Trabajo en Equipo

Con el sol levantándose encima de la villa, Ino se encontraba caminando hasta uno de los campos de entrenamiento. Los tres habían sido citados por Asuma el día anterior.

Si algo debía admitir, era el hecho de que le emocionaba un poco que las misiones iban a comenzar, aunque teniendo en cuenta de que apenas eran genins, y teniendo en cuenta de que apenas acababan de salir de la academia, no esperaba algo súper riesgoso.

Llegando, miró a Shikamaru y Chōji, además de a Asuma.

–¿Quién lo diría? para ser un perezoso, si que eres puntual– comentó la rubia al llegar.

Shikamaru solamente la miró, esa actitud de Ino le molestaba un poco, pero sabía que su temperamento se podía alterar con facilidad, siempre era factible atacar por ese lado.

–Y para ser una mandona, llegas tarde– respondió el Nara.

Ante esa respuesta, Ino solamente inhaló y exhaló... inhaló y exhaló. Su mañana no iba a ser arruinada por Shikamaru, definitivamente no sería así.

Asuma, quien se encontraba observando todo con Chōji, solo pudo suspirar.

–Ya paren ustedes dos... pero Shikamaru tiene razón, Ino– dijo.

Bufando, la joven Yamanaka solamente cruzó sus brazos.

–Bueno, ya que estamos todos aquí, debo avisarles que hoy tenemos un par de misiones por hacer, ambas de rango D– comentó el Sarutobi.

Si era sincero, la reacción que esperaba de sus alumnos era una muy, muy distinta a la que estaba recibiendo en ese instante, en cambio, solo observó a Shikamaru bostezar, mientras el silencio inundaba el lugar.

–Si que son un caso– pensó, para después aclarar su garganta. –Como iba diciendo, la primera consiste en darle mantenimiento a un jardín, ya que la señora que nos contrato dice que se ha llenado de insectos y quiere solucionarlo lo más rápido posible... y en la segunda se encargarán de cuidar a un gato– dijo.

–Cuidar a un gato... genial, justo por lo que me volví shinobi– pensó el joven Nara.

–Espere, Asuma-sensei... dijo que nosotros nos encargaremos, ¿no nos ayudará?– preguntó Ino.

Aquella pregunta solamente hizo sonreír al Sarutobi.

–Tenía pensado ayudarles, sí, pero pensé que sería un buen castigo dejar ambas misiones solo para ustedes después de que llegaste tarde– dijo, sorprendiendo a la rubia. –Además, como equipo, deben llevarse mejor y pienso que misiones de ese estilo serán buenas para los tres, creanme, luego me lo agradecerán– comentó.

Los tres solamente se miraron.

Sería un largo día.

...

Habiendo llegado el mediodía, la verdad era que, para Ino, arreglar un jardín no era tan malo después de todo, a ella le encantaban las flores, había adoptado su amor por ello gracias a su familia.

Y mirando el jardín, no estaba en tan mal estado, las plantas que la dueña tenía estaban muy bien cuidadas, pero la hierba que crecía en los alrededores era lo molesto... y era bastante.

–De haber sabido que esto sería ser un shinobi, hubiese preferido elegir algo distinto– se escuchó a Shikamaru.

Aquellos comentarios hicieron reír un poco al Akimichi.

–No está tan mal, podríamos estar haciendo una cosa peor– dijo.

–Chōji tiene razón, te quejas mucho y avanzas poco– dijo Ino.