💔Más Allá De Un Corazón Roto | Kookmin Au ❤️‍🩹

18

Al llegar a la casa de los padres de Jimin, la luz cálida del porche iluminaba tenuemente la entrada. Sus padres salieron rápidamente al escuchar el sonido del motor de un coche. Al ver a Jungkook junto a Jimin, sus rostros se relajaron un poco. Sabían que él era el mejor amigo de su hijo, y aunque no entendían completamente lo que había pasado, se alegraban de verlos juntos, esperando que la compañía de Jungkook fuera un alivio para el omega.

—Jimin-ah...te estuvimos esperando, veo que al final no tomaste el tren —susurró la madre del omega, acariciando su mejilla con ternura, pero en su mirada había miedo—. ¿Qué te ha pasado mi rayito de sol?

El padre de Jimin, más comedido pero igual de afectado, también salió al encuentro, sus ojos recorriendo a su hijo y luego a Jungkook, quien bajaba del coche con Sunhi en brazos, su expresión aún tensa y cerrada.

—Jungkook... —dijo el padre, con una leve sorpresa en su tono.—Gracias por traerlos.

Jungkook asintió con frialdad, intentando mantener la distancia que había estado imponiendo, pero la mirada agradecida de los padres lo hizo sentir incómodo.

—No es nada —respondió con voz baja mientras le entregaba a Sunhi a la madre de Jimin. La pequeña se acurrucó contra su abuela, cansada y ajena a la tensión que se respiraba entre los adultos.

—Pasa, Jimin. —le dijo, pero su voz temblaba, incapaz de esconder la preocupación.

Jimin apenas podía levantar la cabeza. Estaba demasiado agotado emocionalmente como para decir algo, y simplemente asintió, dejándose llevar por su madre hacia el interior de la casa. Jungkook, por su parte, dudó por un momento, mirando a los padres con algo de inquietud. No quería quedarse, no quería estar más involucrado de lo que ya estaba, y sobre todo, no quería lidiar con lo que sentía por Jimin en ese momento.

—Yo... debería irme —dijo finalmente, dando un paso atrás hacia el coche.

—No, por favor, Jungkook —interrumpió el padre de Jimin, poniéndose frente a él con un tono más serio— Quédate. Necesitamos hablar.

—De verdad, no creo que sea buena idea —replicó Jungkook, su voz aún firme. Quería alejarse antes de que las emociones lo alcanzaran.

Jimin asintió lentamente, su mirada apenas alzándose del suelo, mientras su omega interior buscaba, desesperadamente, el consuelo de Jungkook. Pero Jungkook, frío y distante, no le daba ni una mirada de apoyo.

—Jungkook, quédate a dormir esta noche, por favor —insistió la madre de Jimin, sin dejarle opción—. Hace frío y ya es tarde para que vuelvas a Seúl.

—No, yo... —Jungkook empezó a negar con la cabeza, su tono distante y algo cortante, pero la ternura en la voz de la madre de Jimin lo hizo dudar. —Está bien, me quedaré.

El padre de Jimin, aún vigilante, lanzó una mirada penetrante hacia Jungkook, que captó su frialdad hacia el omega. Notó cómo Jimin parecía encogido en su presencia, con una ansiedad palpable que no se correspondía con la relación que habían tenido antes. El alfa mayor sabía que había más de lo que Jimin les había contado.

—Agradecemos que estés aquí, Jungkook, pero espero que sepas que Jimin es nuestra prioridad —dijo con un tono bajo pero lleno de autoridad, dejando en el aire un mensaje claro.

Jungkook lo miró de reojo, controlando su expresión. Sabía lo que el padre de Jimin estaba insinuando, pero se mantuvo en su postura, sin ceder a la presión del alfa mayor. A pesar de todo, no podía negar que estar en esa casa, con Jimin tan frágil a su lado, removía algo en su interior.

—Por supuesto —respondió finalmente, cortante.

—Jimin, hijo, ve a descansar. Te prepararemos algo de comer —añadió su madre, ignorando las tensiones entre ambos alfas mientras tomaba suavemente a Jimin del brazo y lo guiaba hacia el interior.