💔Más Allá De Un Corazón Roto | Kookmin Au ❤️‍🩹

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Cuando Jimin llegó a la casa de sus padres en Busan, un taxi lo dejó en la entrada. Bajó rápidamente y, al levantar la vista, vio a Eunwoo sentado en el porche, con una expresión que oscilaba entre la frustración y la ansiedad. La presencia del alfa hizo que una oleada de enojo recorriera a Jimin, pero trató de mantener la calma. Se había preparado mentalmente durante el trayecto para enfrentarlo, sabiendo que debía estar en control por el bien de su hija.

Mientras caminaba hacia la casa, notó que Eunwoo fruncía el ceño ligeramente. Aunque no dijo nada, Jimin pudo ver el momento exacto en que el alfa reconoció el olor de Jungkook que lo rodeaba, una marca de olor evidente que indicaba protección y pertenencia. Eunwoo apretó los labios, sus ojos oscuros se entrecerraron al captar el mensaje silencioso. Jimin lo ignoró, sus pasos firmes resonando en el camino de piedra que conducía al porche.

—¿Qué estás haciendo aquí, Eunwoo? —preguntó Jimin con voz firme, cruzándose de brazos. El tono era duro, una barrera que no admitía discusiones ni excusas.

Eunwoo se levantó, sacudiéndose la ropa mientras lo miraba con una mezcla de desafío y algo más cercano al resentimiento. —Vine a ver a mi hija. Es mi derecho. —Su voz sonaba tensa, tratando de mantener una autoridad que, en realidad, se desvanecía frente a la determinación de Jimin.

—Tu derecho no incluye aparecerte aquí sin previo aviso, causando problemas a mis padres —replicó Jimin, su mirada helada. Dio un paso adelante, acortando la distancia entre ambos, aunque manteniendo la suficiente como para dejar claro que no buscaba un enfrentamiento físico. —Si realmente te importara Sunhi, no harías esto. No de esta forma.

Eunwoo abrió la boca para replicar, pero se detuvo al ver la firmeza en los ojos de Jimin, y el sutil aroma de Jungkook que lo envolvía parecía hacerle dudar. Dio un paso atrás, como si reconociera que el terreno se había vuelto más complicado de lo que esperaba.

—Solo quiero hablar —dijo finalmente, con una mezcla de exasperación y súplica en su voz. —Necesito ver a Sunhi. Por favor, Jimin.

Jimin no mostró ninguna señal de ceder. —Voy a entrar a ver a mi hija. Tú, quédate aquí. Y si haces un solo movimiento inapropiado o intentas cruzar la puerta, llamaré a la policía —sentenció, sin dar espacio para réplicas.

Cuando Jimin entró en la casa, sus padres lo rodearon con preocupación. El aroma protector de Jungkook aún se notaba claramente en el aire, y aunque sus padres intercambiaron miradas de sorpresa, fue Sunhi quien comentó primero.

—Appa, hueles como el Tío Kookie —dijo la pequeña, con una sonrisa traviesa en sus labios. La inocencia de su voz y su expresión hicieron que Jimin se ruborizara de inmediato.

La madre de Jimin frunció el ceño con preocupación, y su padre cruzó los brazos, claramente esperando una explicación. La tensión en la sala era evidente.

—Jimin-ah, Eunwoo ha estado diciendo cosas sin sentido desde que llegó —dijo su madre con un tono preocupado pero firme. —Cosas sobre que estás marcando territorio o apartándolo de Sunhi a propósito. Necesitamos saber qué está pasando.

Antes de que Jimin pudiera responder, Sunhi aprovechó la distracción para escabullirse hacia la puerta principal. Con su determinación infantil, abrió la puerta y miró hacia afuera esperando ver a su Tio Kookie, pensando que estaría ahí fuera pero no...allí estaba Eunwoo, sentado en el porche, con la mirada perdida en el suelo. Al escuchar el sonido de la puerta abriéndose, levantó la vista, y su rostro se iluminó al ver a su hija.

—¡Papá! —exclamó Sunhi, corriendo hacia él.

Eunwoo abrió los brazos y la recibió, levantándola en un abrazo que parecía sincero. —Hola, pequeña. Te he echado tanto de menos —dijo, con una sonrisa que no alcanzaba a ocultar su ansiedad. —Tenía tantas ganas de abrazarte.—Respiro el aroma de su hija, notando solo la cobertura de olor de sus abuelos, ni rastro de Jimin o Jungkook.—Solo quiero hablar con tu appa, eso es todo. ¿Has estado solita aquí? ¿No hueles a Jimin Appa?