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La conversación era agradable. Como siempre, ambos se reían, se picaban amigablemente y entonces, el alfa suspiró al ver a Jimin riéndose por un chiste absurdo que había dicho.

—Eres tan gracioso a veces.—Dice Jimin echando su cuerpo casi encima de Jungkook.

—Te amo. —Dice Jungkook mirándolo mientras pasaba su brazo por su espalda.—Te amo demasiado Jimin...tanto...que me duele el pecho.—Su tono se vuelve más intimo.

Jimin deja de reírse y lo mira, sonriendo, ruborizado y con los ojitos todavía risueños.

—Y yo a ti. Tonto.—Dice lo ultimo bajito, mientras busca su mano para apretarla y abrazarla. —Oh...Kook-ah...mi bebé...—El omega se queda sin palabras al darse cuenta que los ojos de Jungkook brillan más que nunca. Que lo miran con amor y transparencia.

Cuando Jimin pone una mano en la mejilla del alfa, este cierra los ojos, sintiendo el tacto, sintiendo que quiere pertenecer siempre a lo que están construyendo.

Algunas lágrimas caen de sus ojos cerrados y Jimin alcanza a limpiarlas con sus pulgares.

—Hace mucho no me decías...mi bebé. —Musita el alfa.

Jimin dejó escapar una pequeña risa, aunque en su pecho sentía algo mucho más profundo al escuchar esas palabras.

Su mano aún descansaba en la mejilla de Jungkook, acariciando suavemente la piel húmeda por las lágrimas.

—Bueno, porque pensé que ya no te gustaba que te lo dijera... —murmuró, bajando la mirada por un segundo antes de volver a alzarla hacia los ojos del alfa.

Jungkook negó con la cabeza, una sonrisa temblorosa apareciendo en su rostro.

—Siempre me gustó. Me hacía sentir... —se detuvo, buscando las palabras correctas—Me hacía sentir que era algo más para ti. Algo especial.

Jimin sintió cómo su corazón se apretaba al escuchar eso.

—Tú siempre has sido especial para mí, Jungkook. Desde el primer momento... aunque me costara admitirlo. —Su sonrisa se amplió, aunque una lágrima solitaria también rodó por su mejilla. Jungkook la atrapó con sus dedos antes de que pudiera caer por completo.

—Y tú eres todo para mí, Jimin. Todo. —La voz del alfa era baja, pero la fuerza de sus palabras llenó el espacio entre ellos.

El omega se inclinó un poco más hacia él, sus frentes rozándose mientras ambos cerraban los ojos. El momento era tan íntimo, tan lleno de emociones, que ninguno de los dos se atrevía a romperlo con palabras. En lugar de eso, Jimin deslizó sus brazos alrededor del cuello de Jungkook y lo abrazó con fuerza, como si temiera que, de alguna manera, pudiera desaparecer.

—No quiero que este momento termine nunca —susurró Jimin contra su hombro.

—No tiene por qué terminar. —Jungkook apretó su agarre en la cintura de Jimin, inclinando la cabeza para respirar el aroma familiar del omega que lo había conquistado por completo. —Voy a estar aquí, contigo, siempre. Ya lo sabes.

Jimin se separó un poco, lo justo para mirarlo a los ojos otra vez. No pudo evitar reír suavemente al notar cómo las mejillas de Jungkook seguían teñidas de un leve rubor, algo que lo hacía ver aún más adorable.

—Mi bebé —repitió Jimin, esta vez con un tono más juguetón, aunque lleno de ternura— Creo que voy a empezar a decírtelo más seguido, ¿eh?

Jungkook rió, sacudiendo la cabeza con incredulidad antes de atraer a Jimin nuevamente hacia su pecho.

—Puedes decirme lo que quieras, siempre y cuando sea tuyo —murmuró con un tono tan bajo que apenas fue audible, pero Jimin lo escuchó claramente.

El omega cerró los ojos, dejándose envolver por el calor y el amor de su alfa.

💔Más Allá De Un Corazón Roto | Kookmin Au ❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora