💔Más Allá De Un Corazón Roto | Kookmin Au ❤️‍🩹

21

Cuando Jimin regresó al interior de la casa, el silencio lo recibió con una pesadez inesperada.

Se quedó unos segundos quieto en la entrada, observando la quietud de la casa familiar que de repente le resultaba abrumadora.

Sus padres estaban en la sala, intercambiando miradas preocupadas, conscientes del ambiente cargado. Habían sido pacientes, dándole espacio, pero era evidente que no podrían seguir esperando mucho más. Aun así, cuando Jimin entró, notaron el agotamiento en su rostro y el leve temblor en sus hombros. El cansancio no era solo físico, sino emocional. Llevaba días, semanas tal vez, cargando con algo que no había compartido del todo con ellos.

Su madre fue la primera en hablar, con un tono suave, casi cuidadoso, como si temiera romper algo en su hijo.

—Jiminie, cariño... —su voz se apagó momentáneamente al ver su expresión, como si buscara las palabras adecuadas—. Podemos ver que necesitas descansar, pero... también necesitamos hablar. Entender qué está pasando.

Jimin desvió la mirada, apretando los labios. Sabía que ese momento llegaría, pero enfrentarlo aún le resultaba difícil.

Su padre, normalmente más reservado, intervino con una voz tranquila, pero firme.

—No te vamos a presionar, hijo. Pero necesitamos respuestas. No solo por ti, sino por tu hija también. Es importante que sepamos... que sepamos qué es lo que realmente ha sucedido. Hemos visto la noticia del divorcio.

El nudo en el estómago de Jimin se apretó un poco más. Sabía que sus padres tenían derecho a saberlo, pero poner en palabras lo que había vivido con Eunwoo, lo que había soportado hasta llegar a este punto, lo aterraba. Las cicatrices estaban frescas, y revivirlas no sería fácil.

—No quiero que sientan que no confío en ustedes —dijo finalmente, con la voz baja, mientras sus manos temblaban ligeramente—Es solo que... no sé por dónde empezar.

Su madre se levantó del sofá y se acercó lentamente, poniendo una mano suave en su brazo.

—No tienes que decírnoslo todo de una vez, hijo —le dijo, mirándolo con ternura—. Solo queremos que te sientas seguro aquí, que sepas que no estás solo.

Jimin asintió, sintiendo la calidez del gesto, pero en el fondo, el sentimiento de estar "solo" ya había calado hondo. Ahora que Jungkook se había ido, el vacío era palpable. Aunque no quería admitirlo, la breve compañía de Jungkook había sido una especie de refugio, y ahora que ya no estaba, se sentía vulnerable de nuevo.

—Sé que tengo que hablar... con ustedes. Pero... ahora mismo, solo quiero descansar un poco. Ha sido... demasiado en los últimos días.

Su padre lo observó detenidamente, antes de asentir con una comprensión silenciosa.

—Está bien, Jimin. Te daremos ese espacio, pero no lo dejes por mucho tiempo —dijo su padre—. Por tu bien y por el de todos aquí.

Jimin asintió lentamente, agradecido por la tregua momentánea. Necesitaba ordenar sus pensamientos antes de poder hablar del desastre que había sido su matrimonio y todo lo que había pasado con Eunwoo.

—Descansa si quieres, nos quedamos con Sun. Vamos a llevarla a dar una vuelta.

—¡Siiiiii!—Dice la niña saltando a los brazos de su abuelo.

—Gracias... —murmuró, dando un paso hacia las escaleras—. Hablaré con ustedes pronto. Lo prometo.

Su madre le dedicó una sonrisa cansada pero llena de comprensión, mientras su padre lo miraba con una mezcla de preocupación y amor incondicional.