💔Más Allá De Un Corazón Roto | Kookmin Au ❤️‍🩹

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Jimin se había regresado a la cama, con su hija después de un rato con Jungkook. Momento en el que la niña al notarlo se acurrucó.

Apenas amanecía cuando Jimin, medio despierto, notó la calidez de Sunhi, quien estaba profundamente acurrucada a su lado, con sus pequeños brazos rodeando su cintura. La quietud de la mañana se sentía reconfortante, y él permaneció unos minutos más en la cama, acariciando con suavidad el cabello de su hija y disfrutando de esa paz.

Desde la cocina llegaban ligeros ruidos; Jungkook ya estaba levantado y, como Jimin sospechaba, probablemente estaba preparando el desayuno. La presencia de Jungkook en casa era una sensación de calma y seguridad que comenzaba a acostumbrarse, pero que seguía apreciando con cada pequeño detalle. Con una sonrisa adormilada, decidió levantarse e ir a ver cómo iba todo en la cocina.

Pero justo cuando se estaba deslizando fuera de la cama, su teléfono sonó suavemente. Al ver el número de su abogado en la pantalla, sintió una mezcla de nervios y alivio. Respondió en voz baja, tratando de no despertar a Sunhi.

—Buenos días, señor Park —dijo el abogado, con tono profesional—Quería informarle que ya tenemos una fecha oficial para el juicio de su divorcio. Será en tres semanas...

Jimin respiró hondo, dejando que las palabras se asentaran. El fin de todo estaba tan cerca, y aunque era lo que deseaba, no podía evitar sentir un nudo en el estómago.

—Gracias... —respondió con firmeza, a pesar de la ansiedad que empezaba a crecer en su pecho.

Cuando colgó, se quedó un momento en silencio, intentando procesar la noticia. Luego, guardó el teléfono en el bolsillo y, tras dar un vistazo a Sunhi, quien seguía profundamente dormida, decidió dirigirse a la cocina para contarle a Jungkook.

Al llegar, lo encontró concentrado, con una sartén en la mano y el cabello ligeramente desordenado. Jungkook giró al escuchar los pasos y le dedicó una sonrisa cálida, que enseguida se desvaneció al notar la expresión de Jimin.

—¿Todo bien? —preguntó Jungkook, dejando la sartén a un lado y acercándose a él, mirándolo con preocupación.

Jimin asintió, aunque sus ojos reflejaban cierta inquietud.

—Sí, es solo que... ya hay una fecha para el juicio de divorcio. Será en tres semanas.

Jungkook tomó un segundo para asimilar la noticia, y luego le dedicó una mirada comprensiva.

—Es un paso importante. Pero seguro de que todo va bien—le aseguró en un tono suave, dejando una mano en su hombro como un apoyo silencioso.

Jimin sonrió levemente, sintiendo cómo ese simple gesto le daba fuerzas para enfrentar lo que vendría.

—Gracias, Jungkook. No sé cómo habría llevado todo esto sin ti...—Besó su mejilla.

En ese momento, escucharon pasos pequeños acercándose, y ambos se giraron para ver a Sunhi, quien aparecía en el marco de la puerta, frotándose los ojos.

—¿Qué están haciendo? —preguntó en un susurro adormilado.

—Haciendo el desayuno, cariño —respondió Jimin, sonriendo al verla y sintiendo cómo la tensión del momento se disipaba un poco.

—¿Haremos panqueques? —preguntó ella, animándose al ver a Jungkook en la cocina.

—¡Claro! —respondió Jungkook, dándole una sonrisa divertida—¿Quieres ayudarme a mezclar?

La niña asintió con entusiasmo y corrió hacia él. Jungkook le alcanzó un pequeño bol y juntos empezaron a batir la mezcla, mientras Jimin los observaba, sintiendo una calma genuina. Aquella escena, sencilla y llena de cariño, era un recordatorio de la paz que tanto había buscado para él y para Sunhi.