Durante el almuerzo, la conversación avanzaba con un ritmo ligero y despreocupado, pero bajo la superficie de la normalidad cotidiana, Louis no podía quitarse de la cabeza la idea de que algo sucedía con Jackson. Mientras Harry se concentraba en los detalles triviales del día, bromeando con Nick sobre cómo pedirle una cita al omega que le gustaba, Louis observaba de reojo a su hijo mayor. Jackson estaba callado, más de lo habitual, y aunque participaba en la conversación cuando era necesario, su mirada estaba en otro lugar.
—Mamá, ¿puedo practicar fútbol? —La voz de Oliver rompió el flujo de los pensamientos de Louis.
—¿Fútbol? —Harry levantó la vista de su plato, su expresión inmediatamente tensa.
Louis sonrió a Oliver, siempre tan lleno de energía. —Claro, cariño, si es lo que te gusta, podemos ver cómo te va en el equipo.
Pero antes de que pudiera decir más, Harry intervino. —No, Oliver —dijo, con un tono firme—. El fútbol no es para omegas. Es un deporte para alfas, demasiado rudo. Hay muchas actividades que son más adecuadas para ti, como el ballet o la danza. ¿Qué te parece probar una clase de arte?
Oliver frunció el ceño, empujando su comida en el plato con el tenedor. —Pero yo quiero jugar fútbol, papá. No quiero hacer ballet.
—No, Oliver —repitió Harry, esta vez con más severidad en la voz—. No es seguro para ti, y no voy a discutirlo. Hay una razón por la que los omegas no juegan esos deportes. Además, hay muchas cosas maravillosas que puedes hacer y que te van a gustar más.
Louis sintió un nudo formarse en su estómago. Observó cómo Oliver bajaba la cabeza, frustrado pero sabiendo que no había manera de cambiar la decisión de su padre. —Quizás podríamos dejar que lo intente, solo para ver si le gusta —sugirió suavemente Louis, intentando calmar la situación antes de que se intensificara.
Harry negó con la cabeza, categórico. —No, amor, no es solo por eso. Hay cosas que simplemente no son para los omegas. Y quiero que Oliver crezca sabiendo cuáles son sus fortalezas y limitaciones.
Oliver, de ocho años, podía sentir el peso de las palabras de su padre, pero aún no tenía la madurez para argumentar de vuelta. Simplemente empujó su silla hacia atrás, claramente dolido por la negativa.
Louis se mordió el labio, sintiendo una mezcla de frustración y preocupación por su pequeño. Sin embargo, decidió no insistir en ese momento, ya que sabía que cuando Harry tomaba una postura firme, era difícil hacerlo cambiar de opinión. Pero no podía dejar de pensar en lo que esa clase de mensajes le transmitían a sus hijos, especialmente a Oliver, tan joven e impresionable.
Jackson, que había estado callado durante la mayor parte de la conversación, finalmente levantó la vista. Su mirada pasó de su padre a su pequeño hermano, y Louis pudo ver la sombra de algo oscuro cruzar su rostro. Fue un pequeño gesto, pero para Louis, fue revelador. Sabía que su hijo mayor estaba lidiando con algo mucho más grande que una simple ruptura con Monica, y en ese momento, comprendió que tenía que ver con más que solo el fin de una relación.
Harry, por su parte, continuaba con su cena, aparentemente satisfecho con la dirección que había tomado la conversación. —Entonces, Nick, ¿ya has pensado cómo vas a pedirle salir al omega que te gusta? —preguntó, desviando la atención hacia su hijo más entusiasta.
Nick, feliz por tener la atención de su padre, sonrió tímidamente. —Bueno, aún no estoy seguro de qué decirle. Es muy bonito y... no sé, me pone un poco nervioso. No quiero parecer tonto o que no le interese.
Harry rió suavemente, dándole una palmadita en la espalda. —Solo tienes que ser tú mismo, Nick. A los omegas les gusta cuando un alfa es confiado, pero también respetuoso. A tu madre lo que más le impresionó fue que yo no me diera por vencido. Perseverancia, hijo, esa es la clave.
Louis le lanzó una mirada divertida. —Oh, claro, perseverancia... y un montón de dulces y flores.
—Eso también ayuda —dijo Harry, guiñándole un ojo a su esposo antes de volverse de nuevo hacia Nick—. Solo recuerda no presionarlo. A los omegas les gusta sentirse valorados, así que si haces que se sienta especial, estarás bien.
Nick asintió, tomando en serio los consejos de su padre. Pero mientras la conversación seguía fluyendo entre Nick y Harry, Louis no podía evitar notar que Jackson se hundía más en sí mismo. Parecía ausente, como si su mente estuviera en otro lugar. No había mencionado a Monica en meses, y aunque Louis había aceptado la explicación de Harry al principio, ahora estaba convencido de que había algo más profundo.
Jackson bajó la mirada, empujando su comida en el plato sin levantar los ojos. Mientras Harry y Nick hablaban alegremente sobre citas y omegas, Jackson estaba atrapado en sus propios pensamientos. ¿Cómo podría decirle a su padre la verdad? Después de lo que acababa de escuchar sobre Oliver, sabía con certeza que su padre jamás entendería. Harry tenía ideas muy fijas sobre los roles de los alfas y los omegas, y la forma en que había rechazado los deseos de Oliver de jugar al fútbol solo reforzaba el miedo que Jackson sentía en su interior.
¿Cómo podría confesarle a su padre que no le interesaban los omegas? Que ni siquiera estaba seguro de sentirse atraído por ellos de la misma manera que lo hacían Nick o los demás alfas de su edad. El solo pensamiento lo aterrorizaba, y la idea de enfrentarse a Harry, a sus expectativas y sus rígidas opiniones, lo paralizaba por completo.
Louis, sin embargo, percibió el cambio en su hijo mayor. La tristeza en los ojos de Jackson era palpable. "Él sabe algo," pensó, sintiendo un nudo en el estómago. Aunque Harry ya había dado por sentado que la ruptura con Monica era la causa del comportamiento de Jackson, Louis sospechaba que había algo más profundo y significativo en su silencio. Algo que Jackson no se atrevía a compartir, quizás por miedo, por vergüenza, o por las mismas expectativas que su padre tenía sobre él.
Louis decidió que tendría que hablar con Jackson en privado más tarde. No lo presionaría, pero quería que supiera que podía confiar en él, que siempre tendría un lugar seguro donde expresar lo que realmente sentía. Sabía que ser el hijo mayor de un alfa exitoso y tener un hermano gemelo tan seguro de sí mismo no era fácil. Jackson necesitaba espacio, tiempo, y sobre todo, el amor incondicional que Louis estaba dispuesto a ofrecerle.
Mientras la cena continuaba, Louis acarició suavemente la mano de Harry bajo la mesa, buscando su apoyo sin decir una palabra. Harry le sonrió, sin percatarse de la tormenta interna que se estaba formando en su propio hogar, entre las mentes y corazones de sus hijos.
>Fanytz
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| Traditional Alpha | L.s
FanficHarry pensaba que su familia era perfecta y muy tradicional hasta que su hijo... >Harry Alfa. >Louis Omega. Relaciones Boy/Boy. Esta historia tiene contenido homosexual, si eres homofobico este NO es lugar para ti, agradecería que no insultaras mi t...