the filter or my life in the mafia?-(HYUNLIX)-

extra IV

El regreso a casa después de su mágica aventura en París había dejado a la familia Hwang con una renovada sensación de unidad y alegría. Felix, Hyunjin y sus hijas, Ahyeon y Yeji, habían creado recuerdos que permanecerían grabados en sus corazones para siempre. Mientras deshacían las maletas, una sensación de emoción llenaba el aire, cada objeto que sacaban era un recordatorio de las experiencias vividas en la ciudad del amor.

Felix sonreía al recordar las risas compartidas frente a la Torre Eiffel, la deliciosa comida que habían degustado en pequeños cafés, y las noches mágicas en las que exploraron las calles iluminadas de París. Cada momento había sido especial, pero lo más importante era que lo habían compartido juntos, como una familia.

—Mamá, ¿podemos hacer galletas de chocolate hoy? —preguntó Ahyeon, con su típica energía y curiosidad.

—Claro, pero primero tenemos que organizar todo —respondió Felix, mientras miraba a su alrededor, sintiendo que su hogar necesitaba un poco de atención después de su viaje.

Hyunjin, escuchando la conversación desde la puerta de la habitación, se acercó y abrazó a Felix por la cintura, sonriendo.

—Yo puedo ayudar a las chicas a deshacer las maletas, y así tú puedes preparar la cocina —sugirió, mirando a sus hijas con ternura.

Felix asintió, sintiéndose agradecido por el apoyo de su esposo. Hyunjin siempre encontraba la manera de estar presente, incluso en las tareas más mundanas, lo que hacía que la vida familiar fuera más fácil y feliz.

La Rutina Familiar

A medida que los días pasaban, la rutina de la familia Hwang se restablecía lentamente. Felix se dedicaba a cuidar de sus hijas y a mantener el hogar en orden, mientras que Hyunjin seguía trabajando en sus negocios. Sin embargo, siempre se aseguraba de tener tiempo para jugar con las niñas, contarles historias y ayudarlas con sus tareas escolares.

Ahyeon, que tenía cuatro años, era un torbellino de energía y curiosidad. Siempre hacía preguntas sobre el mundo que la rodeaba y estaba ansiosa por aprender. Yeji, por otro lado, con sus ocho años, había asumido el papel de hermana mayor con gran seriedad, protegiendo a su hermana menor y ayudando a Felix en todo lo que podía.

Una tarde, mientras Felix preparaba la merienda, Ahyeon corrió hacia él, emocionada.

—¡Mamá! ¡Hoy aprendí sobre los planetas en la escuela! —gritó, con sus ojos brillando de emoción.

—¿De verdad? ¿Cuál es tu planeta favorito? —preguntó Felix, dejando de lado la bandeja con galletas para prestarle atención.

—¡Júpiter! Es el más grande y tiene una gran mancha roja. ¡Quiero saber más sobre él! —respondió Ahyeon, haciendo gestos con sus pequeñas manos.

Felix sonrió, sintiéndose orgulloso de la curiosidad de su hija. Era un recordatorio de lo importante que era nutrir esa curiosidad y enseñarle sobre el mundo.

—Podemos investigar juntos esta noche después de cenar, ¿qué te parece? —sugirió Felix.

Ahyeon asintió vigorosamente, y en ese momento, Yeji apareció con su tarea de matemáticas.

—Mamá, ¿puedes ayudarme con esto? No entiendo cómo sumar fracciones —dijo, frunciendo el ceño.

Felix dejó todo a un lado y se sentó con Yeji en la mesa, ayudándola a entender el concepto. A medida que explicaba, Hyunjin entró a la cocina, justo a tiempo para ver a su familia unida en torno a la mesa.

—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó Hyunjin, con una sonrisa en su rostro.

—Felix está ayudando a Yeji con matemáticas, y yo quiero aprender sobre los planetas después de la cena —anunció Ahyeon, llena de entusiasmo.