Cuando abrí los ojos, me sentí desorientada, con la cabeza latiendo como si me hubieran golpeado. El suave balanceo del vehículo me indicaba que estaba en movimiento, pero el paisaje borroso que se veía por la ventana me confundía. El murmullo del motor era lo único que rompía el silencio. Intenté moverme, pero mis músculos aún estaban rígidos.
—Despertaste—dijo una voz femenina, fría y sin emoción. Me giré hacia adelante y vi a una mujer, probablemente de unos treinta años, con cabello oscuro recogido en una cola de caballo. Tenía una mirada severa, impenetrable, que no me dejaba adivinar sus intenciones.
—¿Dónde...? —intenté preguntar, pero la mujer me interrumpió con una voz cortante.
— El joven Lorenzzo te está esperando adentro—dijo mientras detenía el auto frente a un edificio antiguo y destartalado, en medio de lo que parecía un complejo industrial—No hagas preguntas. Solo sígueme.
El miedo se arremolinaba en mi estómago, pero sabía que no tenía elección. Despertar en ese coche ya era una advertencia suficiente. Tragué mis preguntas y asentí con la cabeza, aunque mi cuerpo aún temblaba.
La mujer salió del auto primero, y cuando abrió mi puerta, no tuve más remedio que bajar. El aire alrededor olía a químicos, un olor fuerte y penetrante que me hacía querer taparme la nariz. Mientras caminábamos por el lugar, vi varios hombres moviéndose entre maquinaria, tanques y mesas donde parecían estar manipulando sustancias que no necesitaba ver de cerca para saber qué eran. El lugar estaba lleno de paquetes y materiales, claramente un laboratorio donde fabricaban droga.
Mientras caminaba detrás de la mujer, con cada paso más hacia el interior de ese lúgubre y caótico lugar, ella comenzó a hablar, su tono era áspero y desprovisto de cualquier rastro de empatía.
—¿Sabes? —empezó, sin siquiera mirarme—Tus padres... Ellos ayudaron a construir todo esto—Hizo un gesto amplio, señalando el caos que nos rodeaba, las mesas llenas de instrumentos de laboratorio, los hombres trabajaban con precisión sobre frascos y tubos llenos de sustancias químicas que se cocían en silencio, generando el aroma penetrante que me envolvía—Eran genios en lo suyo, científicos brillantes. Innovadores.
Mis pies se detuvieron por un segundo, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. ¿Mis padres, involucrados en algo como esto? La idea se me antojaba surrealista. Sabía que nunca había conocido bien su historia, pero jamás me habría imaginado algo así. Mi pecho se tensó con una mezcla de incredulidad y angustia.
La mujer, sin embargo, seguía avanzando, como si no notara mi turbación o, más bien, no le importara. Me obligué a seguirla.
—Desarrollaron una fórmula que revolucionaría el mercado. Algo potente, algo que cambiaría todo. Pero, como siempre, los Salvatore no soportaron la competencia. Especialmente el gran Alessandro Salvatore... Un hombre como él no podía permitir que alguien más tuviera el control.
Llegamos a una mesa donde un grupo de hombres trabajaba meticulosamente. Allí, bajo la luz tenue de una lámpara colgante, vi los frascos con un líquido oscuro que parecían estar empacando en pequeñas bolsas de plástico. Era como estar frente a una pesadilla que no entendía del todo, pero que sabía que era peligrosa.
—Esto es lo que tus padres ayudaron a crear. Un producto que, de haber salido al mercado, habría destruido a los Salvatore—sus ojos se entrecerraron, mostrando algo parecido al desprecio—Pero ellos, como siempre, destruyeron todo antes de que pudiera salir a la luz. Los Salvatore aseguraron que nadie pudiera sacar esto.
<<Esta mujer sí que está loca:>>
El aire denso del lugar, cargado de químicos y tensión, parecía apretar mi garganta. No podía pensar claramente, apenas lograba procesar lo que me estaba diciendo. Todo esto... este lugar, esta operación, lo que se hacía a mis espaldas, y ahora mis padres. No podía creer que estuvieran involucrados en algo tan oscuro, tan peligroso. Pero la verdad en sus palabras resonaba con demasiada fuerza.
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Besos de Venganza
RomanceElla es Beatrice Russo, una joven estudiante de medicina que se mudo a Milán para perseguir sus sueños y a los asesinos de sus padres. Sin embargo, nada podría prepararla para el oscuro mundo en el que está a punto de entrar. Cuando la familia Salva...