El equipo de los gemelos llegaban de a poco, instalando bombas para destruir esa fortaleza de piedra. Si querían guerra, les darían guerra.
—Señor, están rodeando la villa —gritó unos de los hombres de Leonel.
Él rodó los ojos mientras su hermano se burlaba con una risita.
—Buena jugada, fratello... —gruñó con la voz ronca—. Pero mis hijos son Santoro. Tienen la misma retorcida sangre que nosotros. No se detendrán hasta destruir todo.
Leones torció los labios.
—Quemen todo. —Ordenó furibundo.
—¿Qué? P-pero señor. Nuestra gente...
—¡Me importa una mierda! ¡Fai quello che ti ordino, asino!
El soldado asintió de mala gana y se fue dejándolos solos.
Leonardo apretó los labios, algo así era predecible con Leonel. Era demasiado impulsivo, y cuando se enfadaba, ya no pensaba con claridad, solo tenía hambre de matar a como de lugar, sin importarle si son de su equipo o no.
—Todos moriremos aquí. —Siseó entre dientes, moviéndose de lado a otro—. Sí... Todos debemos morir para que acabe... y seamos libres...
Leonardo negó con la cabeza. Su hermano estaba perdido en los recuerdos de su tortura. Su cerebro condicionado para matar a todos aquellos quienes consideraba un peligro, incluso él mismo.
Detuvo abruptamente su recorrido, volteádose para sonreírle otra vez.
—Cuando mandé a esos pedófilos a deshonrar a tus crías, no pensé que fueran a sobrevivir. Les dije que hicieran lo que les plazca, pero sin matarlos. —Sonrió torcidamente—. Las fotos que me mostraron no indicaba buen augurio. Fue tan perfecto que lo plasme en un lienzo. Tú mismo lo apreciaste.
La garganta se le hizo un nudo al recordar la pintura. Las pistas eran claras, pero no quiso verlas porque... porque era un idiota sentimental por su maldito hermano.
¿Pero cómo sabría? Él estaba encerrado.
—Estás tomando venganza con las personas equivocadas. Deten esta mierda y resolvamoslo entre los dos.
—Oh, no. Traje a las personas correctas. Al principio quería ver hasta dónde llegarían tus hijos, pero cuando supe que venía otro bastardo en camino, supe que tenía que actuar ya. La fiesta del viejo Angelucci fue una buena oportunidad para traerte de vuelta a Italia. Debo admitir que no esperaba que me visitaras, ya que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que lo hiciste. Llevo bastantes años pudriéndome en ese agujero blanco, esperando a que vinieras a verme otra vez, pero no lo hiciste. Te quedaste allá, viviendo una vida de libertad, disfrutando de lo que era nuestro...
—Leonel...
—¡No permitiré más! —Tomó su cuello con fuerza, cortando el aire—. Toda nuestra sangre se terminará hoy...
...
La lluvia de balas barrió a sus enemigos en un ataque feroz. Cuerpos ensangrentados regaba el suelo, tanto enemigos como aliados.
Leonel no tenía un grupo muy grande, pero eran lo suficientes para joderles.
Piero corrió en zigzag para desorientar a su rival hasta acercarse, saltó sobre su pecho, clavándole la cuchilla en el cuello mientras disparaba hacia otros frente a él.
Aterrizó de rodillas sobre el pecho del cuerpo muerto. Beatrice pasó por su lado, olvidándose del dolor de su pierna herida mientras baleaba a todos.
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RETORCIDA SANGRE (Ese Es El Trato 2)
RandomSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA (ESE ES EL TRATO) 1 - Retorcido Capricho. 2 - Retorcida Sangre. 3 - ... 4 - ... 5 - ... Los gemelos, nacidos bajo las alas amorosas de su familia, conocerán la verdadera naturaleza de su mundo. Nadie los concederá. Nadie...