AGRASB [QT]

11. Creo que le gusto a mi compañero de clases (11)

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El día del aniversario de la escuela, esta les dio a todos los maestros y estudiantes un día libre.

Hay más de una docena de personas sentadas en el aula de la Clase 20. Los chicos que participaban en el baile grupal se abrazaron y temblaron. Lin Yue mostró una sonrisa amorosa.

—Primero dibuja un contorno aproximado y luego retócalo antes de subir al escenario.

Se ponía y nunca se aplicaba. En el rostro rosado y blanco, los hombres rudos se lamentaban y lloraban como si hubieran perdido su dignidad masculina.

Ye Yi es diferente. Se llama a sí mismo una superestrella y se comporta como un hombre que ha visto grandes eventos.

—¿Por qué no nos pones protector solar? El maquillaje sin protector solar está incompleto.

—Toma, ponte la sombra de ojos un poco más oscura. De todos modos, soy guapo, así que no importa si la aplico al azar.

—¿No es este lápiz labial? Es demasiado hermoso, ¿puedes cambiarlo?

El hermano Ye era tan coqueto que Lin Yue puso los ojos en blanco y no pudo soportarlo y puso el lápiz labial en la mano de Xiao Qingshan.

—No puedo. Aguanta más, eres el único que puede curarlo, se lo daré a otros. Estoy usando maquillaje.

Ye Yi lo persuadió.

—¿Por qué te vas? También quiero hablarte sobre mi experiencia con las mechas.

Lin Yue: "Uf".

Xiao Qingshan: "..."

Suspirando, Xiao Qingshan dijo: —Siéntate, cállate.

Ye Yi inmediatamente se sentó erguido, con las manos en las rodillas, tan silencioso como un primero- estudiante de primaria que fue entrenado por su maestro para sentarse.

Xiao Qingshan se inclinó y su rostro se acercó cada vez más a él. Ye Yi casi podía ver la pequeña pelusa en su piel clara. Las pestañas largas y rizadas eran como un pequeño cepillo que le hacía cosquillas en la punta del corazón.

El ungüento frío pasó por los labios, tan suave como una libélula tocando el agua.

—¿Has terminado la pintura? —Ye Yi preguntó

—Sí.

Xiao Qingshan sonrió levemente, con hoyuelos de pera en las comisuras de la boca y una luz brillante en sus ojos, que era más hermosa que las flores de durazno de Ye. Yi perdió la cabeza por un momento.

Luego vio a su compañero de escritorio girar la cabeza, taparse la boca y encogerse de hombros, como una pequeña ardilla listada divirtiéndose.

Le vino a la mente una mala premonición, y Ye Yi se inclinó frente al espejo: ¡qué niño tan hermoso con ropas brillantes, caballos enojados, labios rojos ardientes, como si fuera a comerse a un niño en el siguiente segundo!

El hermoso niño rugió enojado.

—Lin Yue, ¿dijiste que no hay nada malo con tu lápiz labial?

Más de una docena de ojos se posaron en ella y estallaron en carcajadas.

—Oh, hermano Ye, puedes hacerlo con esta mirada. ¡Haré una reserva esta noche!

—¡Es muy punk, muy impactante y nunca serás captado por la cámara!

Puedes ir a un burdel y convertirte en señora agregando un mole casamentero.

¡No esperaba que su gran reputación se arruinara aquí!