☁️ Capituló 11 ☁️

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☁️ Capituló 11 ☁️



Ana estaba descansando junto a la piscina, tomando el sol y disfrutando del calor en su piel. Su biquini celeste aún estaba mojado por el chapuzón que se había echado en la alberca. De repente, escuchó una voz que la hizo abrir los ojos.

—Ese biquini te queda muy bien —dijo la voz.

Ana se sentó en el camastro y vio a Aarón, que se quitaba los lentes de sol y le sonreía. Se sintió incomoda, su corazón comenzó a latir más rápido.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Ana, intentando mantener la calma.

Aarón se acercó, su sonrisa se hizo más intensa.

—Ana, no te he podido olvidar —dijo, su voz baja y emotiva— todos los mementos que vivimos juntos lo felices que fuimos, ¿recuerdas como te hacía reír aquí mismo con mis chistes?

Ana no dijo nada solo lo miraba, Aron aprovecho para seguir hablando:

— No pudiste olvidar en un año todo eso estuvimos juntos casi una vida y Eramos  tan felices— intentó acercarse más.

Ana se sintió incómoda, su pasado con Aarón era complicado. Habían tenido una relación intensa, pero también dolorosa.

—Aarón, también me hiciste llorar, me engañaste —dijo Ana, su voz firme y llena de resentimiento.

Aarón se detuvo, su sonrisa se desvaneció.

—Ana, lo siento —dijo—. No quise hacerte daño.

Ana se levantó, intentando alejarse de él.

—No importa lo que quisiste o no —dijo—. Lo que importa es lo que hiciste.

Aarón se acercó un poco más, su mirada intensa.

—Ana, ¿no sientes nada? —preguntó, su voz baja y seductora.

Ana se sintió débil, su resistencia se estaba debilitando. Pero recordó el dolor que Aarón le había causado y se fortaleció.

—Siento rabia, Aarón —dijo—. Rabia y decepción. En medio de sus emociones Ana cometió el error de darle. la espalda.

Aarón se acercó más, su aliento en la oreja de Ana.

—Puedo hacer que olvides ese dolor —dijo—. Puedo hacer que vuelvas a amarme.

Ana se sintió atrapada, su corazón luchaba entre el pasado y el presente.


Aarón se acercó aún más a Ana, su cuerpo cercano al suyo. Ana no esperaba eso, y antes de que pudiera reaccionar, Aarón la abrazó. Su corazón latía rápido, agarrándola de las caderas la hizo voltear a verlo y por un momento, Ana se sintió transportada al pasado, cuando estaba enamorada de él.

Aarón la besó, y Ana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Por un instante, se dejó llevar por la emoción, recordando los momentos felices que habían compartido.

Pero luego, la realidad la golpeó. Recordó a Aarón besando a Natalia, y su corazón se enfrió. Intentó liberarse, pero Aarón la retuvo, sus brazos fuertes alrededor de ella.

—Suéltame —dijo Ana, intentando zafarse.

Aarón la retuvo unos segundos más, su boca aún pegada a la de Ana. Luego, la soltó, y Ana se alejó de él, agotada y confundida.

—Vete —dijo Ana, su voz firme—. Vete ahora mismo.

Aarón se quedó quieto, su mirada intensa.

—Ana, no puedes negar lo que sientes —dijo.

El cielo de  Ana  Ivette  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora