El cielo de Ana Ivette

☁️ Capituló 10 ☁️

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—Gabriel, tal vez por tu naturaleza creativa desconoces la parte más realista de este negocio —dijo Artemio, su voz llena de experiencia—. Y una realidad es que hoy en día, con las tecnologías, muchas personas sacan música. La competencia es muy grande.

Gabriel asintió, entendiendo el punto de vista de Artemio.

—Una de las razones por las cuales nuestra empresa sigue siendo líder en el ámbito de la música es porque nuestros artistas son muy polifacéticos y, sobre todo, adaptables —continuó Artemio.

Gabriel se inclinó hacia adelante, interesado.

—¿Qué quiere decir con eso? —preguntó.

Artemio se recostó en su silla.

—Quiero decir que vas a tener que adaptarte a lo que es más comercial hoy en día. Lo que implica que tendrás que aprender a bailar y a hacer performances un poco más elaborados con tu música.

Gabriel se sorprendió. No había pensado en eso.

—¿Bailar? —repitió.

Artemio asintió.

—Sí, Gabriel. La música hoy en día no solo se escucha, también se ve. Los fans quieren una experiencia completa. Y para eso, necesitas ser capaz de ofrecer una presentación visual atractiva.

Pavel, se inclinó hacia adelante.

—No te preocupes, Gabriel. Nosotros te proporcionaremos los mejores coreógrafos y entrenadores para que puedas desarrollar tus habilidades.

Gabriel pensó por un momento. Era un desafío, pero estaba dispuesto a aprender y adaptarse.

—Estoy listo para aprender —dijo finalmente.

Artemio sonrió.

—Excelente. Entonces, empecemos a planificar tu carrera artística.

Aron miró a Gabriel con desprecio, su rostro reflejando una mezcla de irritación y sorpresa. Había supuesto que Gabriel se asustaría ante la idea de bailar, pero en lugar de eso, había aceptado el desafío con determinación.

"Este ciego cree que puede hacerlo todo", pensó Aron con desdén.

Pero debía ser cuidadoso. No podía dejar que su padre sospechara de sus verdaderas intenciones. Así que se puso una máscara de admiración y sonrió.

—Bueno, Gabriel, me sorprendes gratamente una vez más —dijo Aron, su voz llena de fingida admiración—. No pensé que tuvieras el valor de aceptar este desafío.

Gabriel, ajeno a la malicia que se escondía detrás de las palabras de Aron, sonrió con confianza.

—Gracias, Aron. Estoy listo para aprender y demostrar mi talento.

Aron se rió interiormente. "Pronto verás que no eres tan talentoso como crees", pensó.

—Bien, entonces —intervino Artemio—, Pavel se encargará de coordinar tus sesiones de baile y coreografía. Empezaremos pronto.

Aron asintió, su mente trabajando en secreto para encontrar la forma de sabotear a Gabriel sin que nadie se diera cuenta.

Pavel y Gabriel caminaron hacia el área de los estudios de grabación, el sonido de equipos y voces técnicas llenando el aire. Pavel guió a Gabriel a través del pasillo, explicándole cada paso del proceso.

— estuvimos escuchando las canciones que estaban en el USB —dijo Pavel—. Y en base a eso creamos un par de tracks con ritmos un poco más cercanos al estilo qué visualizamos para ti... sin dejar de lado tu tipo de voz y la esencia de tus canciones...