Capítulo 21 - Separación

717 73 22
                                    

Pasaron varios días desde lo de Esther y las cosas no habían mejorado para nada. Tampoco empeoraron y según Carmen le decía a Fina, esto era algo positivo. En ese momento se encontraban en casa de la mamá de Sofía, quien dormía plácidamente mientras las mujeres tomaban un café.

CARMEN: Amiga, trata de verlo con otros ojos

FINA: ¿Con qué ojos?

CARMEN: Pues, no han vuelto a discutir
FINA: Ni siquiera hemos vuelto a vernos, Carmen, por eso no discutimos

CARMEN: ¿Y qué quieres? ¿Verla y pelear?
FINA: Quiero arreglar las cosas, es el amor de mi vida y la extraño, me está matando todo esto

CARMEN: Dale tiempo, doña Marta no es como nosotras, debe necesitar su espacio. Ya lo entenderá
FINA: ¡Qué fácil decirlo, eh!

CARMEN: Bueno, Serafina, te me calmas
FINA: Perdona, estoy fuera de mí. ¿Entiendes que la amo? Me estoy muriendo sin ella

CARMEN: Pasó una semana nada más, déjala respirar y calmarse
FINA: ¿Y si la perdí, Carmen? ¿Y si realmente la perdí?

CARMEN: No creo que sea de ese modo, he sido testigo de cómo te mira, lo que siente por ti es igual de inmenso que lo tú sientes por ella. Está dolida
FINA: ¿Por qué no me cree?

CARMEN: ¡Porque te vio besando a otra mujer, pues! Y encima vas y le sueltas lo de la propuesta de matrimonio
FINA: ¡Propuesta qué no acepté, caramba!

CARMEN: ¿Recuerdas lo mal que te cayó cuando te diste cuenta que Jacinto se sentía atraído por ella? - Fina asiente
FINA: ¿Cómo olvidarlo? Pedazo de zoquete... - la mira - Perdón

CARMEN: ¡Era un zoquete, no te preocupes! Y ¡Exacto! Entre ellos no pasó ni jamás hubiese pasado nada, no había chance y sin embargo, tus celos te cegaron
FINA: Bueno, si, aunque era diferente, para esa época nosotras no estábamos juntas, JUNTAS.

CARMEN: ¡Más a mi favor! A ti te molestó cuando no eran nada; en cambio ahora son una pareja y lo que vio no fue un gesto de amor hacia ella, precisamente

FINA: ¿Y qué quería que hiciera? ¿Abofetearla por darme un beso? - piensa - Quizás sí... Igual Marta está sacando todo de quicio...

CARMEN: Serafina Valero Izquierdo, no me hagas enojar más de lo que estoy. Tú besaste a otra tipa y no cualquier tipa, A ESA TIPA
FINA: Ella me besó a mí, pero visto lo visto, a nadie le importa el detalle

CARMEN: A ver, mamacita, el detalle es que tus labios se juntaron con los de esa mujercita. Las circunstancias, con respecto a lo que eso provocó en Marta, no cuentan
FINA: ¿Cómo que no cuentan?

CARMEN: Mira, te voy a decir lo que yo creo que le pasa
FINA: Soy toda oídos

CARMEN: Está celosa, muerta de celos y su proceder no es racional. Y no son celos de "tú eres mía y de nadie más", no. Son por su falta de experiencia, no olvides que Marta jamás tuvo con otra persona lo que tiene contigo. Le dolió lo que vio porque, más allá de tus intenciones, alguien con quien tuviste un vínculo por años regresó y las vio dándose un beso. ¿O crees que hubiese reaccionado así si fuese otra persona?

FINA: No lo sé

CARMEN: Ya te digo yo que no, ahí la que le da el soplamoco a la otra es ella. Esto que pasó es diferente porque es esa tipa y no va a entender que no buscaste el beso ni que te importe un rábano la tipeja porque la dominan sus celos, sus inseguridades. Amiga, me lo has dicho mil veces, Marta nunca tuvo un amor; su único antecedente fue con Jaime y sabemos que eso no suma demasiado porque ella no estaba enamorada. - la toma de las manos - Y de ti lo está, rematada y locamente enamorada. Ponte en sus zapatos y comprende que es la primera vez que se enamora, que se entrega plenamente a otro ser humano y se permite ser vulnerable...
FINA: Y ve a ese otro ser humano besándose con la ex...

La Cosa Más BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora