Capítulo 9 - Trabajo y algo más

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El tiempo de descanso junto a Fina hizo maravillas con Marta; no se trataba únicamente de lo sexual que fue muchísimo y de la mejor calidad, sino de la sensación de estar tan a gusto con otra persona en todos los aspectos: a la empresaria nunca le había sucedido algo como eso. Con la chef hablaba de cualquier cosa, se reía muchísimo y sentía que podía ser ella misma y que su compañera no la juzgaría; al contrario, Serafina lograba darle una confianza en sí misma que Marta no experimentó antes jamás.

Todas estas sensaciones tan nuevas y mágicas, se plasmaban en la serenidad con la que esperaba que llegaran Andrés y Jesús a la reunión que Luz programara para ese viernes por la mañana; la impuntualidad era de las cosas que más le molestaban. Los demás ya estaban allí.

JOAQUÍN: Begoña, ¿qué le pasa a tu marido que demora tanto?

BEGOÑA: Me dijo que estaban al llegar, ni idea de qué puede haber sucedido

MARTA: Jesús estaba liado con algo de la fábrica, quizás por eso demoran

JOAQUÍN: Podrían avisar, ¿no?

LUZ: Ya, cuñado, apenas tienen un retraso de veinte minutos. Tranquilo - aparece Claudia con café para todos - Claudita, eres nuestra salvación

CLAUDIA: No diga eso, doña Luz, es apenas cafecito

JOAQUÍN: Si no lo digo por mí, mujer, es Carmen la que me preocupa - la embarazada no terminaba de acomodarse en la silla, se la veía con molestias

CARMEN: Me encuentro bien, señor, no se preocupe

JOAQUÍN: Bien incómoda, se te nota.

MARTA: Carmen, si te sientes mal, puedes ir a casa...

CARMEN: Para nada, jefa, sí pidió que viniera deber ser por algo importante. Estoy bien, lo prometo

MARTA: Si eso cambia, nos lo dices y ya, eh, nada de estar pasándola mal

CARMEN: Lo haré y se me notará, créame - Claudia se retira

LUZ: ¡Ahí están los perdidos!
JESÚS: Hola a todos, perdón por la demora, en la fábrica hubo un contratiempo y nos avisaron cuando ya veníamos así que tuvimos que regresarnos a resolverlo

JOAQUÍN: Tuviste tú, querrás decir, si éste ni conoce las instalaciones de la perfumería

ANDRÉS: Qué feo lo que dices, primito, muy feo - da un beso en la boca a su esposa

JESÚS: Aunque no te lo creas, sin Andrés no se resolvía la cosa

MARTA: ¿Qué fue lo que pasó?
JESÚS: Nada grave, hermanita, luego les contamos. Ahora, a lo que hemos venido

MARTA: Si, lo que sea, no te vas a salvar de decirme - su hermano mayor niega con la cabeza y se sienta - En fin, si le he pedido a Luz que los convocara es porque, como ya todos saben, quiero expandir el negocio y montar una confitería por las mañanas

JOAQUÍN: Me adelanto a algo de lo que puedan preguntar y les digo que legalmente sólo se requiere una actualización para bromatología y trámites mínimos. En una semana se resuelve.

BEGOÑA: En lo que se refiere a estructuras, no habría cambios demasiado complejos que realizar; la única tarea por delante sería adecuar la barra de tragos y destinar una parte de ella para las nuevas máquinas de expresso y una parte de la cocina también. Tampoco demoraría más de una semana.

CARMEN: ¿Eso quiere decir que la reapertura sería en tres semanas y no en dos?
MARTA: No, Carmen, las labores se incluyen en lo que ya estamos haciendo. En vez de abrir el viernes que teníamos planificado, se haría el sábado siguiente

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