Capítulo 36 - Celos

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Y como lo predijera Luz, la novia de Marta había tenido la misma sensación al respecto de la situación que presenció entre la dueña del restó y la flamante fotógrafa del local. Claramente Fina estaba molesta, echando injurias a los cielos, fuera de su habitual buen humor. Para todos fue notorio durante la jornada laboral y para Marta sería un dolor de cabeza hacerle comprender que nada podría suceder entre ella y ninguna otra mujer. La discusión que iniciara en el coche, todavía duraba al llegar a su departamento.

MARTA: Es como estar reviviendo todo lo que pasó cuando te dieron celos de Jacinto, Fina, por Dios

FINA: ¡No compares, Marta De La Reina, no compares!
MARTA: Es lo mismo...

FINA: ¡No lo es! - deja sus cosas en el sillón - Yo sabía que lo de Jacinto era una bobería, estaba enojada por otra cosa y lo sabes. Lo dije por decirlo y ya
MARTA: Esto también es una bobería, ¡nada pasa con Vicky!

FINA: Vicky, ¡Vicky! ¿Puedes dejar de llamarla así?
MARTA: ¿Y cómo la llamo si así le dicen?

FINA: Victoria o ni la menciones, mejor aún
MARTA: Fina...

FINA: ¿Qué quieres?
MARTA: No puedo creer que estemos discutiendo por esto y menos hoy... - se le acerca - Es nuestro aniversario, mi vida

FINA: Vete a celebrar con Vicky, si prefieres
MARTA: No seas niña

FINA: Es que no te viste, Marta, ni la viste a ella, claramente
MARTA: ¿Qué tendría que haber visto?

FINA: La tenías pegada a ti, mejilla con mejilla. De no estar Luz, no sé en qué terminaba aquello
MARTA: En nada, solamente estábamos mirando unos videos. En serio

FINA: ¿Puedes dejar de subestimar cómo me hiciste sentir? - el comentario detona otra reacción en Marta, como si empezara a comprender la raíz del malestar de su chica
MARTA: Ni por un segundo pienses que subestimo nada que se refiera a ti. Ven - le ofrece la mano y Fina no la acepta - Amor, anda, hablemos bien porque creo que estoy entendiendo - la cocinera la mira

FINA: ¿Entendiendo qué?
MARTA: Que aunque no fuera mi intención, la situación te cayera mal - insiste con la mano

FINA: Vaya, por fin - se sienta junto a su novia, sin contacto alguno
MARTA: Luz me dijo que quizás no me di cuenta del coqueteo

FINA: Eso sí lo puedo creer, tú no te das cuenta de lo que provocas, ¡ni idea tienes!
MARTA: ¿Qué es lo que provoco?

FINA: Eres preciosa, Marta, hermosísima y llamas la atención. La gente nota tu atractivo y generalmente a mí no me molesta y pienso: "oye, mira lo que quieras que esta preciosidad duerme conmigo" - la frase provocó a la empresaria a reír y se contuvo, su mujer no estaba para semejante tontería
MARTA: ¿Y eso no te sucede con Victoria?

FINA: No
MARTA: ¿Cuál es la diferencia?

FINA: Qué tú nunca miras a nadie
MARTA: ¿Y crees que a ella sí?

FINA: No lo creo, lo vi, te gustó
MARTA: No, eso sí que no

FINA: ¿No te parece atractiva, acaso?
MARTA: Es linda, yo qué sé, no me fijo en esas cosas - le toma el rostro - No miro a nadie como te miro a ti, mi Sol, y si hice cualquier cosa que te diera la impresión contraria, perdóname. No quisiera que nada de esto te pusiera mal.

FINA: Fue muy incómodo, Marta
MARTA: Lo lamento de corazón y te juro que no pensé en ella de esa manera. Me generó curiosidad su porte, nada más

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