Capítulo 15 - Un poco de calma

928 81 14
                                    

Tras dejar a su novia en el hospital y llevar a su suegra a casa, Marta pudo regresar al restaurante; se encontraban en el momento preciso en que el turno matutino salía e ingresaban los de la noche. Begoña, Luz, los trabajadores que se iban y los que llegaban, todos, sin excepción, se quedaron unos momentos para consultarle a la patrona qué había sucedido con el papá de su compañera y, en algunos casos, amiga.

PASCUAL: ¿Entonces se va a recuperar?

MARTA: Todavía no han dado un diagnóstico definitivo, un infarto, por leve que sea, es algo de sumo cuidado.

CLAUDIA: Fina me escribió hace un rato y me contó que por más que lo pasen a una habitación común, seguirá hospitalizado varios días.

MARTA: Exactamente, su cardiólogo quiere tenerlo bajo control.

LUZ: ¿Ya había tenido episodios anteriormente?
MARTA: No que yo sepa - Jacinto, que estaba atrás de todo, susurró a Petra

JACINTO: ¿Por qué la jefa debería saber algo como eso?
PETRA: ¿De verdad no te enteras de nada, no?

MARTA: Jacinto, te puedo oír.

JACINTO: Perdón, doña Marta, solamente me da curiosidad.

MARTA: ¿Realmente no te imaginas la respuesta?
JACINTO: No, para nada - Marta sonrió

MARTA: Fina y yo estamos juntas, somos una pareja - la cara del cocinero fue para alquilar balcones

JACINTO: Entiendo y mil disculpas si pude decir o hacer algo que las incomodara.

BEGOÑA: Deberías rever algunas actitudes, muchacho, pero no te preocupes, que no es nada que no pueda resolverse con diálogo.

MATEO: Doña Marta, supongo que Fina no vendrá estos días.

MARTA: Supones mal, Mateo, porque eso sería lo lógico, ¡vayan a hacérselo entender!... Con su papá estable quiere reincorporarse cuanto antes.

CLAUDIA: Habló con su tía Dolores, la hermana de Isidro que vive en Illescas, cuando ella llegue para acompañar a Adela, la niña vendrá a trabajar.

LUZ: Estar ocupada le será de ayuda, seguramente...

MARTA: Eso dice ella y, bueno, ¿qué les diré yo? Cuando a mi mujer se le mete algo en la cabeza, no hay quien la saque de allí.

LUZ: Me recuerda a cierta rubia de rulos que conozco... - sonríen

MARTA: Ya decía yo que no podías mantener la boca cerrada, amiguita.

LUZ: Bueno, gente, es hora de poner manos a la obra. Cualquier cosa que quieran hacer para ayudar a Fina será bienvenida, sobre todo no complicarle el trabajo - miró a Jacinto

JACINTO: Prometo ser un señorito inglés, no más bromas de ningún tipo.

LUZ: Eso espero. Vamos, andando que hay muchas reservas. Hoy se quedará Mateo para ayudar en la cocina.

SERGIO: ¿Aunque venga Fina?

LUZ: Si, será un día ajetreado y ya que estamos todos reunidos, aprovecho para comentarles que vamos a contratar a otro cocinero para la noche. Si alguno quiere postularse, me lo hace saber.

PETRA: Me parece muy bien y me apunto.
MARTA: Pues si te quedas con el puesto, lo que tendremos que buscar será un nuevo ayudante. ¿Te encargas, Luz?
LUZ: Claro, amiga.

MARTA: Voy al despacho, con su permiso.

CLAUDIA: Propio, doña Marta - la jefa se retira y cada uno vuelve a lo suyo

La Cosa Más BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora