Capítulo 33 - Ahora sí, convivencia

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Un mes más tarde, con Fina recuperada del todo físicamente y asistiendo a terapia para cuidarse en lo emocional, la vida de las tortolitas parecía asentarse. Adela e Isidro volverían a su casa esa tarde, de manera que, por fin, la pareja podría estrenar su convivencia. Por cuestiones de algunas secuelas que le dejó el ataque, la chef Valero solicitó ir al restó en el horario matutino y Petra, que estaba en ese turno y pretendía regresar al nocturno, no tuvo problema alguno en hacer el cambio con su amiga. El interés de la muchacha radicaba en su incipiente relación amorosa con Nicolás: con el chico trabajando en períodos diferentes, casi no se veían así que quería regresar al mismo horario de antes. La dinámica en las mañanas era diferente a lo que estaba acostumbrada la "primera dama" del restaurante y como se trataba de la confitería, la cocina como tal no trabajaba tanta variedad, las opciones de menú a la carta eran más reducidas en cantidad. Mateo como maestro pastelero era un as y Fina aprovechaba para aprender ese aspecto de su oficio del que casi no tenía conocimientos. Se encontraban en pleno idilio dulcero cuando Claudia entró a ver cómo iba todo.

CLAUDIA: ¡Cuántas risas por aquí! Se ve que todo marcha sobre ruedas - se acerca a su amiga - ¿Cómo te sientes?

FINA: ¿Física o laboralmente?
CLAUDIA: Ambas

FINA: Pues, el cuerpo responde bastante bien, no hay quejas en ese área. Por lo laboral, tengo que reconocer que tu novio sabe muy bien lo que hace

MATEO: Eres una excelente alumna, eso es fundamental

CLAUDIA: Me alegra ver lo bien que se llevan. Oigan, ¿dónde está Jacinto?

MATEO: Con doña Marta, hoy le toca hacer el inventario con la señora Luz y la jefa precisaba no sé qué cosa

FINA: Tenían que repasar el último que se hizo junto con el pedido semanal y con lo que me sucedió, Marta está un poco atrasada así que Jacinto le está colaborando

CLAUDIA: Como para no estarlo - mira a su novio - Mateo, ¿le contaste?

FINA: ¿Contarme qué?

MATEO: No, por supuesto que no, ahí voy a ir yo a quitarte el placer del chisme, bonita... - le hace un gesto burlón
FINA: Hablen, niñatos, ¿cuál chisme?

CLAUDIA: Jacinto quiere pedirle a Carmen que se muden juntos

FINA: ¿Ya? ¿No es un poco rápido?
CLAUDIA: ¡Mira quién habla! No serás sinvergüenza, Fina Valero

FINA: Es cierto, no puedo decir ni mu. Ojalá Carmen acepte y sean muy felices juntos. Son una familia preciosa

MATEO: Pensar que al principio él parecía un caradura mujeriego y nada más lejos de la realidad

FINA: Las apariencias sí que engañan, amigo mío.

CLAUDIA: Adora a Sofía y está perdidito por nuestra sevillana favorita

FINA: Es recíproco con ambas partes, ¿has visto cómo se queda la enana con él? Se vuelve loca por que la tome en brazos. Y de Carmen, ni hablemos, está completamente perdida de amor.

CLAUDIA: Sofía es una nena de papi y la otra es una enamorada total

MATEO: Completamente. Espero que si un día tú yo decidimos tener hijos, me quieran así

CLAUDIA: Para eso falta mucho, Mateo, no corras - lo besa - Eso sí, jura que será de ese modo, cuando lleguen los niños, te van a amar igual que te amo yo - otro beso

FINA: ¡Cuánta dulzura, caray! - se queda pensativa

CLAUDIA: ¿Qué pasa?

FINA: Por un segundo soñé despierta y me imaginé teniendo hijos con Marta

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