Capítulo 58 - Primeros...

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La herida del asalto cicatrizaba mejor de lo esperado y Fina aseguraba que eso se debía a la felicidad y a que todavía no sufría los malestares típicos de un embarazo; como aún le tocaba guardar reposo, no salía de su departamento por lo que las visitas, especialmente de sus mejores amigas y su mamá, se instalaban allí por horas. A Marta, para no perder la honestidad, no le fascinaba llegar a su hogar y que estuviera lleno de gente, mas no decía nada porque ver a su mujer tan feliz y recuperándose era motivo suficiente para tolerar esas "invasiones". Al menos por el momento. El día que supieron que el bebé venía en camino, la chef contaba con apenas trece días de gestación y se sabía perfectamente por el procedimiento realizado. Ahora llevaba tres semanas y quería comenzar a tener un poco más de actividad, estar en la cama todo el día "descansando" la tenía un tanto aburrida.

CARMEN: Qué te aguantes, mi'ja, ¡si te han dado un cuchillazo, joder!

FINA: La herida está perfecta, mira - le enseña

CARMEN: Si tu doctor dijo reposo, ¡haces reposo y punto!

PETRA: Nuestro sobrino tiene que estar tranquilito

CLAUDIA: ¡Es que no me lo puedo creer, Fina! ¿Cómo aguantaste el secreto?

FINA: Mi esfuerzo y sacrificio me ha costado. Si fuera por mí, no lo habrían sabido hasta pasar el primer trimestre

PETRA: Esas son supersticiones, no te preocupes

FINA: Por lo que sea

CLAUDIA: ¡Hala, hala! Ya ni llorar es bueno, ¡te la aguantas! - ríen

FINA: A ver, cuéntenme de los preparativos de su boda doble, niñas - en la cocina, Adela preparaba el almuerzo y llega Marta

ADELA: Hola, cariño

MARTA: Suegrita... - escucha las risotadas de las muchachas y no puede ocultar cierta molestia que su madre política nota

ADELA: Ya nos vamos, no te preocupes

MARTA: No, no, por favor. Pasa que estoy con un dolor de cabeza espantoso y quería descansar. Por eso salí más temprano del restó.

ADELA: Con más razón, ya me llevo a esas niñas

MARTA: Déjelas, ellas tienen hoy su día libre

ADELA: Y si era día libre, ¿tú qué hacías ahí?

MARTA: Es que... - se fija que nadie llegue - Tengo una sorpresita para su niña y necesitaba adelantar trabajo - Marta siente un mareo

ADELA: Ya veo... - la nota algo pálida - ¿Qué tienes, cariño? ¿Te duele algo más que la cabeza?

MARTA: Ajá, el cuerpo y estoy un poco mareada... - deja caer todo lo que tenía en las manos y sale corriendo al baño común del departamento

ADELA: ¡Marta!

CARMEN: ¿Qué pasó? - salió de la recámara y vio pasar a la jefa

ADELA: Me parece que está enferma, se mareó, le duele la cabeza y, por lo visto, está con vómitos

CLAUDIA: Pobre Marta - dijo asomándose

ADELA: Será mejor que la dejemos descansar, chicas

CARMEN: Adelita tiene razón

PETRA: Espero que se mejore tu "ñora", amiga - se sonríen

CARMEN: Hablamos más tarde - las tres saludan y se van

FINA: Marta... - había ido hasta el baño - ¿Cómo estás?

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