Confesión

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Cuando recogieron a Byul de la casa de Seokjin tuvieron algunos problemas, sobre todo Jimin, pues el infante de cinco años se encontraba molesto de que su papá no haya pasado todo un día con él. Le gustaba estar con su tío Jinnie que era como solía llamarle, pero nunca había pasado que se tuviera que quedar a dormir con él porque su papá no estaba, no quiso aceptarlo, pero cuando lo vio llegar con el doctor Min le dieron un poco de celos, cosa que nunca paso con la pareja anterior de su padre. Jimin le había negado cualquier tipo de relación amorosa días atrás, pero la cercanía que se tenían era anormal, su papá nunca le mentiría, él lo sabía porque ellos se contaban todo. Claro que Jimin tenía un tipo de censura ya que su hijo era apenas un niño, pero procuraba no tener algún tipo de secretos con el pequeño Byul.

El omega sabía que no se iba a poder salvar para siempre del interrogatorio que de seguro iba a tener por parte del omega mayor que se había encargado del cuidado de su cachorro, la mirada sorprendida que le dio cuando noto que había llegado con el alfa azabache hizo que se encogiera en su lugar, pero Seokjin por el momento sólo se limitó a dar un saludo amable al alfa y entregar al menor en los brazos del castaño quien no podía con la vergüenza, posiblemente su amigo se estaría dando ideas erróneas de lo que en realidad había pasado la noche anterior.

El camino de regreso a casa fue silencioso los dos adultos podían notar la molestia del pequeño que a veces miraban por el retrovisor del auto de Yoongi —Hoy está haciendo un día perfecto ¿no creen? — el alfa habló para acabar con el incomodo silencio, sólo obtuvo una respuesta afirmativa de Jimin en cambio del cachorro no obtuvo ni siquiera un ruido, parecía que su peluche era lo más interesante del mundo ya que su mirada solo se concentraba en este —he oído que en el parque de diversiones añadieron una nueva atracción, ¿por qué no vamos? Podría ser divertido— los ojitos del pequeño brillaron al escuchar aquella propuesta, si bien todavía se sentía enojado no quería perder la oportunidad de ir y subirse a la mayor cantidad de juegos que fuera posible —¿podemos ir papi? — finalmente habló haciendo sonreír a ambos padres, el omega asintió con una sonrisa —por supuesto que sí— se volteó y paso su mano por los cabellos del menor con ternura —¿te parece si vamos a casa primero? Te das un baño y te poner ropa adecuada y nos vamos después directo al parque— además aprovecharían para poder comer algo, el intento fallido del alfa para hacer el desayuno había hecho que tomaran demasiado tiempo en tratar de arreglar el desastre en su cocina.

Como se había predicho, Byul tomó una ducha con ayuda de su papá y antes de salir los tres desayunaron algo simple pero que a los tres los mantendría satisfechos hasta que decidieran comer otra cosa en el lugar al que asistirían, el cachorro decidió llevar otro peluche, hubiera querido llevar más pero su papá no se lo permitió por el miedo de que los extraviara, además lo más seguro es que los mayores lo iban a tener que cargar. Los tres se subieron al auto de Yoongi, por fuera era negro y brillante, por adentro los asientos eran de cuero y no tenían ningún tipo de daño, en ese punto el omega se preocupo que tanto él como el cachorro le hicieran algún rasguño —Creo que debo comprar un asiento para niños— dijo el alfa al entrar al auto sentándose del lado del piloto, dejando un poco sorprendido al castaño, aunque era obvio Byul al pasar más tiempo con el azabache seguramente saldrían en su auto —sí creo que estaría bien— dijo un poco apenado. Cuando se aseguraron de que el cachorro estuviera asegurado con el cinturón comenzaron su camino.








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