Juntos

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Yoongi pasaba las manos por su cabello oscuro, revuelto tras horas de trabajo, mientras se encontraba sentado en la sala de residentes, con una taza de café que apenas había probado. El calor del líquido no lograba calmar el frío que sentía en el pecho. Desde aquella discusión con Jimin, todo había perdido su sentido.

Había regresado a la habitación que usaba antes de decidir vivir juntos. Esa simple acción era una daga que se clavaba cada vez más profundo. Quería hablar con él, explicarse, arreglar las cosas, pero la sola idea de perder al omega que tanto amaba le carcomía la mente.

El sonido de la puerta abriéndose lo sacó de sus pensamientos. Namjoon entró con su andar calmado y habitual, cargando su libreta de notas. Se sentó junto a Yoongi sin pedir permiso, como un amigo lo haría.

—Seokjin me contó que Jimin está esperando... muchas felicidades —dijo con una sonrisa cálida, aunque notó rápidamente el peso que cargaba el alfa.

Yoongi asintió despacio, sus labios apenas formando las palabras.
—Gracias...

Namjoon inclinó la cabeza, estudiándolo con ojos atentos. No era difícil darse cuenta de que su amigo estaba destrozado.
—Sé que no es fácil. Jin me contó sobre lo que pasó... pero creo que lo mejor ahora que él tomó esa decisión es que estés a su lado.

El alfa dejó la taza sobre la mesa y se frotó el rostro con ambas manos.
—Lo sé, Namjoon. Sé que debería estar con él, pero no puedo... —su voz se quebró un poco, y Namjoon lo dejó hablar, sin interrumpir—. No puedo mirarlo sin pensar que... que podría pasarle algo malo. Es como si el miedo me paralizara.

Namjoon suspiró, su mirada cargada de compasión.
—Si te mantienes alejado, nunca sabrás si podrás ayudarlo si algo llega a pasar. Yoongi, debes estar con él. No puedes dejar que el miedo te gane.

El alfa apretó los labios, sintiéndose vulnerable frente a su amigo. Namjoon se inclinó un poco hacia adelante, intentando animarlo.
—Jieun me dijo que lo vio en obstetricia. Creo que hoy es el primer ultrasonido. Es un buen momento para estar ahí.

Yoongi lo miró con duda, pero algo en la firmeza de Namjoon lo convenció. Después de unos segundos de silencio, asintió y se levantó, acomodándose el uniforme.
—¿Sabes con quién está?

—Con la doctora Ha —respondió Namjoon, esbozando una pequeña sonrisa—. Si te apuras, todavía puedes llegar. Yo me encargo de cubrirte con Jang. Él entenderá.

El alfa no necesitó más.
—Gracias, Nam.

Sin perder tiempo, salió de la sala, caminando rápidamente hacia el elevador. Su corazón latía con fuerza mientras apretaba el botón una y otra vez, como si eso hiciera que llegara más rápido. El tiempo en el elevador se sintió eterno, cada segundo era una tortura. Cuando finalmente las puertas se abrieron, prácticamente salió corriendo hacia el área de obstetricia.

Preguntó a la recepcionista por la doctora Ha y, tras obtener la información, se encontró frente a la puerta del consultorio. Su respiración era errática, no por el esfuerzo físico, sino por los nervios. Golpeó suavemente la puerta con los nudillos y esperó.

—Adelante —se escuchó la voz de la doctora al otro lado.

Yoongi abrió la puerta lentamente, casi con miedo. Al entrar, la doctora Ha lo saludó con una sonrisa profesional.
—Doctor Min, qué sorpresa verlo por aquí.

Sin embargo, sus ojos no se fijaron en la doctora, sino en la figura de Jimin sentado en la camilla. El omega lo miró con sorpresa, sus ojos ampliándose por la incredulidad. Una mezcla de emociones se apoderó de él: alivio, tristeza y un poco de esperanza. Sus manos temblaban levemente mientras se aferraba al borde de la camilla.

Belonging to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora