Yoongi había tomado la decisión de pedir unos días libres en el hospital. Sabía que Jimin diría que no era necesario, pero la idea de quedarse en casa para cuidar de él le daba una tranquilidad inmensa. Su omega estaba embarazado, y aunque el propio Jimin insistiera en que podía manejar las cosas por sí mismo, Yoongi no estaba dispuesto a arriesgarse.
La casa estaba más tranquila de lo habitual, y el ambiente se sentía cálido y acogedor gracias a los rayos del sol que entraban por las ventanas. Byul, su hijo pequeño, estaba de vacaciones escolares y pasaba la mayor parte del día jugando con sus juguetes o viendo sus programas favoritos en la sala. Sin embargo, Jimin comenzaba a sentirse un poco sofocado por los cuidados excesivos de Yoongi.
Esa mañana, el aroma del pan tostado y la mermelada de fresa impregnaba la cocina. Jimin, vestido con una camiseta holgada que apenas dejaba entrever su vientre ligeramente abultado, se había levantado temprano. Había decidido que no podía seguir pasándose los días enteros en la cama, como su alfa quería. Mientras untaba generosamente la mermelada en un par de rebanadas de pan, se sintió libre, aunque fuera por un momento.
Yoongi, por otro lado, había despertado al escuchar ruidos en la cocina. Aún algo somnoliento, se detuvo en el marco de la puerta, observando cómo su pareja trabajaba con destreza en la encimera. Frunció el ceño ligeramente, pero no porque estuviera molesto; simplemente no podía evitar preocuparse.
—Te he dicho que, si quieres algo para comer, solo tienes que pedírmelo y te lo llevo a la cama —dijo, cruzándose de brazos mientras apoyaba el hombro contra el marco de la puerta.
Jimin, sin siquiera mirarlo, llevó una rebanada de pan a su boca y dio un pequeño mordisco antes de responder.
—Y yo te he dicho que puedo caminar hasta la cocina para comer pan tostado —replicó con un tono que denotaba una mezcla de resignación y cariño. Tras masticar y tragar, bebió un sorbo de leche de su taza—. No estoy corriendo un maratón, Yoongi. Además, estabas dormido. Se supone que también necesitas descansar. Creo que duermes menos ahora que cuando estás de guardia en el hospital.
Yoongi dejó escapar un suspiro profundo y se acercó a él. Con un gesto tranquilo, tomó una de las rebanadas de pan que Jimin había preparado y le dio un mordisco. Luego se apoyó ligeramente en la encimera, observando al omega con una expresión que mezclaba ternura y un leve reproche.
—Solo estoy consintiendo a mi omega embarazado —dijo, con una sonrisa ladeada mientras comía el pan.
Jimin rodó los ojos y dejó escapar un bufido, aunque no pudo evitar sonreír un poco.
—No es cierto. Estás actuando como un doctor sobreprotector, no como mi pareja —respondió, colocando la jarra de leche de vuelta en el refrigerador. Se giró hacia Yoongi, apoyándose también en la encimera y cruzándose de brazos—. Ya ni siquiera me dejas salir al parque de juegos con Byul. Estoy seguro de que él también se aburre de estar todo el día encerrado.
Yoongi suspiró de nuevo. Sabía que Jimin tenía razón hasta cierto punto, pero no podía evitar ser precavido. Había visto demasiadas situaciones complicadas en el hospital como para ignorar los posibles riesgos, aunque fueran mínimos.
—No es que no confíe en ti, Jimin —comenzó, tratando de elegir cuidadosamente sus palabras—, pero estamos hablando de nuestra familia. No quiero que te esfuerces demasiado o que algo pueda pasar mientras no estoy cerca.
El omega lo miró fijamente, sus ojos brillando con una mezcla de exasperación y dulzura.
—Yoongi, entiendo que quieras cuidarme, y de verdad lo aprecio. Pero también necesito sentir que puedo hacer cosas por mí mismo. No soy una porcelana que se va a romper al menor movimiento.

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Belonging to you
FanfictionYoongi se enamoró del hijo del mejor amigo de su padre desde que eran niños, Jimin sufre de muy mala salud, pero eso no impide que pueda vivir cierto tipo experiencias normales para su edad. Historia Omegaverse