Belonging to you

Bromas

Después de arreglarse, Jimin le indico el lugar donde estaban las llaves de la camioneta a Yoongi, él aún seguía dudando si era buena idea ir, pero al ver el deseo en los ojos del beta, simplemente no podía negarse a aquella petición. Cuando ya estaba todo listo, los dos se subieron al auto, Jimin en el lado del copiloto y Yoongi se aseguró que tuviera puesto el cinturón de seguridad.

—Yo te diré por dónde hay que ir hyung.

Durante el camino los dos iban escuchando música, disfrutando de la vista que iba cambiando conforme se iban acercando a la ciudad, hablaban de cosas diversas sin tanta importancia, pues en realidad los dos disfrutaban de la compañía del otro. Jimin sentía un poco de esa adrenalina de estar haciendo algo "indebido", pero de igual manera estaba emocionado por crear este tipo de recuerdos con el ala, aunque aún seguía un poco desconcertado por aquel beso que había sucedido en la noche anterior.

—Deberías estacionarte por aquí hyung, estamos cerca de los lugares interesantes que se pueden visitar. 

—Que gran guía de turistas tengo, no puedo pedir más.

Jimin rio un poco sonrojado al escucharlo y sólo desvió la mirada. El alfa termino de estacionarse y bajaron del automóvil, al parecer el beta estaba más emocionado que él, se suponía que él y su papá venían cada mes a los chequeos del doctor, por lo que no entendía al cien por ciento el porqué de esta emoción, pero le complacía ver esa sonrisa en su rostro. Sin embargo, el padre de Jimin no permitía que se desviaran del hospital y al salir era regresar directamente a la casa, por lo que no tenía otra opción más que limitarse a ver los puestos de comida, las atracciones, deseando poder vivir una vida normal.

—Hay que ir al puesto de ttaekbokki, después de las clases, solíamos ir Taehyung, Jin y yo. Era bastante divertido, además de que no encontraras uno más rico que este te lo aseguro.

—Bueno, si lo dices tú, supongo que es totalmente cierto, yo confío en tí.

—Y haces muy bien hyung, verás que será el mejor día de tu estancia en Corea.

Ambos caminaron hacia el famoso puesto de ttaekbokki, obviamente Yoongi era guiado por Jimin, que de vez en cuando se para a ver las distintas tiendas, ya sea de ropa o de videojuegos, tenía que aprovechar al máximo esta salida.

—Aigo... ¿Jiminnie?— Una señora de la mediana edad miraba con sorpresa al joven beta, quien emocionado fue hacia ella para abrazarla, la tía siempre cuidaba de él y sus amigos, se tenía un aprecio mutuo. —Tía, al fin puedo volver a verla.

—Yo pensé que ya te habías olvidado de mí, me alegra que no haya sido así, ¿oh? ¿quién es este chico tan apuesto que te acompaña?

—¡Cierto!— Jimin rio apenado —Él es Yoongi hyung, es hijo de un amigo de mi papá y como vino de vacaciones quise traerlo a probar el mejor ttaekbokki de Corea.— El alfa que hasta el momento se había quedado en silencio, dejando que Jimin disfrutara del rencuentro, hizo una reverencia en forma de saludo y se presentó formalmente a la tía.

—Es un placer conocerla.

—Igualmente cariño, bueno siéntense donde gusten, yo les serviré la mejor porción que hayan probado en su vida se los aseguro.

—Gracias tía.

Se sentaron en una de las mesas que daban a la calle pues el día era agradable, a pesar de estar algo nublado, el aire los llegaba a refrescar.

—Era bastante divertido venir después de clases aquí, creo que era lo más divertido de venir a la escuela. ¿Tu tenías algo así?

—Pues... al principio fue difícil para mí adaptarme con otros niños, sobre todo cuando no entendía muy bien el idioma. Pero afortunadamente conocí a Hoseok, quien ha sido mi amigo más cercano desde que éramos niños, él también es coreano. Es un poco más extrovertido que yo, creo que casi todos los amigos que tengo son gracias a él, pero no hay nadie en quien confíe más que en él.

—Woah, ahora estoy curioso por conocerlo.

—¿Qué tal si las siguientes vacaciones vienes tu a Estados Unidos?

—Eso me encantaría, allá hay muchos lugares que visitar, como el museo metropolitano de arte, tantas galerías y teatros. Hyung nunca me aburriría de ese lugar.

Aquel brillo en la mirada que tenía cuando contaba sus deseos, hacia que el corazón del alfa latiera intensamente, sentía una gran calidad en su pecho, sabía que el beta era dulce, pero al parecer superaba cualquier expectativa que podía tener, era alguien que siempre tenía una sonrisa y para él, era la más hermosa que jamás había visto, agradecía profundamente que al fin pudiera verla de cerca. 

—Entonces, hay que ir convenciendo a tu padre.

—Eso será complicado, sino tienes todo un hospital en tu casa, creo que será imposible.

—Bueno, eso será muy fácil... no hay nada que no pueda hacer por tí.

Las mejillas del beta se pusieran tan rojas como un tomate, el contrario lo veía a los ojos directamente y lo dijo con tanta seriedad que incluso lo sentía como una confesión de amor.

—Aqui tienen, el gimbap es cortesía de la casa. Así que disfruten, sobre todo tú Jiminshi, te veo muy delgado. 

—Tía siempre decía eso cada vez que me veía.

—Y aun así no me has hecho caso de alimentarte correctamente. Pero ahora que tienes pareja, sé que él se encargara bien de tí.

Yoongi se ahogó con el pastel de arroz que apenas había introducido en su boca y Jimin simplemente negó con la cabeza, apenado por la confusión que se había generado.

—N-no tía, Yoongi no es mi pareja.

—Pues ya te estas tardando. — La señora Kim le dió una palmada en la espalda al alfa. —Mi Jiminshi es muy lindo ¿no crees?

—Por supuesto, es el chico más lindo que he visto.

Aquellas palabras causaron una gran emoción en el lobo del beta, quien desde de la llegada de Yoongi estuvo muy inquieto, como nunca lo había estado y es que era normal, ya que en los betas era común no tener una gran conexión con su lobo.

—Entonces no pierdas mucho el tiempo corazón.

La omega regreso a la cocina feliz con su cometido, pues ella los había estado observando, era obvio que los dos jóvenes se gustaban y por el cariño que sentía por Jimin quería ayudarlo.

—No le hagas mucho caso a la tía, suele bromear con ese tipo de cosas.

—Bueno, yo no bromeé en ningún momento.

Jimin bajo la mirada con una sonrisa en sus labios, eso quería decir que aquél beso de la noche pasada era verdadero.

—Tu también eres muy lindo...— A pesar de que lo dijo en voz baja, apenado por la situación Yoongi pudo escucharlo y no había sentido tanta emoción en mucho tiempo.