Capitulo 20: La llama del fénix

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Abby llevaba poco tiempo documentandose sobre el hechizo cuando escuchó voces fuera...

-...¿no nos puede dejar entrar?-preguntó una voz desesperada.

-Sin contraseña no hay acceso-riñó la Dama Gorda, la mujer del cuadro de Gryffindor que pedía contraseñas.

-Es para ver a una amiga-siguió una voz masculina algo cabreada.

La Dama Gorda parecia muy enfadada por haber sido despertada.

-No hay peros que valgan-espetó.

-Entonces quizá usted podría avisarla-sugirió una chica-es muy, muy importante.

Abby se asomó dentras del cuadro.

-¿Marian? ¿Meson? ¿Ryan?-preguntó incrédula-¿Qué haceis aquí?
La Dama Gorda la permitió salir con un refunfuño.

-Dumbledore nos ha llamado y ha dicho que tenemos que estar todos-informó Meson nervioso.

Ryan bostezó.

-¿Cómo es que estas despierta?-preguntó este.

-Bueno... ¿no ibais a iros a casa?-preguntó ella.

-Al final Marian dijo que lo mas probable es que nos quedasemos por Dumbledore-contestó Meson-vamonos antes de que se haga de dia por favor.

En el despacho de Dumbledore, el director los esperaba sentado desde su silla.

-Siento averos hecho venir a esta hora, pero es importante; teneis una nueva misión, tengo unas sospechas, asique quiero que vigiléis a el profesor Quirrel, intentad no perderlo de vista, y de vez en cuando quiero que alguno venga a aquí para informarme.

-¡Genial!-exclamó Ryan, su sueño y mal humor parecían haberse evaporado.

-Por otra parte... ¿Qué tal van los entrenamientos?

-Bien señor-respondió Marian.

-No muy bien, señor-se sinceró Abby-yo no controlo del todo el fuego, Marian hace huracanes cuando quiere hacer suaves brisas, a Meson lo atacan los lazos del diablo continuamente, y Ryan va de vez en cuando.

Los chicos bufaron algo molestos, pero Dumbledore no parecio enfadado.

-Eso, es porque, para controlar bien vuestro poder, teneis que comprenderlo, Meson, tu tienes el Don de la Tierra, tu energía es uno con la naturaleza. Marian, tu poder es el aire, tu puedes controlar cada corriente de aire, cada huracán, si tu crees que puedes. Ryan, tu eres la fuerza acuática, tu magia se concentra en cada gota del mundo, y esta se doblegará a ti cuando tu te sientas tan poderoso como eres. Abby, tu poder es el de la llama del fénix, el fuego de la vida, tu poder se basa en muchas cosas, en los aspectos del elemento fuego, son como la luz y la oscuridad, tu poder es creador a la vez que destructor, por eso quiero que cada uno coja estos libros-Dumbledore hizo aparecer cuatro libros pequeñitos-que os ayudarán a controlar y entender vuestro poder.

-Gracias, profesor-agradeció Abby.

-Buenas noches.

Cada uno fue a su sala comun, Abby se acostó en su cama y se durmió.

A la mañana siguiente, se levantó algo cansada, lo que la hacia parecer un zombie, bajó las escaleras de caracol, bueno, para ser exactos se quedó en medio hechando una cabezadita en la varandilla, y luego bajó, cuando Abby estaba cansada, era todo un espectaculo, llevaba la falda encima del jersey Weasley, y en la parte inferior, su falda muggle acompañada por los pantalones del pijama, mas una muñequera en la pierna, y uno de sus calentadores multicolores en el brazo, al bajar se tropezó, pero en vez de levantarse se quedó allí durmiendo.

-¡Abby!-llamó alguien.

Abby levantó la cabeza, la esperaba la mirada sorprendida de su hermano que la ayudó a ponerse en pie.

-¿De que vas vestida?-rio cuando vio el vestuario de su hermana.

Abby se miró la ropa.

-¡Mierda!-maldijo ya casi despierta.

-¿Volviste a dormir anoche?-preguntó el.

-Si-contestó ella mientras subia a cambiarse.

Abby se puso su uniforme de siempre y bajó, Harry pareció aliviarse al ver que habia sido capaz de arreglarse bien.

-¿Buscaste de nuevo el espejo?-preguntó Harry.

-No, me llamo Dumbledore.

-¿Dumbledore?-preguntó Harry extrañado.

Abby asintió.

-Tenemos una misión; vigilar a Quirrel, creo que esta preocupado por el-informó Abby.

-¿Vigilar a Quirrel?-preguntó Ron-¿no será mas bien a Snape? Es el quien quiso matar a Harry.

-No lo se... nos dijo claramente Quirrel.- Abby, su hermano y Ron bajaron a desayunar, casi todos habian ido a casa por navidad, aunque aun quedaba unas pocas personas en el castillo.

-Buenos dias, llama del fénix-saludó Ryan con tono burlon.

-Ahogate-le replicó ella pasando por su lado.

-¿Llama del fénix?-preguntó Ron cuando dejaron de lado a Ryan.

-Si bueno... Dumbledore dijo que no entendíamos nuestros poderes y que por eso no podíamos controlarlos bien, asique nos explicó nuestro poder, yo soy la llama del fénix-explicó ella sentandose en la mesa.

Abby terminó de desayunar y decidió ir a patinar en el lago, Harry y Ron, por su parte, fueron a jugar al Quidditch, Abby se puso los patines, pero no hacía ninguna acrobacia, solo se deslizaba y pensaba...

-¿No deberías estar con Harry o el Slytherin?-pregunta una voz.

Abby se gira, allí esta Fred, solo, apoyado en el arbol junto al lago.

-¿Por qué?-pregunta patinando hacia el, se para en el límite entre la nieve y el hielo-¿no puedo estar un momento sola?

-Era solo por curiosidad-se encogió de hombros.

-¿Tu tambien crees que salgo con el idiota de Ryan?-preguntó ella, sabiendo de antemano su respuesta.

Fred puso cara de sorpresa.

-¿No sales con el?-preguntó.

-¡No!-exclamó ella indignada-Tenías tu razón... es un idiota. Lo sienro.

-¿Qué?-preguntó el, con cara de estar disfrutando de lo lindo-Repite eso último.

-Que es un idiota-respondió ella.

-No, lo último.

Abby suspiró profundamente.

-Lo siento-repitió.

Fred cerró los ojos con una expresión de maxima satisfacción en la cara.

-¿Que hac...?

-No, no me interrumpas-pidió Fred-quiero conservar este recuerdo.Cuanto tiempo he esperado a que te dieses cuenta-suspiró-que no se te vuelva a olvidar ¿eh?

-Entonces... ¿vuelves a hablarme?

-Pues claro, voy con George ¿vien...?

Antes de que terminase la frase, se escuchó el hielo desquebrajarse, y Abby cayó al agua helada antes de poder reaccionar, sacó su varita y cambió los patines por los zapatos, y empezó a nadar hacia arriba, Fred se había lanzado al agua y la ayudó a subir, en la superficie, se arrastraron con cuidado hasta el arbol.

-¡Maldita sea!-explotó ella-creía que podría controlar bien...-calló antes de pronunciar alguna frase que la delataría.

-¿estas bien?-preguntó el.

-Si, un poco mojada-contestó ella sonriendo (aunque el frio era horrible).

-¿Vamos a la Sala Común?-preguntó el-tengo que secarme, o mi perfecta imagen se irá a pique.

Abby puso los ojos en blanco.

-Anda vamos, o terminaré por convertirme en un cubito de hielo.

la hermana de harry potter y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora