Capitulo 16: El final del partido

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Los de Slytherin vitoreaban. Nadie parecía haberse dado cuenta de conducta
extraña de escoba de Lo llevaba cada vez más alto, lejos del juego,
sacudiéndose retorciéndose.
—No sé qué está haciendo —murmuró Hagrid. Miró con los binoculares—.
Si no lo conociera bien, diría que ha perdido el control de su escoba... pero no puede
ser...
De pronto, gente comenzó a señalar hacia por encima de las gradas. Su
escoba había comenzado a dar vueltas él apenas podía sujetarse. Entonces multitud
jadeó. escoba de dio un salto feroz quedó colgando, sujeto sólo con
una mano.
—¿Le sucedió algo cuando Flint le cerró el paso? —susurró Seamus.
—No puede ser —dijo Hagrid, con voz temblorosa—. Nada puede interferir en una
escoba, excepto poderosa magia tenebrosa... Ningún chico le puede hacer eso a una
Nimbus 2.000.
Ante esas palabras, Hermione cogió los binoculares de Hagrid, pero en lugar de
enfocar a comenzó a buscar frenéticamente entre multitud.
—¿Qué haces? —gimió Ron, con el rostro grisáceo.
—Lo sabía —resopló Hermione—. Snape... Mira.
Ron cogió los binoculares. Snape estaba en el centro de las tribunas frente a ellos.
Tenía los ojos clavados en murmuraba algo sin detenerse.
—Está haciendo algo... Mal de ojo a escoba —dijo Hermione.
—¿Qué podemos hacer?
—Déjamelo a mí.
Antes de que Ron pudiera decir nada más, Hermione había desaparecido. Ron
volvió a enfocar a . escoba vibraba tanto que era casi imposible que pudiera
seguir colgado durante mucho más tiempo. Todos miraban aterrorizados, mientras los
Weasley volaban hacía él, tratando de poner a salvo a en una de las escobas. Pero
aquello fue peor: cada vez que se le acercaban, escoba saltaba más alto. Se dejaron
caer comenzaron a volar en círculos, con el evidente propósito de atraparlo si caía.
Marcus Flint cogió quaffle marcó cinco tantos sin que nadie lo advirtiera. Y Abby intentaba no darse por vencida, y después de intentar atravesar la barrera, se dedicó a observar a los Slytherin del campo, no vio que ninguno hiciese nada, entonces cerró los ojos un momento, y se puso las manos en la cabeza, se vieron algunas chispas doradas que intentaban derrumbar la barrera.
—Vamos, Hermione —murmuraba desesperado Ron.
Hermione había cruzado las gradas hacia donde se encontraba Snape en aquel
momento corría por fila de abajo. Ni se detuvo para disculparse cuando atropelló al
profesor Quirrell , cuando llegó donde estaba Snape, se agachó, sacó su varita
susurró unas pocas bien elegidas palabras.
Unas llamas azules salieron de su varita saltaron a túnica de Snape. El profesor
tardó unos treinta segundos en darse cuenta de que se incendiaba. Un súbito aullido le
indicó a chica que había hecho su trabajo. Atrajo el fuego, lo guardó en un frasco
dentro de su bolsillo se alejó gateando por tribuna. Snape nunca sabría lo que le
había sucedido.
Fue suficiente. Allí arriba, súbitamente, pudo subir de nuevo a su escoba.
—¡Neville, ya puedes mirar! —dijo Ron. Neville había estado llorando dentro de
chaqueta de Hagrid aquellos últimos cinco minutos.
Harry iba a toda velocidad hacia el terreno de juego cuando vieron que se llevaba
mano a boca, como si fuera a marearse. Tosió algo dorado cayó en su mano.
—¡Tengo snitch! —gritó, agitándola sobre su cabeza; el partido terminó en una
confusión total.
—No es que haya atrapado, es que casi se traga —todavía gritaba Flint veinte
minutos más tarde. Pero aquello no cambió nada. no había faltado a ninguna regla
y Lee Jordan seguía proclamando alegremente el resultado. Gryffindor había ganado por
ciento setenta puntos a sesenta. Pero no oía nada. Tomaba una taza de té fuerte,
en cabaña de Hagrid, con Ron Hermione.
—Era Snape —explicaba Ron—. Hermione yo lo vimos. Estaba maldiciendo tu
escoba. Murmuraba no te quitaba los ojos de encima.

-¿¡Que?!-preguntó muy enfadada Abby-¡Tenia que haberlo imaginado! ¡pero si le odia! ¡será...!

-Tonterias-Hagrid no sabía que había sucedido-¿Por qué iba a hacer algo asi Snape?

Harry, Ron, Abby Hermione se miraron, preguntándose qué le iban a decir.
decidió contarle verdad.
—Descubrimos algo sobre él —dijo a Hagrid—. Trató de pasar ante ese perro de
tres cabezas, en Halloween. el perro lo mordió. Nosotros pensamos que trataba de
robar lo que ese perro está guardando.
Hagrid dejó caer tetera.
—¿Qué sabéis de Fluffy? —dijo.
—¿Fluffy?
—Ajá... Es mío... Se lo compré a un griego que conocí en el bar el año pasado...
se lo presté a Dumbledore para guardar...
—¿Sí? —dijo con nerviosismo.
—Bueno, no me preguntéis más —dijo con rudeza Hagrid—. Es un secreto.
—Pero Snape trató de robarlo.-Replicó Abby.
—Tonterías —repitió Hagrid—. Snape es un profesor de Hogwarts, nunca haría
algo así.
—Entonces ¿por qué trató de matar a ? —gritó Hermione.
Los acontecimientos de aquel día parecían haber cambiado su idea sobre Snape.
—Yo conozco un maleficio cuando lo veo, Hagrid. Lo he leído todo sobre ellos.
¡Hay que mantener vista fija Snape ni pestañeaba, yo lo vi!
—Os digo que estáis equivocados —dijo ofuscado Hagrid—. No sé por qué
escoba de reaccionó de esa manera. .. ¡Pero Snape no iba a tratar de matar a un
alumno! Ahora, escuchadme los tres, os estáis metiendo en cosas que no os conciernen
y eso es peligroso. Olvidaos de ese perro olvidad lo que está vigilando. En eso sólo
tienen un papel el profesor Dumbledore Nicolás Flamel...
—¡Ah! —dijo Harry—. Entonces hay alguien llamado Nicolás Flamel que está
involucrado en esto, ¿no?
Hagrid pareció enfurecerse consigo mismo.

la hermana de harry potter y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora