la hermana de harry potter y la piedra filosofal

Capitulo 36: Sacrificio

Abby llevaba un rato combatiendo, era realmente dificil luchar contra una persona que rezumaba odio y oscuridad y que por si fuera poco no tenía cuerpo, su frente tenía un par de gotas de sudor, miró a Voldemort delante suyo, que le sonreía burlonamente.

-Vas a morir-informó con frialdad.

-Como si me importara; si pierdo ire con mis padres, y si gano no solo obtendrás una gran derrota bochornosa por cortesía del apellido Potter, sino que ademas estaré con mi hermano y amigos.

Voldemort estaba realmente molesto.

-Despues de matar a tu hermano, iba a ver que narices estaba escondiendo tu padre, sabía que era algo importante...

-Sin embargo te derrotó un bebé de un año-recordó la chica burlona.

-Eres poderosa, Llama del Fénix, te recomiendo que vengas conmigo, a mi bando, juntos reinaremos sobre todos y podrás usar tu poder libremente...

-¿Para lo que quiera?-preguntó la chica ilusionada.

Voldemort sonrió.

-Exacto.

-Vale, quiero usar mis poderes para... ¡derrotarte! ¡Corazón de fuego!
Una gran llama impactó en su enemigo, que le obligó a mirarla con mas odio si cabía.

Entonces el usó una risa macabra y la apuntó con su varita.

-Veo que quieres seguir la tradición Potter, saluda a tus padres-y empezó a reir de una forma maligna que recordó a Abby sus pesadillas-¡Avada Kedavra!

Una luz verde lo iluminó todo y Abby que no pudo apartarse sintió algo raro en su cuerpo, con el pensamiento de que moriría, solo se le ocurrió sonreir, y pensó en que pronto vería a sus padres.

Algo dorado brillaba justo encima de Harry. ¡La snitch! Trató de atraparla, pero sus brazos
eran muy pesados.

Pestañeó, no era la snitch, eran unas gafas. Que raro.

Volvió a pestañear, Albus Dumbledore estaba ante el sonriente.

-Buenas tardes, Harry-le saludó.

-¡Señor! ¡La Piedra, fue Quirrell...!-empezó a decir alterado.

-Cálmate, querido muchacho, estás un poco atrasado —dijo Dumbledore—. Quirrell no tiene Piedra.
—¿Entonces quién tiene? Señor, yo...
—Harry, por favor, cálmate, o señora Pomfrey me echará de aquí.
Harry tragó miró alrededor. Se dio cuenta de que debía de estar en enfermería.
Estaba acostado en una cama, con sábanas blancas de hilo, cerca había una mesa, con
una enorme cantidad de paquetes, que parecían mitad de tienda de golosinas
—Regalos de tus amigos admiradores —dijo Dumbledore, radiante—. Lo que
sucedió en las mazmorras entre tú el profesor Quirrell es completamente secreto, así
que, naturalmente, todo el colegio lo sabe. Creo que tus amigos, los señores Fred
George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro. No dudo que
pensaron que eso te divertiría. Sin embargo, señora Pomfrey consideró que no era
muy higiénico lo confiscó.
—¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí?
—Tres días. El señor Ronald Weasley señorita Granger estarán muy aliviados
al saber que has recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados.
—Pero señor, Piedra...
—Veo que no quieres que te distraiga. Muy bien, Piedra. El profesor Quirrell no
te pudo quitar. Yo llegué a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estabas
haciendo muy bien.
—¿Usted llegó? ¿Recibió lechuza que envió Hermione?
—Nos debimos cruzar en el aire. En cuanto llegué a Londres, me di cuenta de que
el lugar en donde debía estar era el que había dejado. Llegué justo a tiempo para quitarte
a Quirrell de encima...
—Fue usted.
—Tuve miedo de haber llegado demasiado tarde.
—Casi fue así, no habría podido aguantar mucho más sin que me quitara Piedra...
—No por , muchacho, por ti... El esfuerzo casi te mata. Durante un terrible
momento tuve miedo de que fuera así. En lo que se refiere a , fue destruida.
—¿Destruida? —dijo sin entender—. Pero su amigo... Nicolás Flamel...

-Ya veo que sabes lo de Nicolas, estuvimos de acuerdo de que era mejor destruirla, aun tiene elixir para poner sus cosas en orden antes de morir, porque después de todo, para una mente bien organizada, la muerte solo es la siguiente gran aventura.

Harry se acordó de algo mas.

-¡Abby!-se incorporó de golpe-¡Hizo ese hechizo del que me hablo! ¿Qué le ha pasado? ¿se encuentra bien?-la voz se le quebró para decir-¿no habrá...?

Dumbledore bajó la mirada, apenado.

-¿...muerto?-susurró con miedo.

-El hechizo que realizó para quitarte a Voldemort de encima, era demasiado avanzado para ella, era muy joven, y Voldemort se sabe trucos muy sucios, ademas que le ha costado un gran esfuerzo, y no sabemos aun como terminó la batalla...

Su voz se apagó con pena.